Cuando Merton escribió su Diario de Asia, insertó en sus páginas con mucho acierto, a nuestro parecer, un apéndice en el que recoge un tratadito de Bhikkhu Khantipalo (Sobre la conciencia despierta), donde se cuenta una historia interesante y muy al uso en libros de iniciación a la sabiduría y a la contemplación.
"Un maestro zen fue abordado por un discípulo, que le hizo una pregunta sobre la esencia del dhamma, esperando oír, probablemente, una alentadora exposición de sutil filosofía budista, o tal vez algo maravilloso o misterioso. Pero no obtuvo nada de eso. El maestro zen, sencillamente, le dijo: "Cuando tengo hambre, como; cuando estoy cansado, duermo". El discípulo, decepcionado, le preguntó: "Pero ¿no es eso lo que hacemos todos? ¿En qué se diferencia, pues, el maestro de las personas comunes?".
A lo cual respondió el maestro zen: "La mayor parte de las personas comunes, en cuanto se sientan a comer, tienen millares de pensamientos; cuando duermen, tienen millares de sueños". Esto significa que la mayoría de las personas no está muy atenta a lo que hace, pues permite a la mente vagar a su albedrío sin preocuparse demasiado de sujetarla; por el contrario, quien llegó al fin de su tarea y alcanzó la iluminación, habiendo desechado de su corazón toda contaminación, no permite que su mente divague, ni alberga ilusiones ni fantasías, sino que mantiene la mente clara y consciente en el AHORA continuamente".
Thomas Merton
Tomado de: Escritos Esenciales)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.