sábado, 28 de marzo de 2015

SOLO HE EMPEZADO A BUSCAR LAS PREGUNTAS...

“Supongamos que el mensaje de un supuesto contemplativo a un supuesto hombre del mundo
 sea parecido a este:
Querido hermano: ¿puedo decirte que he encontrado respuestas a las preguntas que atormentan a los hombres de nuestro tiempo? Yo no sé si he encontrado respuestas. Cuando me hice monje, sí, estaba más seguro de las ‘respuestas’. Pero a medida que envejezco en la vida monástica y me adentro más en la soledad, tomo conciencia de que sólo he empezado a buscar las preguntas. ¿Y cuáles son las preguntas? ¿Puede el ser humano encontrar sentido a su existencia? ¿Puede el ser humano honestamente dar sentido a su vida limitándose a adoptar un cierto conjunto de explicaciones que pretenden decirle por qué empezó el mundo y dónde terminará, por qué existe el mal y qué se necesita para una vida buena?. Hermano, quizás en mi soledad me he convertido, por decirlo así, en un explorador para ti, en un buscador de ámbitos que tú no eres capaz de visitar -excepto, tal vez, en compañía del psiquiatra-. He sido llamado a explorar un área desierta del corazón humano donde las explicaciones ya no son suficientes, y donde uno aprende que lo único que cuenta es la experiencia. Una región árida, rocosa y oscura del alma, a veces iluminada por extraños fuegos que los hombres   temen, y poblada por espectros que los hombres evitan cuidadosamente, excepto en las pesadillas. Y en esta área he aprendido que uno no puede conocer verdaderamente la esperanza si no ha descubierto cuánto se parece a la desesperanza. El lenguaje del cristianismo ha dicho esto durante siglos con otras palabras menos desnudas”.

THOMAS MERTON. 
(tomado de “El Libro de las Horas”. Sal Terrae)

viernes, 20 de marzo de 2015

TRES ETAPAS DEL CAMINO

“El Camino no comienza hasta que el discípulo ha abandonado todo y ha superado dos etapas importantes de su evolución: la primera, en la que todo gira alrededor de su ego, el egocentrismo, y la segunda, en la que todo gira en torno al prójimo, una obra a los valores de una comunidad. Entonces entra en una tercera etapa en la que todo gira alrededor de lo divino y de la transformación en una persona deificada. A partir de ese momento, las dos primeras etapas, el compromiso consigo mismo y con el prójimo o con el mundo, adquieren un aspecto de naturaleza radicalmente distinta. El Camino representa para el discípulo una entrega total y sin condiciones para seguir al Maestro. Lo Absoluto no puede surgir más que cuando lo relativo le cede su puesto”.

K.G. Dürckheim

jueves, 12 de marzo de 2015

TRES IDEAS SOBRE LA VIDA CONTEMPLATIVA

“La vida contemplativa no es algo objetivo que está ahí y a lo que, tras de dar muchas vueltas, se gana acceso finalmente. La vida contemplativa es una dimensión de nuestra existencia subjetiva. Descubrir la vida contemplativa es un nuevo descubrimiento de uno mismo. Podríamos decir que es el florecimiento de una identidad más profunda en un plano completamente diferente de un simple descubrimiento psicológico, una nueva identidad paradójica que tan sólo se descubre con la pérdida del ego. Encontrarse perdiéndose: eso es parte de la contemplación”. (147)

“El secreto de la vida contemplativa está en esta capacidad de estar activamente alerta, en un alerta activo y expectante en que la actividad es una profunda respuesta personal en un nivel que está, por decirlo así, más allá de las facultades del alma”. (148)

“La oración contemplativa es una profunda actividad interior, en las raíces mismas de nuestro ser, en respuesta a Dios quien tiene la iniciativa y, sin embargo, nos lleva por nuestra parte, a ciertas formas muy sutiles de iniciativa obediente. Esta combinación de iniciativa y pasividad expectante es diferente en cada persona, pues muchas cosas intervienen en ella. En la renovación de la vida contemplativa, no debemos reducir las posibilidades de desarrollo individual como ha sido antes el caso”. (148)
Thomas Merton. Acción y contemplación

jueves, 5 de marzo de 2015

CAMBIO Y PLENITUD

“No nos auto engañemos hablando ahora y viviendo después. Si nuestro replanteo es válido, también es un revivir. No nos perdamos en palabras. Vivamos ahora. No nos proyectemos demasiado lejos. Vivamos en el presente.
 Nuestro replanteo de la vida contemplativa es parte de nuestra contemplación presente. Nuestra nueva vida surgirá de la autenticidad del ahora. Este no es sólo un vacío momento de transición. No estamos en un intervalo de reconstrucción dinámica en el que simplemente vamos a reconstruir una vida estática para descansar en ella. Nuestro descanso está en la reconstrucción misma. La transición también es plenitud”.

El cambio es uno de los grandes factores de toda vida. Si no somos capaces de ser contemplativos en medio del cambio, si insistimos en ser contemplativos en alguna situación completamente estable que nos imaginamos que vamos a construir en el futuro, entonces nunca vamos a ser contemplativos”.

“Movámonos de manera tranquila y confiada; estemos contentos. No intentemos estar demasiado pendientes de nuestro propio movimiento y no pidamos que todo sea seguro. Primero, vivamos en Cristo, totalmente abiertos a su Espíritu, sin preocuparnos de la seguridad institucional, libres de toda preocupación por estructuras ideales que nunca serán construidas, y conformémonos con la Noche Oscura de la fe, la única en la que realmente estamos seguros, porque somos verdaderamente libres". 

THOMAS MERTON. "Acción y contemplación". Pág. 146