“No nos auto engañemos hablando ahora y viviendo después. Si
nuestro replanteo es válido, también es un revivir. No nos perdamos en
palabras. Vivamos ahora. No nos proyectemos demasiado lejos. Vivamos en el presente.
Nuestro
replanteo de la vida contemplativa es parte de nuestra contemplación presente.
Nuestra nueva vida surgirá de la autenticidad del ahora. Este no es sólo un
vacío momento de transición. No estamos en un intervalo de reconstrucción
dinámica en el que simplemente vamos a reconstruir una vida estática para
descansar en ella. Nuestro descanso está en la reconstrucción misma. La
transición también es plenitud”.
“El cambio es uno de
los grandes factores de toda vida. Si no somos capaces de ser
contemplativos en medio del cambio, si insistimos en ser contemplativos en
alguna situación completamente estable que nos imaginamos que vamos a construir
en el futuro, entonces nunca vamos a ser contemplativos”.
“Movámonos de manera tranquila y confiada; estemos
contentos. No intentemos estar demasiado pendientes de nuestro propio
movimiento y no pidamos que todo sea seguro. Primero, vivamos en Cristo,
totalmente abiertos a su Espíritu, sin preocuparnos de la seguridad
institucional, libres de toda preocupación por estructuras ideales que nunca
serán construidas, y conformémonos con la Noche Oscura de la fe, la única en la
que realmente estamos seguros, porque somos verdaderamente libres".
THOMAS MERTON. "Acción y contemplación". Pág. 146
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