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viernes, 24 de diciembre de 2010

¡Cristo ha nacido hoy… es NAVIDAD!

 
En Navidad, más que nunca, conviene recordar que no tenemos más luz que Cristo, que nos ha nacido hoy.
Recibamos a Cristo para que con toda verdad seamos “luz en el Señor” y para que Cristo brille no solo para nosotros, sino por medio de nosotros, y para que podamos arder todos en la dulce luz de Su presencia en el mundo: quiero decir, Su presencia en nosotros, pues somos Su cuerpo y Su santa Iglesia.
Cristo, luz de luz, ha nacido hoy, y puesto que ha nacido para nosotros, ha nacido en nosotros como luz, y por tanto, los que creemos hemos nacido hoy a una nueva luz. Eso es decir que nuestras almas han nacido a nueva vida y nueva gracia al recibirle a Él, que es la verdad.
La Iglesia nos sumerge en la Luz de Dios que brilla en la oscuridad del mundo, para que seamos iluminados y transformados por la presencia del Salvador recién nacido.
Toda la Bondad, todo el Amor, y toda la Misericordia, toda la Amabilidad del gran Dios, han aparecido ante nosotros en Cristo.
Ha abrazado nuestra pobreza y nuestra pena por amor a nosotros, para darnos Su riqueza y Su gozo. Si deseamos ver a Cristo en Su gloria, debemos reconocerle ahora en Su humildad.
Cristo ha nacido hoy en nosotros, para que aparezca al mundo entero por medio de nosotros. Este día es el día e Su nacimiento, pero todos los días de nuestras vidas mortales deben ser manifestación suya, EPIFANÍA suya, en el mundo que Él ha creado y redimido”.

 
Thomas Merton

miércoles, 22 de diciembre de 2010

AL FINAL DEL ADVIENTO...

-I-
Lo primero, el SÍ de Dios al mundo. Lo necesario, lo vital, el SÍ del hombre y del mundo, a través del hombre, a Dios. El hombre es el encargado del mundo, su administrador. Ha de ponerlo todo al servicio de sí mismo, pero no como dueño, sino como quien ha de rendir cuentas, es decir, responsablemente, pues fue creado libre. En el último domingo de Adviento, aparece MARÍA como figura de ese SÍ necesario, liberador, que lo creado ofrece a su Creador. María es la mujer del Adviento, la que se atreve a esperar, más allá de realidades concretas y turbadoras. Me atrevo a decir que ella es la mujer que sueña, la que ofrece un modelo para el "alma" que acepta entrar en una senda de renovación y encuentro con el Otro, el Infinito, el Inconmensurable. Dice San Bernardo que toda la creación aguardaba expectante la respuesta de María. Pero María no es básicamente la figura única, sino la figura integradora de un SÍ progresivo, un SÍ creciente, un SÍ amoroso; es el asentimiento de una Humanidad que es toda ella Cuerpo de Cristo sin saberlo. María es por eso también imagen de la Iglesia, que también ha de trocar el No en SÍ, que ha de descubrirse día tras día llena de Gracia, y permitirle a su Señor que la transforme nuevamente en lo que Él quiere.
Nosotros también esperamos con María, con la Iglesia, con la Humanidad; anhelamos la novedad de Dios.
¿Encontrará lo nuevo espacio en nosotros?

 
-II-
Se trata de ponerse en camino para salir al encuentro de Cristo que viene. Se trata de un DESPERTAR, para que no nos sorprenda lo que está por venir. Se trata de mantenerse en pie ante el Hijo del Hombre. Estas y muchas otras imágenes, bíblicas, nos ayudarán a preparar un lugar en nuestra vida para CRISTO QUE VIENE. Necesitamos ENSANCHAR EL CORAZÓN, deshacernos de trabas, prejuicios, temores, y SOÑAR CON FUERZA.
He pensado que ISAÍAS desde muy lejos en el tiempo soñó a Jesús.
Luego, JUAN BAUTISTA le preparó el camino, hablando cuando nadie quería escuchar.
Finalmente, MARÍA se ofreció a sí misma para la obra final, Y ENTONCES EL VERBO SE HIZO CARNE.

