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sábado, 27 de octubre de 2018

GETHSEMANÍ


El monasterio cisterciense de Gethsemaní, cercano a Bardstown (Kentucky, USA), fue fundado en 1848 por monjes cistercienses (trapenses) venidos desde Francia bajo la dirección del P. Eutropius Proust. Cuando se cumplió el centenario de la fundación, se le pidió a Thomas Merton que escribiera la historia de Gethsemaní (Gethsemaní Magnificat). Merton oyó hablar de este lugar por primera vez a su maestro y amigo Daniel Walsh. En la primavera de 1941, durante la Semana Santa, Merton hizo allí un retiro que cambió su vida. El 9 de diciembre de ese mismo año  tomó el tren a Kentucky y pidió ser admitido en la orden. Fue monje de Gethsemaní durante la segunda mitad de su vida (veintisiete años).  
Luchando a veces por buscar mayor soledad en algún otro lugar, obedeció a sus superiores cuando le dijeron que su vocación estaba ligada a Gethsemaní. En 1965 se convirtió en ermitaño  en los terrenos de la abadía. Tras su muerte accidental en Bangkok, sus restos fueron devueltos a Gethsemaní, y reposan en el cementerio de la abadía, anexo a la iglesia del monasterio.

 (Diccionario de Thomas Merton)

INVITADO A UNA FIESTA EN OTRA ORILLA...

"Esta noche he tenido un sueño que, desde muchos puntos de vista, ha sido hermoso y conmovedor: un sueño hierático.
Estoy invitado a una fiesta. Me encuentro con algunas de las mujeres que se dirigen a la misma fiesta, pero hay una separación. Estoy solo en los muelles de una pequeña ciudad. 
Un hombre me dice que por cinco dólares puedo ir en yate adonde quiera. Tengo cinco dólares, y más de cinco dólares: cientos de dólares, y también francos. Soy consciente de mi vestimenta clerical. El yate es una pequeña goleta, una goleta ordinaria
y no un yate. No se separa de la costa. Nosotros hacemos que se desplace un poco, empujando desde dentro. Después me veo nadando mar adentro en el agua hermosa y mágica de las profundidades, de donde surge una vida maravillosa a la que yo no tengo acceso, una vida y un vigor que yo temo. Sé que buceando en el agua en cuestión puedo encontrar algo maravilloso, pero no sería adecuado ni correcto que yo me pusiese a bucear, puesto que me dirijo a la otra orilla, con la fuerza que he recibido del agua, la
inmortalidad.

Luego, una vez llegado a la casa de verano de la otra orilla, lo primero que hago es jugar con el perro, y el niño me trae dos trozos de pan blanco con mantequilla, que yo devoro nada más llegar".

12 de septiembre de 1961
Thomas Merton, Diarios.

miércoles, 24 de octubre de 2018

DOS LIBROS DE THOMAS MERTON

LA EXPERIENCIA INTERIOR: Este libro de Thomas Merton explora el significado y la práctica diaria de la contemplación, el corazón de la experiencia monástica y religiosa, y constituye su obra más completa sobre el tema. Editada con toda fidelidad por un experto en Merton, tiende un puente entre las primeras obras del autor sobre la contemplación, de clara inspiración católica, y las posteriores, en las que adopta una postura más ecléctica. Este libro pone de manifiesto su creciente interés por las tradiciones orientales de meditación y espiritualidad, sobre todo por la tradición budista, que influyeron notablemente sobre su pensamiento y escritos en la última década de su vida. La experiencia interior no sólo supone una trascendental presentación de la mejor enseñanza que existe sobre la contemplación y la meditación, sino que además muestra cómo se practica la contemplación en la vida cotidiana Colección El Viaje Interior, ONIRO, 228 páginas).


