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domingo, 24 de agosto de 2014

TODO EN DIOS...

Prefiero evitar la palabra “exclusividad” a la hora de hablar de Dios.
No podemos amar a Dios exclusivamente, sino “inclusivamente”, es decir, amándolo todo en él. Se trata de vivir una vida de vinculación total con Dios. Dios en el centro, Dios en el fundamento, Dios en el origen, pero sin ignorar, rechazar o despreciar todo lo demás. Aquí ayudaría entender que cuando decimos DIOS decimos TODO, el SER; si decimos DIOS y pensamos en “una parte” entonces no estaremos entendiendo adecuadamente lo que supone entregarse plenamente e incondicionalmente a él. Es absurdo y contraproducente oponer a Dios y los seres humanos; todo lo contrario, es importante vincularlos a ambos, de tal modo que toda búsqueda de Dios suponga un acercamiento a la Humanidad, y viceversa. Sólo así podemos entender que el todo está antes que una parte, pero que la parte alcanza su sentido y plenitud dentro del todo. Dios es nuestro hogar. Sin él somos extraños, forasteros, y olvidamos nuestra procedencia y nuestro destino. Desvincularnos de la “memoria” de Dios es desconectarnos de nuestra verdad esencial. Nos convertimos en fragmentos aislados, y por tanto sin fuerza; dejamos de ser parte del Todo y del UNO. La conexión con Dios no se realiza primordialmente mediante el HACER, sino a través del SER. Fomentar una espiritualidad que estimule el “estar y hacer en Dios” ante que el “hacer cosas para Dios”.

viernes, 8 de agosto de 2014

ABRAZAR LA VIDA

Cuando oramos diciendo: "Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor", estamos diciendo al mismo tiempo, no tengo dudas, dichoso el hombre que ha puesto su confianza en la vida, y no otra cosa es la fe. Es creer en Dios, y en consecuencia, creer, confiar, en la vida

En esta misma dirección interpretamos una frase de Jesús en los Evangelios: "El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz de cada día y venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?".

Jesús nos invita a que, sin temor, abracemos la vida, la de cada día, porque al hacerlo, confiadamente, abrazamos a Dios. Al decidir seguir a Cristo y buscar a Dios no renegamos de la vida. El cristiano no puede ser anti vital, todo lo contrario. Pero a veces, con palabras y gestos, con actitudes concretas, parecemos negadores de la vida.

Cuando en el texto anterior se vincula la vida con la cruz no asumimos la existencia como algo negativo, sino como algo imprevisible, sobre lo que no tenemos control; tanto la alegría como la tristeza, el éxito como el fracaso, la ganancia y la pérdida, forman parte de la vida. Aceptarlo todo con confianza es abrazar la cruz, creyendo que a fin de cuentas, para quien vive en comunión con Dios amor, todo será bien. No controlamos tampoco las acciones de los demás, no podemos prever cataclismos naturales o movimientos sociales violentos, o sistemas políticos no respetuosos de nuestros derechos, pero, en cuanto somos hombres y mujeres de fe, seguimos creyendo en el amor como valor supremo, y abrazando la vida como máxima expresión del amor.


sábado, 26 de abril de 2014

CLAVES PARA VIVIR LA RESURRECCIÓN

El pasado martes, en un programa de radio que tenemos por acá los Padres Carmelitas, compartimos algunas ideas en torno a los signos de la Vigilia Pascual, que a su vez pueden ayudarnos en la vivencia de la Resurrección, ya sea en los 50 días de este tiempo litúrgico como a lo largo de todo el año. Les compartimos algo de eso ahora, tomando como referencia a Anselm Grün:

1. OSCURIDAD Y LUZ:  Aquellos que vivimos más plenamente el Sábado Santo podremos celebrar con más intensamente la Resurrección. La celebración de la Vigilia comienza siempre en medio de la oscuridad. Y es en medio de esas tinieblas, de esa oscuridad, donde surge una luz, la del Cirio Pascual, que representa a Cristo. Encendemos el Cirio, de un fuego que arde bendecido, y luego vamos encendiendo nuestras propias velas o cirios, llevando cada uno en la mano esa luz, que acompañando la procesión va iluminando cada rincón oscuro del camino, de la vida, de nuestro propio corazón. Cristo entra en nosotros, iluminando cuanto de oscuro haya: angustia, vacío, frialdad, muerte. Vamos caminando y cantando: ¡La luz de Cristo!

2. ALÉGRENSE: No hay himno cristiano más hermoso que el Pregón Pascual. El cantor nos explica, con imágenes llenas de vida y energía, lo que la Luz significa, lo que ella hace en nuestras vidas, lo que supone para nuestra oscuridad. Le llama "Noche feliz" y "Noche Santa", "Noche dichosa", y habla del "Pecado saludable que nos mereció este Redentor". Es noche que lava la culpa y devuelve la inocencia, que ahuyenta el odio y devuelve la alegría. En nosotros se une también lo Humano con lo Divino....