-III-

Nosotros podemos TRABAJAR POR LA ESPERANZA del mismo modo:
-Soñando como Isaías.
-Preparando el camino, como el Bautista.
- Poniendo la "carne" como María.
Entre unos y otros construimos el Reino.
PERO, dice Juan: "Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron".
DIOS ESTÁ SIEMPRE AHÍ, pero no le vemos. Estamos ciegos, sordos, mudos. Estamos dormidos.
Jesús nos llama a la vida, que brota de nuestra carne bendecida, la que Él bendice. NECESITAMOS LA FE, que mueve montañas. NECESITAMOS LA ESPERANZA, que abre caminos. NECESITAMOS EL AMOR, que, dice el poeta, "convierte en milagro el barro".

martes, 21 de diciembre de 2010

HOMBRE COMO NOSOTROS

“Nuestra incorporación al misterio de Cristo, el don de la vida divina, es una pura manifestación de la caridad de Dios hacia nosotros. En esto es caridad… en que Él nos amó primero. Nunca podemos trepar hasta Él; Él ha de bajar hasta nosotros. Eso es lo más importante en el misterio de Adviento: el descenso de Dios a nuestra bajeza, por puro amor, no por ningún mérito propio. La Divina Misericordia es evidente sobre todo en la ternura con que el Dios infinito atempera la fuerza de Su luz a la debilidad de nuestros ojos y se hace hombre como el resto de nosotros”.

 
Thomas Merton

sábado, 18 de diciembre de 2010

ESPERAR CON MARÍA

Desde hace ya varios años, desde mis tiempos como párroco en la catedral de Matanzas, ciudad situada a unos 100 kilómetros de la capital cubana, acostumbro inaugurar los días navideños con una celebración mariana el 18 de diciembre, invocando a la madre de Jesús con el título de Nuestra Señora de la Esperanza. No hay título más apropiado y más hermoso para la Virgen en Adviento, Madre de Nuestra Esperanza. En el cuarto domingo de este tiempo litúrgico la figura de María de Nazaret cobra especial relieve: ella es la que acoge en su seno fecundo el proyecto de Dios, y con su confianza, su asentimiento, su fidelidad, se hace cooperadora de lo Divino. La imagen de María, que gozosamente espera un hijo, es el símbolo más claro de que siempre hay un mañana. La mujer sabe que tras los dolores del parto llega la alegría de una nueva vida, desbordando futuro. Así entramos en la Navidad: confiando, anhelando, acogiendo, ofreciendo. Así queremos recibir también el nuevo año. Así tendríamos que vivir siempre, como quien se sabe fecundo, portador de vida. Imagino a María, sentada junto a José, al calor de una lumbre, en medio de la noche, contemplando un cielo repleto de estrellas. Ella toma la mano de José y la pasa por su vientre hinchado. ¡Qué gozo pensar en el hijo que va a nacer! Porque, más allá de toda vicisitud, un hijo es un don para el mañana, y todo don ha de ser motivo de alegría y de alabanza.

María y José saben que Dios les ha bendecido, y esperan.
Es humano sentir cierta inquietud ante el futuro que les aguarda, pero no sienten miedo. El hijo por nacer aparta todo temor de sus corazones.
Dios ha hecho una promesa, y ahora la misión es ESPERAR.

jueves, 16 de diciembre de 2010

ESPERANZA

“El ancla en la ventana de la iglesia Antigua Sión, antes de que en 1924 o 1925 fuese destruida por un incendio: tal es el símbolo más antiguo del cual recuerdo haber sido consciente. Me impresionó cuando yo apenas tenía siete o tal vez ocho años de edad, pero no podía saber por qué estaba en la ventana de una iglesia. Tal vez yo ni siquiera sabía qué era. Sin embargo, yo había visto ese símbolo en algún lugar al cruzar el océano (y yo deseaba ser un marino). En cualquier caso, había un ancla en una ventana y yo era consciente de ello. Me he olvidado de casi todos los demás detalles de la iglesia, excepto tal vez un águila en cuyas alas extendidas descansaba la Biblia, aunque tampoco de esto estoy completamente seguro. ¿Hubo allí realmente un águila de ese tipo? Existiera o no, lo importante es que el ancla es un símbolo de esperanza. Esperanza es lo que más necesito yo. Y lo que el mundo necesita más”. (30 de octubre de 1961)
La esperanza es siempre sumamente necesaria, en especial allí donde todo, desde un punto de vista espiritual, parece desesperanzado. Esto es así, precisamente, en la confusión de la política. Esperanza contra toda esperanza de que el hombre sea capaz de desarmarse y de cesar en sus preparativos para la destrucción y de aprender en definitiva que cada uno debe vivir en paz con su hermano. Nunca hemos estado menos dispuestos a hacer esto. Es algo que debemos hacer, y todo lo demás es secundario con respecto a esta necesidad ineludible del hombre”. (27 de noviembre de 1961)

Thomas Merton
"Diarios"

lunes, 13 de diciembre de 2010

A propósito de SAN JUAN DE LA CRUZ.

A propósito de la memoria solemne en el Carmelo de San Juan de la Cruz, mañana día 14, traigo unas citas de Thomas Merton en su libro “Ascenso a la Verdad”, recientemente editado por LUMEN.