REFLEXIONES SOBRE ORIENTE: Esta breve obra consta de cinco capítulos dedicados a otras tantas corrientes de la filosofía y la religión orientales: taoísmo, zen, hinduismo, sufismo y varias modalidades poco conocidas del budismo. Al final del libro, el autor habla de sus memorables entrevistas con el Dalai Lama, que lo recibió tres veces en audiencia privada. El monje trapense Thomas Merton es el máximo exponente contemporáneo del acercamiento entre el ascetismo cristiano y la filosofía oriental. Su interés por el budismo y el taoísmo le llevaron hasta las fuentes de estas milenarias "religiones sin Dios": viajó a la India y al Tibet y se entrevistó con algunos de sus maestros espirituales, entre ellos el Dalai Lama. En este libro se recogen las experiencias y reflexiones de Merton a raíz de sus iluminadores encuentros con la filosofía oriental. Con palabras sencillas y profundas, el autor logra transmitir al lector occidental la oculta sabiduría de las religiones y filosofías más antiguas del mundo (Colección El Viaje Interior, ONIRO, 128 páginas).

UN ACTO CIEGO DE FE

"Cada día percibo algo de lo que ocurre en mí cuando tengo que retractarme de mis propias ideas acerca del canto, de la vida interior, de la soledad, de la vocación cisterciense, etc., etc. Cada día sacrifico a Isaac, es decir, mi hermoso sueño acerca de una vida silenciosa, solitaria y bien ordenada de perfecta contemplación y perfecta observancia monástica, sin intromisiones del mundo, sin publicidad y sin libros de gran éxito; ¡¡simplemente, con Dios y con esa agradable, arcaica y pequeña celda de cartujo!! Tengo que hacer ese acto ciego de fe que me asegura que Dios y Nuestra Señora me están llevando –«a través de la cruz»– hacia algo mejor, que probablemente yo nunca veré en esta orilla del cielo".


Thomas Merton 
Diarios.1 de mayo de 1949. 
Santos Felipe y Santiago. Día de retiro.

UN AMOR QUE INTERCEDE Y VE MÁS LEJOS...


"Señora, cuando aquella noche abandoné la Isla que antes fue tu Inglaterra,
tu amor me acompañaba, aunque yo no lo supiese
ni tuviese conciencia de ello.
Y era tu amor, tu intercesión por mí ante Dios,
lo que disponía las aguas delante de mi barco,
y me abría la ruta hacia otro país.
Yo no estaba seguro de adónde iba,
ni podía ver qué haría cuando llegara a Nueva York.
Pero tú veías más lejos y más claro que yo.
Abrías los mares delante de mi barco,
que a través de las aguas me conducía
a un lugar con el que nunca había soñado
y que ya entonces me preparabas
para que fuera mi rescate, mi abrigo y mi hogar.
Y cuando yo creía que no había Dios, ni amor, ni misericordia,
tú no dejabas de guiarme al centro de Su amor y Su misericordia,
y me llevabas, sin ser yo consciente de ello,
a la casa que me ocultaría en el secreto de Su Faz".



Thomas Merton
La montaña de los siete círculos

martes, 16 de octubre de 2018

DIRECCIÓN ESPIRITUAL Y MEDITACIÓN


En REVISTA DE ESPIRITUALIDAD, conocida publicación carmelitana de ciencia y vida espiritual, con fecha abril-septiembre de 1962, encuentro la presentación de un libro de THOMAS MERTON, “Dirección espiritual y meditación”, escrita por el muy conocido y malogrado carmelita descalzo CRISÓGONO DE JESÚS.  Como una curiosidad, y también por su sencillez y claridad, la comparto 

El conocido y benemérito cisterciense de la abadía de Getsemaní trasciende una vez más su austero retiro para suscitar inquietudes de vida divina entre el gran público de habla inglesa. Obra breve pero sustanciosa. Sus páginas están sembradas de ideas y consejos de mucha utilidad tanto para seglares como para sacerdotes y religiosos, sobre todo su primera parte. No busca el autor presentarnos una obra completa. Espera solamente ayudar a quienes no hayan encontrado lo que necesitan en otros libros de la misma materia. 