3. HISTORIA DE SALVACIÓN: A la luz del Cirio Pascual oímos la historia entera de nuestro mundo y de nuestra salvación. Escuchamos como Dios crea y recrea, dando vida y restaurándola cada vez en Cristo, su Palabra más plena. Ojalá nos acordáramos de leer con mayor frecuencia esta serie de lecturas bíblicas que acompañan nuestra Vigilia Pascual, recordándonos que sólo el que se pierde, se encuentra a sí mismo, constantemente transformado.

4. EL CANTO DEL AMOR: Y luego de 40 días vuelve a sonar en la liturgia el ALELUYA para anunciar lo que significa la PASCUA. Con el canto dejamos resonar en nuestro cuerpo la resurrección; al cantar surge el Resucitado a través de la losa que está delante de nuestro corazón y nos bloquea. Mientras cantamos crece el amor en nosotros y también la vida, porque el amor y la vida quieren y tienen que ser cantados. La razón solo sabe hablar, pero el Amor canta siempre.

5. EL SEPULCRO ABIERTO Y VACÍO:  La resurrección que celebramos se realiza también en nosotros; al cantar sentimos que la losa ha desaparecido y el peso de la muerte y la tristeza con ella. El sepulcro está abierto, corre un aire nuevo, una paz, alegría y esperanza renovadas. Cristo resucitado me toma de la mano y me saca a mí también de mi sepulcro. Ahora puedo saltar mis propias barreras, puedo salir de mí, de mi egoísmo, noto la Vida nueva que brota. Es la Primavera del Espíritu.

6. BANQUETE Y FIESTA: La Pascua es la fiesta de la Vida, no hay que olvidarlo. Por eso también ahora en nosotros la vida en nosotros es más fuerte que la muerte. En la Eucaristía, bebemos y comemos la nueva vida del Resucitado, y así anida en nosotros la vida que rompe todas las cadenas, y es hora de encontrar expresiones concretas para esa vida: la danza, el compartir, la peregrinación gozosa, el disfrute de la naturaleza.

Todos estos signos pascuales, presentes en la Vigilia, han de acompañarnos durante estos 50 días, y durante toda nuestra vida, para que la Vida recibida no se acabe, la luz encendida no se apague, la Primavera Sacra no tenga fin.

martes, 8 de abril de 2014

PASIÓN DE CRISTO

¿Por qué hacemos memoria de la Pasión de Cristo?

En las dos últimas semanas de Cuaresma la Pasión de Jesús va ocupando el centro de la liturgia y de la vida de la comunidad eclesial. ¿Cuáles son las razones fundamentales por las que la Iglesia nos propone centrar la mirada en la Pasión de Jesús? Vamos a reflexionar en torno a este tema, y así nos vamos preparando para las celebraciones de la próxima semana, Semana Santa, el Solemne Triduo Pascual.

PRIMERO: Los seres humanos se enfrentan cotidianamente a un dilema: no nos gusta el sufrimiento, no nos gusta el dolor, y tratamos de una u otra manera de cerrar los ojos ante él, de esquivarlo, de evitarlo. Al mismo tiempo, el dolor y el sufrimiento pertenecen inevitablemente a la existencia humana, son parte de ella, puesto que ser humanos implica ser frágiles, débiles, limitados, mortales. El desarrollo progresivo de la humanidad ha potenciado el engreimiento del ser humano, hemos alargado el tiempo de vida, hemos mejorado las condiciones de vida también, hemos inventado cosas que hacen la vida más cómoda, pero todo eso, que no está mal, ha hecho que olvidemos la fragilidad que nos constituye como criaturas. Digamos que es aquella tentación original de “querer ser como dioses”. 

Por ello, la Iglesia pone ante nosotros la imagen de Jesús en su Pasión, del Cristo sufriente, del Dios que padece, desafiando así esa imagen errada que va construyendo nuestro egoísmo y nuestro orgullo, fuentes de una pretensión de grandeza que acaba alejándonos de la verdad de nuestro ser, y que nos enferma y nos aísla de nuestros hermanos. Pretender una grandeza absurda, sentirnos superiores, perfectos, intocables, va creando una verdadera neurosis, con efectos negativos en todas las esferas de la persona. Es mejor aceptar nuestra condición, nuestra realidad, nuestra mortalidad, y reconciliarnos con el hecho de que somos frágiles y limitados, que vivimos en tensión, a menudo acosados y amenazados por otros. Esto es fuente de humanidad, nos libera del miedo al dolor y al sufrimiento, y aceptamos que no somos Dios, que somos mortales, limitados.