“No bien acceda el lector a la sustancia de este libro, comprenderá por qué fue dedicado a Nuestra Señora del Monte Carmelo. Primordialmente, se ocupa de la doctrina del teólogo carmelita san Juan de la Cruz. Por otro lado, bajo su título (entre otros) de Nuestra Señora del Monte Carmelo, la Santísima Virgen es venerada como patrona de los contemplativos y, sobre todo, de quienes tratan de compartir con otros los frutos de su contemplación. El propósito de la Orden fundada en su honor consiste en capacitar a sus miembros para que, bajo la guía de Nuestra Señora, alcancen la cúspide de la contemplación, y para que conduzcan a otros hacia idéntico fin, auxiliados por su intercesión.
No existe miembro de la Iglesia que no le deba algo al Carmelo. Pero hay pocos que deban tanto a los santos del Carmelo y a su Reina como quien escribe. Sobe todo, por así decirlo, este libro fue escrito bajo su dirección y tutela. Problemas técnicos difíciles y otros obstáculos se diluyeron súbitamente después de la festividad de san Juan de la Cruz en 1950 cuando, entre otras gracias, el autor obtuvo una reliquia preciosa del gran místico del Carmelo. A partir de allí la travesía fue relativamente serena y el autor siente la impresión de que su manuscrito final alcanzó la etapa de publicación de manera totalmente inesperada, no debido a sus capacidades sino a pesar de sus limitaciones”.

 
Merton reconoce la influencia que los santos del Carmelo han ejercido en su camino espiritual, y en casi todos sus libros aparece alguna referencia sobre estos. Pongamos algunos ejemplos: en sus “Diarios”, y en particular en “El signo de Jonás”; en “Cuestiones Disputadas”, en “La experiencia interna”. A propósito de Juan de la Cruz también apunta TM en "Ascenso a la Verdad":
“Fuera de su nativa España, San Juan de la Cruz nunca fue un santo muy popular. Su doctrina es considerada como “difícil”, y le exige a los demás la misma austeridad intransigente que él practicó durante su vida entera. Sin embargo, un estudio más ceñido a su doctrina, como el que hemos intentado, probaría que san Juan de la Cruz poseía todo el equilibrio, la prudencia y la “discreción” que caracteriza a la más elevada santidad. No es un fanático aplicado a sobrecargar a sus subordinados con fardos insoportables que acabarían por reducirlos a ruinas morales y físicas. Las exigencias que formula son inflexibles en lo esencial pero flexibles en sus aspectos accidentales. Su único propósito consiste en situar al hombre entero, cuerpo y alma, bajo la guía del Espíritu de Dios. En la práctica, san Juan de la Cruz se opuso inexorablemente al formalismo y la inhumanidad de quienes comparaba con “herreros espirituales” que martillaban violentamente las almas de sus víctimas para hacerlas calzar en algún modelo convencional de perfección ascética. Sabía muy bien que este tipo de ascetismo era uno de los más defectuosos, porque a menudo era una manifestación de incorregible orgullo espiritual. La claridad y la lógica de este carmelita español, sumada a su insuperable y experimentado conocimiento de las cosas de Dios, lo sitúan de lejos como uno de los más grandes y más confiables de todos los teólogos místicos”.

viernes, 10 de diciembre de 2010

10 DE DICIEMBRE

10 de diciembre: fecha fundamental en la biografía de Thomas Merton. Un día como este llegó TM a las puertas de Getsemaní para pedir la entrada en el monasterio trapense. Un día como este también, pero de otro año, 1968, moría Merton en otro continente, Asia, al que había acudido para participar en un encuentro de superiores mayores. Las fechas también tienen su misterio, y me resulta inevitable reflexionar en esta coincidencia: dos momentos cruciales de su biografía, dos puertas, que se abren o se cieran, según la perspectiva con que lo veamos.
Hoy también se celebra el día de los derechos humanos, y anoche, mientras celebraba la Eucaristía, escuchaba los gritos de una multitud enardecida que rodeaba a un grupo de personas que se manifestaban en contra del gobierno cubano.
 Celebrar Adviento supone también solidarizarse con todos los que, en cualquier lugar del mundo, sueñan con nuevos espacios de libertad y comunión.

jueves, 9 de diciembre de 2010

MISTERIO DE ADVIENTO

“El misterio de Adviento se centra en el hecho de que Dios está ahora presente en el Hombre, y los hombres serán juzgados conforme a su aceptación de esta verdad crucial, en todas sus consecuencias. Lo que hacemos al hombre, se lo hacemos a Cristo. Lo que le hacemos al hombre, se lo hacemos a Cristo, el hombre-Dios. De ahí la tragedia de los desórdenes e injusticias actuales. No es sólo que impidan a los hombres hacerse uno en Cristo, sino más bien que desgarran en pedazos a la humanidad, cuando, en el Misterio de Adviento, el hombre ya es uno en Cristo”.