La obra contiene dos partes como indica el título de la misma: Dirección espiritual y Meditación. En la primera parte, el autor se propone: 

1. Ayudar a las almas que buscan o tienen ya dirección, para que consigan el máximo provecho espiritual de esta gracia. 

2. Estimular a los sacerdotes demasiado tímidos para considerarse posibles directores espirituales para que, confiando en la ayuda de Dios, se animen en la empresa de estimular y dar consejo a las almas en el confesionario, cuando esto es posible. 

3. Finalmente, disipar algunas ideas erróneas acerca de la dirección espiritual. 

En la segunda parte no se propone enseñar a meditar. Pretende dar los consejos oportunos para evitar errores y dificultades en el camino de la meditación. 

Crisógono de Jesús, OCD.


SIN PRINCIPIO NI FIN

Algunas ideas del Zen que pueden iluminar nuestra propia experiencia espiritual 
(tomado de SIN PRINCIPIO NI FIN, de Jakusho Kwong, Editorial ONIRO) 

“Incluso el más sencillo de los gestos o de las formas puede trasmitir una tremenda profundidad”. 

“Lo que es importante para nosotros, como seres humanos que somos, es saber qué hay, qué es lo que hay antes de hablar, el verdadero lugar del que no solo las palabras sino todas las cosas surgen y al que también regresan”. 

“En la práctica del zazen (en la oración): a veces nos va bien, y a veces no, casi lo odiamos, o nos parece que actuamos como un robot. Es difícil permanecer sentados y pensar que vale para algo, que hay frutos. “Pero al cabo de mucho tiempo, la práctica, apoyada por el voto que hemos hecho de no rendirnos, se volverá una de las partes másíntimas de nuestra vida. No es solo el sentarse, sino que está ocurriendo algo másallá de uno mismo y de sus limitaciones personales. No es uno el que se sienta. Es el Buda (el Cristo) sentado en uno lo que impregna todo el universo”. 


“La codicia, la ira y la ignorancia, los tres grandes obstáculos de nuestro corazón/mente original”. 

“El samadhi consiste en ir más allá del pensamiento del yo para entrar en una gran calma y espaciosidad”.

 “Ser consciente de la gran y única realidad”. 


“Una de las tareas más importantes del zen es recoger la basura. Al recoger los papeles o la basura del suelo, hemos de comprender que también estamos recogiendo la basura que se acumula en nuestra propia mente. Las palabras FUERA y DENTRO son dos formas de describir una sola cosa. Como nuestros pensamientos y nuestra comprensión dualista son una especie de desperdicios en nuestra mente, cuando recogemos la basura exterior, estamos al mismo tiempo recogiendo la interior”. 


“Cada cosa tiene su propio valor intrínseco. Abordamos nuestro trabajo y vida con este espíritu de realización”. 

A través de los diversos rituales, abrimos un camino para que Cristo aparezca en nuestra vida.

 “El espíritu, la actitud y la comprensión del zen consisten en entregarse por completo a cualquier actividad”. 


“Tal como somos, con nuestra naturaleza original, ya estamos completos, ya tenemos todo cuanto necesitamos. Ya somos una persona plenamente realizada. Lo único que necesitamos es percibirlo”. 


“Cuando seguimos el mismo programa cada día, y estar todo estructurado de antemano, lo que se oculta bajo la superficie empieza a emerger”.

 “Cuando te concentras en la práctica y estas con todo tu ser en el lugar donde te encuentras, algo cambia en tu vida”. 



“Hemos de ser un poco más sencillos y menos inteligentes” 

“Tened cuidado con vuestras ideas de provecho”. 

“Estad atentos a las cosas que parecen poco importantes”. 

“Lo más importante es confiar firmemente en nuestra naturaleza original”.

miércoles, 10 de octubre de 2018

SIMONE WEIL Y EL PADRENUESTRO

¡Qué mejor oración para un día como hoy que el Padre Nuestro! ¿Cuántas lecturas e interpretaciones? Cada quien tiene la suya, todos identifican al Padre a su real saber y entender. Es interesante acercarse a la interpretación de Simone Weil (Gracias a José Luis Navarro, que nos lo ha compartido en facebook).

Padre nuestro, el que está en los cielos
No hay que buscarle, basta con cambiar la orientación de la mirada; a él es a quien corresponde buscarnos. Hay que sentirse felices de que está infinitamente fuera de nuestro alcance.