Así pues, en este tiempo de pasión, miramos a Jesús en la cruz, a Jesús que sufre, a ese Jesús que es el hombre perfecto, para reconciliarnos con nuestras propias limitaciones y sufrimientos.


SEGUNDO: Por todo lo anterior, al confrontarnos con el sufrimiento de Cristo, nos encontramos con nosotros mismos, y nos redescubrimos en ese Cristo paciente. Le acompañamos en su Vía Crucis, y entendemos las estaciones de nuestra propia vida, y en Cristo, nuestro sufrimiento se transforma, se dignifica, se hace realmente humano. Podemos reconocer a Dios obrando en ese dolor, en esa limitación y en ese sufrimiento; no hace falta que lo ocultemos, no necesitamos aparentar una fortaleza que no tenemos y que no es nuestra. No necesitamos reprocharnos constantemente cuando el sufrimiento nuestro o de otros nos parece absurdo e innecesario. Podemos enfermarnos, podemos tener problemas, y sin embargo sentirnos bajo bendición, porque en el misterio de Cristo nuestro sufrimiento encuentra lugar en el ámbito de Dios. No significa que así justifiquemos el dolor o el sufrimiento del inocente o del débil, sino que en el amor de Dios acaba encontrando un lugar, un sentido, a pesar de su aparente y doloroso sin sentido.


TERCERO: Todavía mueve a la Iglesia una tercera razón para celebrar la Pasión de Cristo. Nos muestra que en nuestra propia pasión, en nuestro sufrimiento, en nuestra prueba, no estamos solos. El sufrimiento nos une a Él, que sufrió por amor hasta el extremo. Si los demás nos aíslan, en Cristo recuperamos nuestro lugar y nuestra dignidad. En el camino del dolor, Cristo va conmigo, pero además es camino para encontrarle y unirme a Él en su misión sanadora y redentora. Él me da fuerzas, y me dice: No tengas miedo.

No tenemos que sentirnos excluidos de la vida debido a nuestros sufrimientos o a nuestros fracasos, sino más bien experimentar en ese momento la vida más plenamente, pues hemos sido escogidos para compartir la cruz de nuestro Maestro y Señor. Si sufrimos con Él, dice Pablo, reinaremos con Él, y compartiremos su gloria.


ASÍ PUES, RESUMIENDO: hay tres razones para que la Iglesia nos invite a poner los ojos en la Pasión de Cristo durante estos días del año litúrgico: para recordarnos que el sufrimiento, el fracaso y los límites forman parte de nuestra condición humana; para que mirando al crucificado recuperemos nuestra dignidad y confianza en medio del sufrimiento; y para que no desesperemos sintiéndonos solos, pues cuando compartimos la cruz de Cristo, Dios está siempre con nosotros.

(Estas notas fueron escritas, a partir de la lectura de un texto de Anselm Grün)


martes, 18 de marzo de 2014

MUJERES BÍBLICAS

 Justo al acabar de colgar en el blog la entrada "Cinco nombres para la Cuaresma" me dije: los cinco son hombres. Si bien los modelos bíblicos pertenecen a un mundo patriarcal, y sabiendo esto podemos aprovecharlos por igual hombres y mujeres, me quedé pensando en el tema, y creció el deseo de otros nombres, esta vez femeninos, que reivindiquen lo femenino en este itinerario espiritual. Así, pensé que Adán iba con Eva; Abraham con Sara; Moisés con  María y Séfora; David con Mical o Betsabé. También la historia bíblica recoge nombres femeninos, válidos para pensar y caminar la Cuaresma...

EVA:  la primera mujer. creada a imagen y semejanza de Dios. El hombre al ver la compañia que Dios le ha dado reconoce en la mujer su propia plenitud. La responsabilidad por el pecado es compartida entre ambos, pues por los verbos empleados en el texto todo indica que en el diálogo entre la serpiente y la mujer, el hombre también se hallaba presente. Lamentablemente toda la simbología de estos relatos creacionales ha sido interpretada en detrimento de la figura de Eva, justificando prejuicios contra las mujeres de todas las épocas. Pero Eva es la vida.

SARA:  La vida de Sara aparece muy ligada siempre a la de su esposo; ella también lo deja todo para ponerse en camino. El relato resalta su belleza, frente a la actitud cobarde de Abraham, que la utiliza en su propio beneficio, lastimando su dignidad. También su esterilidad es una carga con la que Sara ha de vivir. La Primera Carta de Pedro la pone como ejemplo de mujer sumisa y obediente, pero Sara es más que eso.  Es una mujer con agallas, que soportó la dureza del exilio, la esterilidad, el abandono, pero que también defendió con valentía su lugar en la historia cuando se sintió amenazada. Hay otra mujer en la historia de Abraham, AGAR, la esclava, víctima de intrigas, es utilizada por unos y por otros, pero sabe atender la voz de Dios en su interior.