Thomas Merton.
Tiempos de celebración”, 103.

domingo, 5 de diciembre de 2010

ADVIENTO

¡Encanten, Oh cielos, estas noches de invierno
Con vuestra pereza, y sean perfectos!
Vuelen más vívidos en la ardiente tiniebla, mudos meteoros,
Y desaparezcan.
Tú, luna, baja lentamente,
Esta es tu plenitud.
Los cuatro caminos blancos parten en silencio
Hacia las cuatro partes del universo estrellado.
El tiempo cae maná en los rincones de la tierra invernal.
Nos hemos hecho más humildes que las rocas,
Más veladores que las colinas pacientes.
Encanten con vuestra pureza estas noches de Adviento
Oh esferas sagradas,
Mientras las mentes, dóciles como bestias,
Permanecen junto a casa entre el dulce heno;
Y las inteligencias están más silenciosas que los rebaños
Que pacen a la luz de las estrellas.
Oh, viertan vuestra tiniebla y vuestra claridad por vuestros
Solemnes valles,
Oh cielos, y viajen como la Virgen suave,
Hacia el sublime asiento de los planetas,
¡Oh, luna llena, callada como Belén!

Thomas Merton
""Veinte Poemas"
Adonais, 1953.

jueves, 2 de diciembre de 2010

TEN EL VALOR DE ESTAR SOLO (RAHNER).

Ten el valor de estar solo. Sólo si lo consigues realmente, sólo si lo llegas a saber hacer cristianamente, podrás también abrigar la esperanza de regalar un corazón navideño –un corazón dulce, paciente, valientemente recogido, tierno sin melosidad- a aquellos a quienes te esfuerzas por amar. Este es el regalo que debes poner bajo el árbol de Navidad, y de lo contrario serán los demás regalos sólo gastos inútiles que también pueden hacerse en otras épocas del año. ¡Animo, pues!, y aguanta un rato a solas contigo mismo. Quizás tengas, a pesar de todo, un cuarto donde puedas estar solo. O conozcas un camino solitario, una iglesia silenciosa. Ahora no hables ya, no hables contigo siquiera, ni con esos otros con los que disputamos y nos peleamos aunque no estén presentes. Aguarda. Escucha. Y no aguantes ese silencio para hablar después de él. Tienes que adentrarte tanto en él, que te decidas a no salir de él hasta que de la llamada ocurrida en ese silencio, en el seno de la silenciosa infinitud, hayas hecho tu última palabra, la que se mantiene en sí misma, que existe en sí y no para otra cosa, que nadie necesita oír más que aquel para quien vale de verdad. Resiste, pues, y cállate, y espera. No bizquees tras una extraña experiencia mística. De ese silencio no debe brotar otra cosa que la pura sobriedad de la verdad: lo puro y lo callado”.

“El mensaje de la Navidad no resuena tan sólo, ni siquiera por vez primera, en las débiles palabras que caen desde los púlpitos (casi como pájaros helados caen de un cielo invernal), sino que es dicho por Dios en aquel rincón del corazón al que debiéramos habernos recogido, es dicho por la navideña luz de la gracia que ilumina a todo aquel que entra en este mundo. El mensaje del nacimiento del Señor quedaría exterior si fuera dicho para el oído y en conceptos, pero no hubiera entrado y no hubiera sido celebrado en el corazón”.

Kart Rahner

lunes, 29 de noviembre de 2010

TM habla del ADVIENTO

“Nuestro Adviento no es una celebración de valores tradicionales meramente culturales, por grandes y dignos de perpetuación que sean. El adviento no es un mero retorno, una repetición, una renovación de lo antiguo. No puede ser el regreso a la infancia personal o social. La venida del Señor, que es lo mismo que Su “presencia”, es la venida de lo nuevo, no la renovación de lo viejo”.

"Nuestra tarea es buscar y encontrar a Cristo en nuestro mundo tal y como es y no como podría ser. El hecho de que el mundo sea diferente de lo que podría ser no altera la verdad de que Cristo está presente en él, y que Su plan no ha fracasado ni cambiado: en efecto, todo se hará conforme a Su voluntad. Nuestro adviento es la celebración de esa esperanza. Lo que es incierto no es la "venida" de Cristo sino nuestra acogida a Él, nuestra docilidad y capacidad de salir a Su encuentro".
 
“El misterio de Adviento es un misterio de vaciamiento, de pobreza, de limitación. Debe ser así. De otro modo no podría ser un misterio de esperanza. El misterio de Adviento es un misterio de comienzo: pero también es el misterio de un fin. La plenitud del tiempo es el final de todo lo que todavía estaba incompleto, todo lo que todavía era parcial. Es el cumplimiento en unidad de todo lo que era fragmentario.
El misterio de Adviento en nuestras vidas es el comienzo del fin de todo lo que en nosotros no es todavía Cristo. Es el comienzo del fin de la irrealidad”.
 