Sea santificado tu nombre
Sólo Dios tiene el poder de nombrarse a sí mismo. Su nombre no puede ser pronunciado por labios humanos. Su nombre es una palabra, el Verbo. Su nombre es la única posibilidad para el hombre de acceder a Él. Así pues, es el Mediador.

Venga tu reino
Se trata ahora de algo que debe venir, que no está presente. El reino de Dios es el Espíritu Santo llenando por completo toda el alma de las criaturas inteligentes. El Espíritu sopla donde quiere; sólo podemos llamarle. No hay ni que pensar en llamarle de manera particular para uno mismo, para unos o para otros, ni siquiera para todos, sino llamarle pura y simplemente; que pensar en él sea una llamada y un grito. Así como cuando se está en el límite de la sed, muriendo de sed, uno ya no se representa el acto de beber en relación a sí mismo, ni siquiera el acto de beber en general, sino tan sólo el agua en sí; pero esta imagen del agua es como un grito de todo el ser.

Hágase tu voluntad
Es una actitud muy distinta a la resignación. La palabra aceptación es incluso demasiado débil. Hay que desear que todo lo que ha sucedido haya sucedido y nada más. No porque lo que haya sucedido esté bien a nuestros ojos, sino porque Dios lo ha permitido y porque la obediencia del curso de los acontecimientos a Dios es por sí mismo un bien absoluto.

Así en el cielo como en la tierra.
No hay que apegarse ni siquiera al desapego. Hay que pensar en la vida eterna como se piensa en el agua cuando se está a punto de morir de sed y, al mismo tiempo, desear para sí y para los seres queridos la privación eterna de esa agua antes que ser colmados con ella en contra de la voluntad de Dios, si tal cosa fuese concebible.

Nuestro pan, que es sobrenatural, dánoslo hoy
Debemos pedir este alimento. En el momento en que lo pedimos y por el hecho mismo de pedirlo, sabemos que Dios nos lo quiere dar. No debemos aceptar el estar un solo día sin él.

Y perdónanos nuestras deudas, así como también nosotros
Hemos perdonado a nuestros deudores
El perdón de las deudas es la pobreza espiritual, la desnudez espiritual, la muerte. Si aceptamos plenamente la muerte, podemos pedir a Dios que nos haga revivir purificados del mal que hay en nosotros. Hasta ese momento Dios nos perdona nuestras deudas parcialmente, en la medida en que perdonamos a nuestros deudores.

Y no nos arrojes a la tentación, sino protégenos del mal.
Esta oración contiene todas las peticiones posibles; no puede concebirse oración que no esté contenida en ella. El Padre Nuestro es a la oración lo que Cristo es a la humanidad. No cabe pronunciarla con atención plena en cada palabra sin que un cambio, quizá infinitesimal pero real, se opera en el alma.

domingo, 7 de octubre de 2018

CUANDO EL PODER SE HACE MÁS IMPORTANTE QUE LA VERDAD

"No me cabe duda de que el mundo siente respecto a Norteamérica lo mismo que muchos monjes respecto a un abad que quiere ejercer un poder total, recibir una obediencia incuestionada a base de eslóganes en los que él mismo dejó de pensar veinticinco anos antes y que,por encima de todo, quiere ser amado para no poder nunca, en ningún momento, ante sí mismo, parecer estar ejerciendo poder o amando. Nadie le niega el poder que tiene, pero pocos le dan el amor que necesita en orden a sentirse seguro y contento. Y, por lo tanto, usa su poder de vez en cuando, de modos impredecibles, arbitrarios y absurdos, defendiendo sus propios intereses y haciendo que todo el mundo se sienta desdichado".

Thomas Merton, Diarios, octubre de 1961

"Cuando el poder se hace más importante que la verdad, cuando la afirmación de la voluntad se hace un fin en sí mismo a que se subordina todo lo demás, entonces la finalidad entera del universo creado queda subvertida y frustrada".