MARÍA, la hermana de Moisés: Muchas mujeres acompañan en la Biblia la existencia de Moisés, desde  antes incluso de que este naciera. Sifrá y Puá, las parteras; Jocabed, su madre; María, su hermana; Séfora, su esposa. María, hermana de Moisés, desempeña un papel muy importante en la liberación de su pueblo, y se le llama "profetisa" en la Escritura, es decir, que también ella hablaba de parte de Dios. Aparece siempre sola, pero activa y decidida. Séfora también se destaca cuando salva a Moisés en un pasaje de difícil comprensión, vinculado a la circuncisión.

MICAL y BETSABÉ: mujeres de David; la primera, utilizada para lograr el favor político; la segunda sacada de su matrimonio por puro capricho de poder. Las dos, víctimas de una sociedad en la que no tenían apenas derechos. Pero cada una intenta sobrevivir a su desgracia, y Betsabé bajo el reinado de su hijo Salomón, ocupó un lugar importante en la corte. No son mujeres débiles, pero a la primera se la denigra, y a la segunda no se le da voz.

En el libro de Ezequiel no aparecen mujeres, pero es curioso que sí aparezcan dos imágenes femeninas: una leona y una vid, para ofrecer su mensaje de parte de Dios Resalta el profeta la figura de la madre, que cría y prepara a sus hijos para la vida; en el segundo caso, la vid, frondosa y fecunda, y luego arrancada y llevada al desierto. En el libro de OSEAS, otro de los profetas, la mujer adquiere valor de símbolo, y en el propio Ezequiel encontramos mujeres que profetizan dentro del pueblo.

 No son estos los únicos modelos bíblicos femeninos, sino apenas una pequeña muestra, que ha de servir de atención para leer la Escritura con nuevos ojos. Si bien es un relato fuertemente patriarcal el que hace el Antiguo Testamento, y en alguna medida también parte del Nuevo, las mujeres han estado presentes en la historia de la salvación de forma destacada, y hoy más que nunca necesitamos recuperar ese lugar para ellas en la Iglesia.


¿Ha hecho el Señor alguna diferencia entre el hombre y la mujer? En su amor no conoció ni conoce ninguna diferencia. Y parece que hoy llama a las mujeres, y además en gran número, para tareas muy específicas en su Iglesia”. 

(Edith Stein)

sábado, 15 de marzo de 2014

CINCO NOMBRES PARA LA CUARESMA

 Si tomamos la primera lectura bíblica de los cinco domingos de esta Cuaresma, encontraremos cinco nombres, cinco figuras que pertenecen a la tradición veterotestamentaria. Cada una de ellas simboliza algo particular, nos descubre una referencia concreta en este itinerario de renovación y crecimiento.

1. ADÁN: (Domingo primero)La figura de Adán es el símbolo bíblico del ser humano; la arcilla representa su fragilidad; el aliento que Dios sopla en él, su condición original, su parte divina. En Adán aparecen unidos tierra y cielo, carne y espíritu.

2. ABRAHAM: (Domingo segundo)Simboliza la vocación original de todo ser humano, la llamada interior; es una invitación a que prestemos atención a lo esencial, abandonando o poniendo en segundo plano seguridades y atajos, para ir a lo que realmente nos plenifica, representado en la PROMESA.

3. MOISÉS: (Domingo tercero)Simboliza la capacidad de liderar en la búsqueda de libertad, frente a las muchas esclavitudes que no nos dejan realizar plenamente nuestra vocación original. Es quien guía al pueblo en el desierto, quien garantiza la cercanía y fidelidad de Dios a través de su propia experiencia.

4. DAVID: (Domingo cuarto)Es el rey, figura de quien alcanza ya cierta madurez espiritual, cierta "realeza" , y se sabe elegido para un propósito, a pesar de sus muchas limitaciones. Es dueño de su destino, sabe reconocer sus errores y pedir perdón, pero sigue sintiéndose rey, y reconoce en todo lo que vive una Presencia salvadora.

5. EZEQUIEL: (Domingo quinto)Aparece en representación de los profetas. Es símbolo de capacidad para desafiar lo establecido, para mirar siempre más allá, infundiendo esperanza en los momentos oscuros, y viendo la vida donde no la hay.