“Adviento, para nosotros, significa aceptación de ese comienzo totalmente nuevo. Significa una disposición para hacer que la eternidad y el tiempo se encuentren no sólo en Cristo sino en nosotros, en el Hombre, en nuestra vida, en nuestro mundo, en nuestro tiempo. Si hemos de entrar en el comienzo de lo nuevo, debemos aceptar la muerte de lo viejo. El comienzo, pues, es el fin. Hemos de aceptar el fin, antes de poder empezar. O más bien, para ser más fieles a la complejidad de la vida, hemos de aceptar el final en el comienzo, ambos juntos".

 
Thomas Merton
Tiempos de Celebración

domingo, 28 de noviembre de 2010

EN CAMINO

¿En qué lugar oscuro y olvidado, en que gruta o pesebre, vendrá a nacer Jesús esta Navidad? Siempre estamos aguardando lo grande, lo extraordinario, lo popular, y olvidamos que los caminos del Espíritu son otros. Jesús nació en Belén, en una aldea olvidada de Palestina, en una gruta, a la que sólo acudió gente rara, pobre, sencilla. Ellos supieron ver la luz que los guiaba, porque estaban despiertos; ¿Y nosotros? ¿Sabremos ver la luz que nos lleva a lo nuevo? El ADVIENTO es el camino que llega de las tinieblas a la luz; camino de alegría, porque vamos a la Casa del Señor. El ADVIENTO es espera, y es esperanza; es paz, justicia, y es también AMOR. Es el amor que viene, que sale a nuestro encuentro, que descubre la NOVEDAD DE DIOS en el sitio más oscuro de nuestro corazón, en aquello que nos averguenza, allí donde lo habitualmente humano sería no buscar.
Los cuatro cirios de la Corona de Adviento son la luz de la estrella que nos guía a Belén, cada uno de ellos trae un don de Dios para nosotros: Paz, justicia, alegría y amor.
 Cada domingo de Adviento guarda un mensaje:
1- El Señor viene: despierten.
2- Preparen el camino al Señor: Conviértanse.
3- Los signos del Reino en nuestra vida.
4- El fruto de nuestra esperanza.

Deseo a toos los lectores de este blog un provechoso camino de Adviento.
"Caminemos alegres al encuentro de Cristo que nace siempre en nuestras vidas"

jueves, 25 de noviembre de 2010

El CRISTIANO Y EL TIEMPO

“La liturgia acepta nuestra experiencia común y cotidiana del tiempo: amanecer, mediodía, atardecer; primavera, verano, otoño, invierno. No hay razón para que la Iglesia en su oración haga de otro modo con el tiempo, por la simple razón de que la Iglesia no tiene ninguna discordia con el tiempo. La Iglesia no lucha contra el tiempo. El cristiano no considera, o al menos no necesita considerar al tiempo como un enemigo. El tiempo no le hace ningún daño, el tiempo no se interpone entre él y nada que desee. El tiempo no le priva de nada que atesore.
Para comprender la actitud del cristiano y de la Liturgia respecto al tiempo debemos tener una profunda comprensión de la esperanza cristiana y la confianza cristiana. Fundamentalmente, el cristiano está en paz con el tiempo porque está en paz con Dios. No necesita ya tener temor y desconfianza ante el tiempo, porque ahora comprende que el tiempo no es usado por un hado hostil para determinar su vida en algún sentido que él mismo nunca puede saber, y para el cual no puede prepararse adecuadamente. El tiempo ahora ha llegado a un entendimiento con la libertad del hombre. Cuando el hombre no está libre de pecado, el tiempo es enemigo suyo porque cada momento es una amenaza de destrucción: cada momento puede ser aquel en que la irrealidad que ha elegido el hombre, al pecar, se enfrente con el reproche cataclísmico, demostrándosele que es el fruto de la servidumbre, la renuncia a la libertad, la entrega a la determinación por parte de fuerzas inferiores al hombre.
Pero cuando el hombre recobra, En Cristo, la libertad de los hijos de Dios, vive en el tiempo sin predeterminación, porque la gracia siempre ha de proteger su libertad contra la tiranía del mal. El cristiano sabe entonces que el tiempo no murmura una amenaza tácita de esclavización y de destrucción final. El tiempo, al contrario, deja margen a su libertad y a su amor. El tiempo deja libre juego a la gratitud y a ese sacrificio de alabanza que es la plena expresión de la filialidad cristiana en el Espíritu. Dicho de otro modo, el tiempo no limita libertad, sino que le da margen para su ejercicio y para la elección. El tiempo para el cristiano, entonces, es la esfera de su espontaneidad, un don sacramental en que puede permitir a su libertad que se despliegue en alegría, en el virtuosismo creativo de elección que siempre tiene la bendición de la plena conciencia de que Dios quiere que sus hijos sean libres, de que se siente glorificado porque sean libres. Pues Dios se complace, no en dictar soluciones predeterminadas a acertijos providenciales, sino en dar al hombre la oportunidad de elegir y crear por sí mismo soluciones que son gloriosas en su misma contingencia”.