"La obsesión del hombre por el poder oscurece y mancha el universo entero porque le hace volver a definir toda la verdad en términos de lucha por el poder y ver todas las cosas de un modo parcial, interesado y fragmentario".

Thomas Merton, Tiempos de celebración

sábado, 6 de octubre de 2018

EL VERDADERO YO ESTÁ EN DIOS

"Nuestra realidad, nuestro verdadero yo, se oculta en lo que nos parece nada y vacío. Lo que no somos parece real; lo que somos parece irreal. Podemos alzarnos por encima de esta irrealidad y recuperar nuestra identidad escondida. Y por eso el camino hacia la realidad es el camino de la humildad, que nos lleva a rechazar nuestro yo ilusorio y a aceptar el yo "vacío", que es "nada" a nuestros ojos y a los ojos de los seres humanos, pero que es nuestra verdadera realidad a los ojos de Dios, ya que esta realidad es en Dios y con Él y pertenece por entero a Él"

Thomas Merton
Nuevas semillas...

jueves, 4 de octubre de 2018

LA FALSA LLAMA 3

En dos entradas anteriores (2014), publicadas con este mismo título, compartimos parte de un capítulo de un libro de Merton, "Nuevas semillas de contemplación". Ahora quiero publicar el resto del capítulo en dos nuevas entradas (no recuerdo por qué entonces no lo hice), y el tema me resulta, además, muy actual para un curso que impartiré próximamente sobre LAS MORADAS de Santa Teresa (En las Terceras Moradas aparece la propia vida espiritual como piedra de tropiezo).



"Todos los que han sido instruidos en la vida interior saben que se considera insensato buscar consolaciones con un propósito desmesurado. No obstante,  muchos de los que, al parecer, prescinden del elemento sensible de la religión muestran, por sus devociones, su gusto por las imágenes sentimentales, la música pegadiza y la lectura espiritual sensiblera, que el objetivo principal de toda su vida interior son las luces, las consolaciones y las lagrimas de arrepentimiento, cuando no las palabras interiores, quizá con la mal disimulada esperanza de una visión o dos y, finalmente, los estigmas.

Este gusto por las experiencias puede ser uno de los obstáculos más peligrosos para la vida interior de cualquier persona que se sienta realmente llamada a la contemplación infusa. Es la roca en la que han terminado naufragando muchos de los que podrían haber llegado a ser contemplativos. Y es un obstáculo aún más peligroso porque, en las casas de las órdenes contemplativas, no se entiende siempre claramente la diferencia entre la contemplación mística en el sentido propio y todas esas cosas secundarias, esas experiencias, esas manifestaciones y hechos extraños, que pueden ser o no sobrenaturales y que no guardan ninguna relación esencial con la santidad ni con el puro amor que constituye el corazón de la verdadera contemplación.

Por consiguiente, la reacción más sana frente a estos arrebatos es una oscura aversión a los placeres y las excitaciones que éstos producen. Reconocemos que tales cosas no ofrecen fruto real ni satisfacción perdurable, no nos ensenan nada fiable sobre Dios ni sobre nosotros mismos, no nos dan verdadera fuerza, sino únicamente la ilusión momentánea de la santidad. Y cuando tenemos más experiencia, !hasta qué punto nos ciegan y en qué medida son capaces de engañarnos y llevarnos por mal camino...!

Thomas Merton
Nuevas semillas de contemplación.
Sal Terrae

lunes, 1 de octubre de 2018

DIOS ES LA VIDA



"Dios no es un padre que espía agazapado esperando cazarnos en pecado.  Dios no es algo con lo que tratar al final de la vida, sino cada poro de la misma. Dios es la gracia, la energía, el momento creativo. Dios es la materia misma de la vida, no un objetivo que alcanzar ni un premio que merecer. Dios es una presencia ahora, un modo de pensar ahora, una visión del universo ahora. Dios está en mí, por eso soy una valiosísima parte del universo, pero yo (mi raza, mi país, mi familia, mi voluntad...) no soy el centro del mismo.” 
JOAN CHITTISTER. Doce pasos hacia la libertad interior. 

  

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.