 He leído a estas cinco figuras bíblicas como si manifestara cada una de ellas una parte de lo que somos todos. Puede ayudarnos a recorrer el camino hacia la Pascua.

miércoles, 5 de marzo de 2014

PROYECTO CUARESMA 2014

Propuesta de proyecto cuaresmal 2014

«Ningún acto de virtud puede ser grande si de él no se sigue también provecho para los otros... Así pues, por más que te pases el día en ayunas, por más que duermas sobre el duro suelo, y comas ceniza, y suspires continuamente, si no haces bien a otros, no haces nada grande»
(San Juan Crisóstomo)

Propósito general

Vivir la cuaresma a la luz del Evangelio de cada domingo (No hay mejor retiro que seguir la propuesta litúrgica de la Iglesia), y con el auxilio de un maestro, San Juan de la Cruz.

Propósitos específicos

Profundizar mi relación con el Dios de Jesucristo y dejarnos transformar por él.

Revisar cuales son los principales obstáculos con los que nos encontramos en nuestra vida cotidiana como creyentes.

Motivar el encuentro con Jesús por medio de los hermanos, y sus necesidades concretas, en especial en los más pobres o marginados.

Estrategias

1. Meditando el Evangelio de cada domingo durante la semana, partir de la lectura comunitaria para hacer una lectura personal.

2. Promoviendo la experiencia de Dios por medio de la oración y la vivencia de los sacramentos, en especial del la Eucaristía y la penitencia.

3. Elegir un libro como lectura espiritual para este tiempo

4. Comprometernos en alguna labor caritativa o solidaria.

5. Siendo testimonio para la gente que nos rodea, con nuestras actitudes y modo de vivir. 

6. Organizar un retiro como comunidad, tanto con los aspirantes como los frailes (Yo propondría hacerlo juntos).



Temas para la reflexión según el evangelio de cada semana y una frase de San Juan de la Cruz que acompaña dicho tema.

1. Las tentaciones (Desierto)

2. Transfiguración (Montaña)

3. La mujer samaritana (Agua)

4. El ciego de nacimiento (Luz)

5. Resurrección de Lázaro (Vida)

6. Retiro (Hacer resumen de todo el camino, mirando a las celebraciones que siguen)

Frases de San Juan de la Cruz para cada semana

1. Las tentaciones (“La virtud y fuerza del alma en los trabajos de paciencia crece y se confirma”) 

2. Transfiguración (“El que de los apetitos no se deja llevar, volará ligero según el espíritu, como el ave a que no falta pluma”) 

3. La mujer samaritana (“El alma enamorada es alma blanda, mansa, humilde y paciente”) 

4. El ciego de nacimiento (“En la tribulación acude luego a Dios confiadamente y serás esforzado y alumbrado y enseñado”). 

5. Resurrección de Lázaro (“A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición”).


Jesús Romero y Manuel Valls.

martes, 28 de enero de 2014

MAESTROS ESPIRITUALES

El 24 de enero de 1932 nació Henri Nouwen; el 31 del mismo mes, pero de 1915 vino al mundo Thomas Merton. Ellos se encontraron en algún momento de sus vidas, pero el vínculo verdadero, que es espiritual, es más difícil de rastrear en un momento concreto de la historia; se hace evidente cuando nos acercamos a sus vidas, cuando nosotros nos encontramos espiritualmente con ellos, y se convierten ambos en nuestros maestros, en nuestros compañeros de camino. Entre mis rituales personales está el vivir durante estos días, entre el 24 y el 31 de enero, unas jornadas especiales, en las cuales renuevo mi compromiso de trabajar por difundir el mensaje de estos dos amigos de fe, por la sencilla razón de que creo que en él está contenido y encarnado el mensaje liberador de Jesucristo. Cada uno a su manera encontró a Jesús en el camino, Jesús entró en sus vidas y las transformó para que pudieran convertirse en fuente de sabiduría y esperanza para quienes a su vez se encontraran con ellos. Yo me he beneficiado muchísimo del encuentro con Thomas Merton y Henri Nouwen, a través de sus libros he podido conocerles en cierta medida, y aprovecharme además de su rica y honda experiencia espiritual. Ellos, instrumentos de la Gracia de Dios, me han ayudado a transformar el dolor en gozo, el pesimismo en esperanza, la debilidad en fortaleza. Mi acercamiento a ellos no tiene pretensiones académicas, sino espirituales. Quiero conocerlos mejor, leer lo que escribieron, para alimentar mi vida interior y compartir la riqueza de sus vidas en Cristo. 


Mientras reflexiono hoy sobre mi vida, me siento realmente, como el menor de todos los hombres santos de Dios. Mirando hacia el pasado, tomo conciencia de que todavía lucho con los mismos problemas que tenía el día de mi ordenación, hace veintinueve años. A pesar de mis muchas oraciones, mis períodos de retiro, y el consejo de muchos amigos, consejeros y confesores, he cambiado muy poco, si es que algo he cambiado, en mi búsqueda de paz y unidad interior. Soy la misma persona inquieta, nerviosa, intensa, distraída e impulsiva que era cuando comencé este viaje espiritual. A veces, esta obvia falta de madurez interna me deprime mientras estoy llegando a mis años “maduros”.