Thomas Merton
Tiempos de celebración”.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

UN TIEMPO NUEVO

“La vida contemplativa debe proporcionar un ámbito, un espacio de libertad, de silencio, en el que se permita a las posibilidades emerger y a las nuevas opciones, más allá de la rutina elegida, hacerse manifiestas. La vida contemplativa debería crear una nueva experiencia del tiempo, no como subterfugio ni inmovilidad, sino como temps vierge, tiempo virginal, no un vacío que llenar ni un espacio intacto que conquistar y violar, sino como un espacio que pueda disfrutar de sus potencialidades y esperanzas, y de su propia presencia a sí mismo. Un tiempo propio, pero no dominado por el propio ego y sus demandas; por lo tanto, abierto a los demás; un tiempo compasivo, arraigado en la sensación de una ilusión común y en la crítica a la misma”.

 
(Nov de 1968)
Thomas Merton.

lunes, 22 de noviembre de 2010

EL AÑO LITÚRGICO

Sugerencias para preparar el nuevo año litúrgico y el Adviento.

El domingo próximo comenzamos el nuevo año cristiano, con el primer domingo de Adviento, y resultará provechoso espiritualmente prepararnos para ello con algunas lecturas. Será un paso más de la “interminable aventura de la vida espiritual”, pues cada año –dice Joan Chittister- es un punto de crecimiento claramente identificable en la vida de una persona. Las celebraciones del año litúrgico tienen el propósito de sintonizar la vida del cristiano con la vida de Jesús, el Cristo, por ello nos sumergen en el sentido y la esencia de la vida cristiana, en un verdadero “ejercicio de maduración espiritual”.
En este blog podrán buscar información sobre el tema en las entradas de los años anteriores, sobre todo textos de TM, y su libro “Tiempos de celebración”, cuya lectura resulta muy apropiada para adentrarse en el sentido de la liturgia cristiana. Es una pena que este título no se haya vuelto a publicar en años recientes; la edición de que dispongo es de 1967. Entre los ensayos que incluye destacaría “Liturgia y personalismo espiritual”, “El tiempo y la liturgia” y “Adviento: ¿Esperanza o engaño?”.
También incluiría la lectura de algunos libros de Anselm Grün, y en primer lugar “Año litúrgico sanador. El año litúrgico como psicodrama” (Verbo Divino, 2002), así como otros escritos suyos que ofrecen pautas para la vivencia cotidiana de la fe. Para este año sumo además un libro de Joan Chittister, del que hice mención en una entrada anterior, “El año litúrgico. La interminable aventura de la vida espiritual”, publicado por Sal Terrae, y que estoy leyendo en este momento. Así, entre lecturas nuevas y relecturas, me preparo para el nuevo tiempo litúrgico, de manera que “pueda desarrollar las dimensiones cósmicas de lo que significa estar vivo en la entraña misma de la vida cotidiana”.
Como sustrato de lo anterior suelo leer cada año la amplia introducción que trae el primer tomo de la Liturgia de las Horas, en las que aparece ampliamente explicado el sentido del ciclo anual de celebraciones en la oración comunitaria de la Iglesia.
Otra sugerencia: suelo revisar cada año a lo largo de esta semana los textos bíblicos que se utilizarán en los cuatro domingos de Adviento, para captar el sentido espiritual del “camino” que voy a emprender. Para cada domingo de este tiempo busco encontrar, para servirme de ello a lo largo de esa semana, un deseo, una suplica, una certeza y un propósito. Podemos hacerlo solos, a nivel personal, o a nivel de grupos en nuestra comunidad religiosa o parroquial.
Es importante que no seamos meramente entes pasivos en este proceso, sino que además de aprovechar los espacios eclesiales, seamos creativos en nuestra vida espiritual

domingo, 21 de noviembre de 2010

CARTAS DE TM

Carta a Clayton Eshelman
Junio de 1963

“Lleva tiempo escribir una carta como la tuya, entre las otras cartas de escritores, y de locos, los lastimados, los ricos con propuestas, y los fanáticos con acusaciones.
Traduje sólo media docena de poemas de (Cesar) Vallejo (creo que todos eran de Poemas humanos) y cuatro estarán en mi nuevo libro (Emblemas de una estación de furia) este otoño, de modo que no estoy exactamente hurgando y haciendo algo. Me alegra saber que tú si. Pienso que todos los poetas de Estados Unidos podrían traducir a Vallejo y no comenzar a captarlo siquiera.
…Esto se debe, creo yo, a que es el más universal, católico en tal sentido (el único sentido real), poeta de estos tiempos, el único poeta desde (¿quién?, ¿Dante?) que se asemeja a Dante. Quizás Leopardi, de quien no leí mucho, y por su puesto Quasimodo tiene algo de eso también.
Lo que quiero decir es que Vallejo es totalmente humano, opuesto a nuestros poetas zombis y a nuestras muchachitas poetas y nuestros incontinentes. Nunca pensé realmente en todo lo que se debe comenzar a decir sobre Vallejo, pero él es formidable y extraordinario, un fenómenos enorme, mucho más magnífico (en el sentido clásico) que Neruda, precisamente porque él es en todo más pobre. No importa lo que hagas con Vallejo, nunca podrán incorporarlo a la estructura de nadie (Neruda se ajustó fácilmente sin causar el más leve problema).
Por lo tanto, pienso que una traducción de Vallejo no es sólo un lindo e interesante albur sino un proyecto de grande y urgente importancia para la raza humana.
Sin embargo, me gustaría ver tus traducciones de Neruda.

