"Aquellos que han progresado en cierto grado en la vida interior no sólo no necesitan hacer meditaciones sistemáticas, sino que avanzarán más abandonándose en una sencilla y tranquila oración afectiva, sin preocupaciones, sin ruido, sin demasiadas palabras y solamente con una o dos ideas o misterios preferidos, que pueden volver a considerar en una forma más o menos general e indistinta, cada vez que oran. La cosa más importante es establecer contacto con Dios mediante una fe amorosa. Esto implica una suficiente conciencia de la mente para estar viva en presencia de Dios".
(Thomas Merton, ¿Qué son estas heridas?, 1950)
"¿Tienes un jardín o algo parecido en donde puedas caminar tú sola? Diariamente, durante unos 15 minutos o media hora, camina de un lado para otro entre las plantas y flores... No intentes pensar en algo determinado y cuando te sobrevengan pensamientos del trabajo, etc., vuelve a tí misma, no trates de arrojarlo a base de fuerzas. Ve si puedes hacerlos a un lado con sólo suavizar la mente (relajándola). Estas orando, y el Señor está contigo. Pero si los pensamientos distractivos acerca del trabajo no se alejan, acéptalos en forma tranquila y sin ansiedad, con la intención de que el Señor te descubra su voluntad por esos mismos pensamientos distractivos...".
(Thomas Merton, A la hermana Therese Lentfoehr, 1949)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.