Pero tengo una fuente de consuelo. Más que nunca, deseo proclamar “las riquezas inconmensurables de Cristo” y echar luz “sobre el trabajo interno del misterio mantenido oculto en Dios, a través de los tiempos”. Este deseo se ha vuelto más intenso y urgente. Quiero hablar de las riquezas de Cristo mucho más que cuando fui ordenado en 1957. Quiero, realmente, hablar alto y claro acerca de las riquezas de Cristo. Lo quiero hacer simple, directa, claramente, y con una convicción profundamente personal. Aquí siento que algo ha crecido en mí. Aquí tengo la sensación de que no soy la misma persona que fui hace veintinueve años”.

Henri Nouwen. 24 de enero de 1986.

“Camino a casa. Un viaje espiritual”. Lumen.


jueves, 2 de enero de 2014

RELIGIÓN Y CULTURA

Creo que lo religioso, si es verdadero, toca la vida de la persona, la transforma en alguna medida. Eso sucede menos cuando lo religioso es mera costumbre o tradición, cuando es más cultura que experiencia personal. En países de tradición católica, entre jóvenes que han recibido formación religiosa en las escuelas, el por ciento de los que se declaran expresamente religiosos es bastante bajo. Y muchos de ellos ven el bautizarse, casarse, o morir con los ritos de la iglesia, como "algo natural", que forma parte de costumbres y tradiciones, recibidas de sus mayores o de uso social, como remanentes de un contexto actualmente superado, pero no como algo que brota "naturalmente" de una seria opción cristiana.
 Los tiempos en que la cultura social era básicamente  católica, donde lo cristiano era "lo natural", están pasando, van quedando atrás. Y eso no tiene que ser necesariamente malo, si al mismo tiempo los que de veras son cristianos, católicos, redescubren su identidad y su lugar en el seno de una sociedad laica, o incluso aconfesional.
Yo, personalmente, no entiendo que alguien reciba un sacramento en la Iglesia, "por una cuestión cultural". Veo bondad en el matrimonio civil si los cónyuges tienen el propósito de amarse incondicionalmente, pero acceder al sacramento exige la fe, una fe vivida, asumida, en el seno de la comunidad eclesial. Pienso lo mismo respecto a la enseñanza de la religión en las escuelas: una cosa es "cultura religiosa", que no implica compromiso personal, y otra cosa es la "fe trasmitida y vivida" por los jóvenes, y eso debe hacerse siempre a nivel de comunidad cristiana viva, en camino, y no en la escuela, como un conocimiento académico más. Confundir estos diferentes niveles puede ser funesto y frustrante. 
 Son conflictos que aparecen regularmente en la prensa que leo, y que tienen su origen, a mi parecer, en la resistencia de muchos a transitar caminos nuevos para presentar el Evangelio de Jesús.

martes, 31 de diciembre de 2013

PARA SER LIBRES...

La religión no es el policía interior en una sociedad más libre o democrática. No sería esa una razón suficiente para que la sociedad moderna tolerara o admitiera la presencia de lo religioso en ella. También un sistema totalitario podría acudir a la religión por el mismo motivo, pero en ese caso la religión funciona también de manera contraria: es la libertad interior frente al policía que está afuera. Lo que digo es: la religión no es simplemente un código moral más estricto. No es eso únicamente lo que tiene para ofrecer al mundo. Es muchísimo más. Me gustó escucharle decir un día a Benedicto XVI que había que presentar primero la belleza de la fe. Hay que presentar la belleza de Cristo, enamorarse de Él, seguirle incondicionalmente, y entonces sus mandamientos se irán haciendo vida en nosotros. Pero, por favor: la religión como policía, NO. Eso no será suficiente nunca para superar la crisis religiosa en la sociedad moderna; el camino es otro: la autenticidad, la transparencia, la radicalidad evangélica, la profunda humanidad de los cristianos, dispuestos siempre a servir y dar la vida Y a la par, menos gruñidos y muecas a la realidad cotidiana, menos desprecio a las cosas del mundo, no mirar desde arriba, por encima del hombro, sino abrazar, compartir, ofrecer, perdonar. Creo que entonces no hará falta ir vendiendo lo religioso como garantía de estabilidad, como modo de conservar el estatus, sino como desafío, como liberación, como levadura transformante de un mundo necesitado de amor.

