Este blog es la
expresión de mi larga relación con Thomas Merton, con su vida y su obra, que he
recibido y aprovechado desde hace más de 20 años; este vínculo está hecho de
acercamientos de gran intensidad, y también de períodos de alejamiento, tan
necesarios como los primeros. Es que algunas lecturas provocan tales
movimientos interiores que precisamos descansar de ellas cada cierto tiempo, y
así me sucede con Merton; pero luego, siempre vuelvo, siempre encuentro razones
para volver a tomar uno de sus libros y volver a leer, volver a reencontrar sus
palabras e intuiciones, que provocan el reencuentro conmigo mismo, las
preguntas, los cuestionamientos, que precisamos para madurar y crecer.
Se está
celebrando en este 2015 el Centenario del nacimiento de Thomas Merton, y justo
ahora estoy yo más alejado de la posibilidad de mantenerme al tanto de lo que
se dice y publica al respecto, pero aun así intento ser parte del
acontecimiento, releyendo sus libros, celebrando a nivel personal las fechas
importantes de su vida, recibiendo con interés cualquier información o
publicación suya en la red y de modo especial el interés renovado con el que
tantos lectores/lectoras del blog me escriben para agradecer lo que acá se
publica.
Gracias a una
buena amiga recibí hace algún tiempo el libro que recoge la correspondencia
entre Merton y Victoria Ocampo, y estoy volviendo a repasar sus páginas esta
semana; en República Dominicana dejé algunos buenos libros de Merton que,
lamentablemente, no he podido recuperar aun, pero trato de aprovecharme de los
apuntes que sobre ellos tengo a mano o publiqué en este blog. De los buenos
maestros nos aprovechamos siempre, incluso en las peores circunstancias, y un
buen libro es siempre una buena compañía.
Incluso si dejara yo de publicar con asiduidad
en este blog (que espero no suceda de momento, pues cuento con ayuda para que
las entradas sigan apareciendo), lo ya publicado constituye material suficiente
para quienes se interesan por el monje trapense; pueden revisar las entradas
desde el momento en que nació el blog y podrán aprovecharse de todo lo que acá
se ha escrito, nacido de mi propia confrontación con Merton, de mis lecturas
personales, de los caminos que se me han abierto cuando lo hago, de mis propias
reflexiones y experiencias.
Dado que en Cuba, desde donde ahora escribo,
la posibilidad de acceder a libros y publicaciones sobre Thomas Merton es
prácticamente ninguna, agradecería mucho si alguna persona en particular
quisiera hacerme llegar algún libro o revista sobre Merton que se publique
durante la celebración de este Centenario.
Les dejo con un
texto breve de Merton, que aparece en el libro del que antes comentaba:
"Si insisto en daros mi verdad, y no me detengo nunca
a recibir a cambio vuestra verdad, no puede haber verdad entre nosotros. Cristo
está presente donde dos o tres se reúnen en su nombre. Pero reunirse en el
nombre de Cristo es reunirse en nombre del Verbo hecho carne, de Dios hecho
hombre. Es por lo tanto reunirse en la creencia de que Dios se ha hecho hombre y
puede verse en el hombre, que habla en el hombre y puede iluminar e inspirar
amor en y a través de cualquier hombre… Se lo encuentra menos en una verdad que
se impone que en una verdad que se comparte”.
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