Tomas Merton comenta los “nombres” de
las tres personas de la Trinidad.
En un pasaje fascinante de The Inner
Experience [La experiencia interior] -un pasaje que impresiona por su
profundidad, aunque algunos puedan creer que inclina la balanza a la
ortodoxia-, Merton comenta los “nombres” de las tres personas de la Trinidad.
Aunque sabemos el nombre de la primera y el de la segunda, no podemos nombrar
la tercera. ¿Se debe esto quizás, se pregunta Merton, a que el nombre de
la tercera persona es nuestro nombre secreto, que toma el Espíritu cuando
nos une al Padre y al Hijo?, ¿un nombre que solo aprendemos cuando recibimos
del Espíritu la revelación de nuestra propia identidad en ese mismo Espíritu?
“El Padre es un Espíritu Santo, pero le llamamos Padre. El Hijo es un Espíritu
Santo, pero le llamamos Hijo. El nombre del Espíritu Santo solo lo saben el
Padre y el Hijo. Pero ¿puede ser que, cuando Él nos lleve a Sí mismo y nos una
con el Padre a través del Hijo, tome sobre Sí, en nosotros, nuestro propio
nombre secreto? ¿Es posible que su inefable Nombre se convierta en el nuestro?
¿Es posible que lleguemos a saber, por nosotros mismos, el Nombre del Espíritu
Santo cuando recibamos de Él la revelación de nuestra propia identidad en Él?
Puedo plantear estas preguntas, pero no contestarlas”
(La experiencia interior,
35-36).
Lo anterior, escrito por JOSÉ LUIS NAVARRO, en Facebook.
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