¡FELIZ 2014!!!!

sábado, 18 de mayo de 2013

ESPÍRITU: AGUA, VIENTO Y FUEGO


Este fin de semana, PENTECOSTÉS, pasar de la Pascua litúrgica a la Pascua de la vida cotidiana.
Pentecostés es salir de nuestros sepulcros de miedo e inseguridad, para vivir en la alegría y la paz del Resucitado. Al mostrar sus heridas, Jesús dice: no hay que temer al dolor y a la muerte, yo estuve en el sepulcro, he salido y he vencido. Ahora todos los sepulcros están abiertos, no teman...

Ser cristiano es vivir sin miedos: es abrirse a la novedad de Dios, a la multiplicidad de sus dones, a la diversidad y a la unidad de su creación. .

Nuevo nacimiento (Bautismo): "Con Espíritu Santo y fuego".
Nueva vida (Evangelio, camino cristiano): "Como el Padre me ha enviado, así les envío yo".
Nueva comunidad (Iglesia): De la torre de Babel a Pentecostés. "A cada uno se le da una manifestación del Espíritu para el bien común"

Tres imágenes para pensar el Espíritu y sus dones:
1. Agua: vida, torrente, limpieza.
2. Viento: brisa, huracán, empuje, confianza.
3. Fuego: Transformación, fortaleza.

"RENUEVA, SEÑOR, LA FAZ DE LA TIERRA"

sábado, 11 de mayo de 2013

ASCENSIÓN DEL SEÑOR

"Ahora que estamos llegando al final del tiempo pascual, vale la pena notar que la Pascua, clave y centro de la fe, punto de partida cronológico y teológico de la fe cristiana, es un acontecimiento de una riqueza tal, que es imposible describirlo con una sola imagen. Por eso celebramos el misterio pascual durante cincuenta días, y luego prolongamos esta celebración cada domingo. Se trata de un acontecimiento único, aunque nosotros, para entenderlo mejor, lo celebremos por etapas. Dicho de otra manera: Viernes Santo, Pascua, Ascensión y Pentecostés son la misma realidad. Se puede hablar de cuatro momentos pero más bien son distintas perspectivas del mismo acontecimiento". (Martín Gelabert, op).

"El tiempo Pascual culmina con dos fiestas: la Ascensión del Señor y Pentecostés. La Ascensión nos muestra el fin de nuestra vida. Jesús ha subido a los cielos con su cuerpo mortal y está ahora junto a Dios, sentado a su diestra. Con esto está ya en Dios una parte de nosotros; una parte ha llegado al cielo, está al otro lado del umbral de la muerte.
 La fiesta de la Ascensión del Señor quiere dirigir nuestra mirada a nuestra meta, al cielo. No queremos distraernos con los asuntos terrenales, sino mirar a Cristo, que está ya junto al Padre.
Lo que a primera vista parece un mensaje moral es en realidad un mensaje liberador, porque para quien puede vivir pensando que su patria es el cielo se relativizan muchas cosas de su vida...".
(Anselm Grün)

En los relatos evangélicos hay una tensión evidente entre la subida de Jesús, al Cielo, a la derecha del Padre, con la pregunta de los ángeles:
"¿Qué hacen ahí mirando al cielo?
Vayan a Galilea, allí le verán". 

Imágenes metafóricas de una realidad que está más allá de nuestra comprensión racional. Misterio de Amor que tratamos de describir a medias. Cielo y Tierra apuntan a una experiencia que supera o no lo inmediato, para alcanzar una VISIÓN.
 Cuando Teresa de Jesús comenta la oración del Padrenuestro, pregunta: ¿Dónde está el cielo? y responde del mismo modo: 
Allí donde está Dios, está el Cielo.  

miércoles, 24 de abril de 2013

CAMINO DE SALVACIÓN.

Benedictus

(Lucas 1,68-79) Es un texto que forma parte de la oración cotidiana de la Iglesia. De tanto repetirlo muchos lo sabemos de memoria, y forma parte de nuestra oración más personal. En estos versos, palabras, imágenes, podemos descubrir nuestro propio itinerario espiritual.
"Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por la boca de sus santos profetas. 
(Alabanza, lo primero, reconocimiento de la salvación en nuestra vida, una fuerza que irrumpe, renueva, transforma, según la promesa milenaria de vida)
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian
;
realizando su misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán. 
(Salvación que implica una fuerza nueva, que brota de la misericordia, otra vez evocando una promesa, para que nada ni nadie pueda hacernos daño)
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días. 
(Sin miedo, porque somos amados, trabajamos por la santidad y la justicia, que han de ir siempre juntas; Dios y el prójimo de la mano, viviendo en la constante presencia de Dios)
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos
,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de los pecados. 
(En esta parte del texto escuché siempre una llamada personal, una vocación concreta, que implica entrega y servicio. Es anuncio de salvación, otra vez, y de perdón, para abrir caminos de luz y de esperanza)
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz".
(En esta parte final se recoge todo lo anterior: misericordia, luz entrañable, que echa fuera el temor y la tiniebla, que conduce por sendas de paz, hacia fuentes de Vida).

martes, 23 de abril de 2013

EDIFICAR...