En términos de volumen, no he leído todo o siquiera la mayoría de la refinada poesía latinoamericana. Hay demasiado. No creo que ninguno de los que conozco se aproxime a la estatura de Vallejo, pero son admirables en sentidos menos profundos. Nadie podría ser tan directo, e ir tan fondo a corazón de ello, y nunca parar de hacerlo. Pero los latinoamericanos son mejores, como un todo, que los norteamericanos. A Cid Corman no lo conozco. Muchos de los otros, incluso los más sinceros, dan incluso la impresión de estar posando, especialmente en su sinceridad. Ellos simplemente no tienen nada que decir y cuando están indignados uno siente su indignación (en un buen sentido por supuesto) no consiste en más que una justa indignación con ellos mismos y con el hecho de que no son apreciados por todos, todavía.
Vallejo es un gran poeta escatológico, con un profundo sentido del final (y de los nuevos comienzos a los cuales no se refiere). Todos los demás están corriendo alrededor, detonando petardos y proclamando que se trata de un feriado nacional, de una emergencia o alguna cosa. Apenas se arrellanan en una tina de palabras tontas.

A (Hoffman Reynolds) Hays no lo conozco, tampoco vi N(ew) D(irections) 15 con el ensayo “ La pasión de César Vallejo”, y no estoy siguiendo lo que se publica, no estoy bien informado, tú me entiendes.
En cuanto a mi, no voy a traducir algún libro entero de V. pero puede ser que algún día haga una antología de poetas L. americanos que más me gustan, y eso significaría mucho de él. Pero no creo que se superpongan las varias traducciones de un hombre así, especialmente de los Poemas humanos. Podría trabajar más sobre Los heraldos negros porque allí me gusta la manifiesta cualidad inca.
Envíame algo tuyo: no te conozco, aunque tu nombre me es familiar. Raras veces leo revistas, incluso cuando las recibo. Probablemente estuve en algo contigo sin saberlo”.

(Traducción de José Coronel Urtecho)

sábado, 20 de noviembre de 2010

CRISTO REY

Con la celebración litúrgica de “Cristo, Rey del Universo”, la Iglesia cierra el ciclo anual de celebraciones, a través de las cuales va redescubriendo una y otra vez el misterio de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret. Celebrar no supone meramente recordar un acontecimiento pasado, sino volver a vivir, redescubrir, actualizar, y cada eucaristía forma parte del proceso de transformación que todo cristiano encara: el de llegar a ser “otro cristo” para el mundo.
La lectura del libro de Elizabeth Johnson, “La búsqueda del Dios vivo”, publicado por Sal Terrae, que me ha hecho llegar una persona muy importante para mí, va a ayudarme en esta ocasión a comentar, fuera y dentro de la celebración, acerca del sentido de la “realeza” de Jesús. Se trata precisamente de eso: de presentar en nuestra predicación a un Dios que realmente acompañe la vida de los cristianos. Un Dios que no sea mero concepto, sino que camine y respire con los hombres y las mujeres de este tiempo. El libro del que les hablo nos introduce en los caminos más recientes de la teología, que develan nuevas maneras de acercarse a Dios: Dios pobre, Dios mujer, Dios negro, Dios latino, Dios asiático o africano, Dios liberador, Dios de la fiesta, Dios misterio. Dios crucificado, y también Dios creador, Dios Trinitario, Dios de la tradición.
La autora nos ofrece unas “normas básicas para el itinerario” en la exploración de nuevos caminos para buscar a Dios, que resultan iluminadoras:

1. La realidad del Dios vivo es un misterio inefable que está más allá de todo discurso. El Santo, infinitamente creador, redentor e inhabitador, está por encima y tan profundamente dentro del mundo como para ser literalmente incomprensible.

