sábado, 27 de junio de 2015

DE LOS DIARIOS DE MERTON.

Varios pasajes de los Diarios de Thomas Merton en los que me detengo, siempre asombrado e iluminado por sus intuiciones. Algunos son, además de lo espiritual, excelentes literariamente hablando. Ideas que me resultan especialmente significativas: el amanecer como momento sagrado del día, el valor de una vida sencilla y del silencio, recuperar nuestro rostro original más allá de toda ilusión, visión positiva (humanista y humanizadora) del ser humano, apertura y diálogo, crecimiento y maduración a lo largo de toda su vida (no se quedó en lo vivido en una etapa, sino que buscó y buscó hasta el final).

ESCUCHAR A DIOS EN TU SILENCIO INTERIOR Y DESCANSAR SIEMPRE EN ÉL: El silencio que encuentras en ti mismo cuando entras en ti y descansas en Dios es siempre el mismo y siempre nuevo, aunque sea inmutable. Porque ese silencio es verdadera vida y, aunque tu cuerpo se mueva, tu alma permanece en el mismo sitio, descansando en su vida, que es Dios, ahora, en invierno, igual que hace meses, en verano, sin ninguna aparente diferencia, como si nada hubiera cambiado en absoluto y el paso de las estaciones no hubiera sido más que una ilusión” (enero 1948).

LA ESCUCHA COTIDIANA DE LA PALABRA DE DIOS ME PERMITE ESTAR UNIFICADO Y EN SINTONÍA CON SU FLUIR EN MI TIEMPO: Si estuviera más atento a la Palabra de Dios, estaría mucho menos preocupado y desasosegado por los sucesos de nuestro tiempo; no es que fuera a estar indiferente ni pasivo, sino que podría ganar fuerza unificadora con las corrientes sagradas, que casi siempre corren en oposición a las de la superficie” (mayo 1965).

SOY CONSCIENTE DE MI POBREZA MORAL, PERO ESO NO ME OBSESIONA: Me sentía muy feliz de cantar el Evangelio, el magnífico triunfo de Cristo, del que se hace eco y es expresión la ordenación al sacerdocio de algo como yo, que Él sacó de la ruina moral del universo y trajo a Su casa. Él es quien mira al cielo en mi alma llena de debilidad e infidelidad y grita: Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique a ti… Mi gozo es el gran poder de Cristo. Y por eso, por encima de todo, estoy contento de mi profunda pobreza moral, que está siempre ante mí estos días, pero que no me obsesiona ni me perturba, porque está perdida en Su misericordia” (mayo 1949).

TODO ESTÁ SIEMPRE COMENZANDO DE NUEVO, EN MEDIO DE CONFRONTACIONES, DUDAS E INSEGURIDADES: Comienzo el año en que cumplo medio siglo no teniendo totalmente claro lo que hago, porque todo está siempre comenzando de nuevo. Si todo en mi vida permanece indefinido en alguna medida (aunque esté superficialmente definido), lo acepto como algo bueno. También como algo serio y quizá preocupante, siempre orientado hacia posibilidades, aunque debo reconocer que muchas de las posibilidades son tan ilusorias o imposibles que no merece la pena tenerlas en consideración. Y en ocasiones no sé cuál tener en consideración y cuál no” (enero 1964).


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