“Dichosos ustedes porque han creído”

Toda la creación es alabanza; el cielo y la tierra, las aves y las flores; yo quiero alabar como ellas, no haciendo cosas sino siendo lo que soy. ¡Ayúdame, Dios mío, a ser alabanza; a tomar consciencia de que soy piedra viva de un edificio espiritual! Leyendo algunos pasajes bíblico en este día (1Pedro 2, 4-9 y Juan 14, 1-12) me siento invitado a la contemplación del misterio de Cristo y a la alabanza. Estos textos vienen cargados de luz, y me hablan personalmente a mí, invitándome a la conversión.

 “Ustedes también son piedras vivas, que van entrando en la edificación del templo espiritual, para formar un sacerdocio santo, destinado a ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios, por medio de Jesucristo… Dichosos ustedes los que han creído.
Ustedes son estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada a Dios y pueblo de su propiedad, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable”.
 
 Dios tiene un proyecto divino y espiritual para este mundo; Dios cuenta con nosotros para hacerlo. Vemos un mundo egoísta y violento, pero hay otro mundo que construye para el amor. Cada ser humano es una parte importante e insustituible del proyecto de Dios. Nuestra vida es tiniebla, hasta que descubrimos que hemos sido llamados a la luz, a ser luz.
 ¿Cuál es nuestra misión? Edificar un mundo fundado en el Espíritu; ejercer un nuevo sacerdocio; ofrecer un nuevo sacrificio; creer; proclamar el poder de la luz.

¿Cómo edificar? Sentirse piedra viva; parte importante del proyecto. Lo que hago repercute en el todo. Reflexionar en mi vida actual. Convertirme.

¿Nuevo sacerdocio? Estoy puesto en el mundo para interceder por el mundo; “sacerdocio común de los fieles”; ofrecer sacrificios espirituales.

¿Nuevo sacrificio? Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad; “me has dado un cuerpo”, me has dado una vida; me has dado la capacidad de amar. No hay mejor ofrenda que una vida de amor. Es una ofrenda que enriquece al que la da y al que la recibe, que enriquece al mundo.

 ¿Qué hacer? Creer; tener fe, no pasivamente, sino activamente. La fe mueve montañas.

 Nuestra vida ha de proclamar toda ella el poder de la luz. Para eso necesitamos recordar cada día quiénes somos: “Estirpe elegida, sacerdocio real, nación consagrada, pueblo de su propiedad”.

¿Qué significa esto?: Que tenemos un lugar en Dios que nadie nos puede quitar, pero nosotros podemos rechazar si nos negamos a vivir para el Amor, para la luz. (Piedra de tropiezo).

 Hay un Camino que nos lleva al Amor, a la Luz, al Padre, a nuestro Hogar: CRISTO.
 Hay una Verdad que no está en el conocimiento, en la inteligencia, en los dogmas, sino en el corazón, en la confianza, en la sencillez, en el abandono: CRISTO.
Hay una Vida, una única vida, una vida plena, una vida de gozo y paz: CRISTO.

Quien crea en Cristo, Camino, Verdad y Vida, hará las obras que hace Él, y aun mayores. Él es la Piedra Angular, la Vid Verdadera, Vencedor del pecado y de la muerte. Él es el Amor.
(28-abril-2003)

domingo, 31 de marzo de 2013

LA NOCHE DE LA VIDA


En el templo en penumbras suena como trompeta el Pregón Pascual: los cirios en alto, el corazón rebosante de gozo.  Nos sentimos parte de la Iglesia que espera, y así lo expresamos en la oración. Luego, sentados, escuchamos las palabras que narran la historia de un Dios creador, un Dios que llama a buscar siempre lo nuevo, un Dios liberador, enemigo de toda esclavitud, un Dios que promete  no arrepentirse nunca de su alianza con nosotros. 
 Y entonces a toda voz gritamos ¡Gloria! Se encienden todas las luces, y suenan las campanas. 
Somos un pequeño resto en medio de la noche, en un mundo que duerme, y sin embargo tenemos esperanza, porque la Luz va delante de nosotros. El apóstol nos habla del sentido de nuestro bautismo, y tras un Aleluya movido y palmeado el Evangelio proclama: 
 “No tengan miedo”.
 
Esta es la noche de la fe. 
No hay otra como esta. 
Es la noche santa de la Resurrección, 
la noche santa de la Vida.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.