2. Ninguna expresión de Dios puede ser tomada de manera literal. Ninguna. Nuestro lenguaje es, por así decirlo, como un dedo señalando a la luna, no la luna misma. Las palabras humanas sobre Dios nunca han de ser tomadas literalmente.
3. Dado lo anterior, y como no hay un nombre único para expresar la plenitud de Dios, vemos la necesidad de dar a Dios muchos nombres. El ser humano nombra a Dios con una sinfonía de notas. Aun así, tomando mil nombres, imágenes y perfecciones, y sumándolos, no se trasmitiría una comprensión plenamente adecuada. (“Si lo has entendido, no es Dios”).
Con estas coordenadas quiero yo leer este año el significado de llamarle a Cristo, Rey del Universo. En qué sentido es y no es rey Jesús; y las connotaciones negativas de esta imagen, sobre todo en el momento presente. No supone rechazar este título para hablar de Jesús, es uno más entre tantos otro, antiguos y nuevos, pero es una llamada para abrir horizontes a los hombres y mujeres de la Iglesia de hoy. “Y la búsqueda prosigue. Y seguirá haciéndolo mientras el insondable misterio del Dios vivo convoque a los seres humanos al futuro, prometido pero desconocido; lo cual es tanto como decir que proseguirá mientras existan personas”.

jueves, 18 de noviembre de 2010

UN DIOS VIVO 2

Las religiones mueren cuando les fallan sus luces” (Pannenberg). Es decir, cuando su doctrina ya ni ilumina la vida tal como sus miembros, de hecho, la viven. En estos casos, el modo de encontrar lo Santo se ve frenado, no siguiendo el ritmo de los cambios en la experiencia humana. El dinamismo de la historia es inexorable. Algunas personas se aferrarán a la antigua visión, pero eventualmente la mayoría avanzará buscando un sentido último coherente con su experiencia actual de la vida. Entonces las luces de la antigua religión se oscurecen; la deidad se vuelve irrelevante. Este fenómeno no consiste en que los seres humanos dicten a Dios lo que quieren de una deidad, como algunos temen, sino que es una prueba del verdadero Dios. Únicamente el Dios vivo que pasa por encima de todos los tiempos puede interrelacionarse con las nuevas circunstancias históricas que el futuro continuamente aporta. Una tradición que no cambia no puede ser preservada. Cuando las personas experimentan que Dios sigue teniendo algo que decir, las luces permanecen encendidas” (42).

Elizabeth A. Johnson
La búsqueda del Dios vivo
Sal Terrae

martes, 16 de noviembre de 2010

CARTAS DE TM

Carta a Pablo Antonio Cuadra
13 de junio de 1959

"Estamos ambos muy aliviados de escuchar que se encuentra a salvo en Costa Rica. Las noticias sobre la revolución han llegado hasta nosotros, pero la información que obtuve no era favorable: se trata mayormente de un anuncio propagandístico del Gobierno de Somoza, sobre que las guerrillas habían sido erradicadas a gran escala. Espero que no sea cierto. También espero que Estados Unidos no intervenga en apoyo de la tiranía de Somoza. ¿Hay algo que yo pueda hacer? ¿Puedo escribirle a la OEA?
Por cierto, el hermano Lawrence y yo estaremos orando vehementemente, y ya encomendé las intensiones de la revolución al grupo de los novicios. Todos rezamos con vehemencia por usted. Me alegra que no lo hayan arrestado.
Escuché las primeras noticias de la guerra de liberación cuando fui visitado por J. Laughlin, el editor de New Directions. Sucedió que estábamos fuera del monasterio y lo vi en el periódico. Naturalmente, hablamos sobre su trabajo. Él todavía planea el anuario de New Directions para este año e intenta incluir algunos de sus poemas. El libro de poemas no aparecerá hasta el año que viene, pues todavía no completó su plan para la nueva serie de la cual formará parte. De modo que con todo esto, usted deberá tener paciencia. New Directions trabaja con gran lentitud, ya que casi todo es hecho por el propio Laughlin, y él está ocupado con muchas otras cosas además de su propia empresa. Sus poemas le gustan mucho y espera que le mande una copia del libro. Le mostré la que me envió y coincide en que es muy atractiva. Le atrajo el efecto de los dibujos que se utilizaron, y creo que se animará a usar alguno de ellos para su edición.
Y ahora, Pablo Antonio, hay mucho para rezar. Las tiranías y las compulsiones bajo las cuales vivimos en estos días son una afrenta moral para el hombre, la imagen de Dios. Y se está volviendo cada vez más claro que nuestra obligación moral fundamental es resistir la complicidad y la sumisión a cualquier poder abusivo, ya sea físico, moral o espiritual. Y esto es complicado y peligroso a la vez. Se cometerán errores, y la violencia resulta difícil de refrenar. A la vez resulta necesario enfrentar la fuerza con la fuerza, y entonces sólo cabe esperar que la violencia resultante no traspase los límites razonables. En los grandes problemas internacionales del mundo, esta esperanza ya no existe con claridad. En situaciones locales tales cosas son todavía posibles. Que la libertad y la justicia lleguen a Nicaragua, y a todos los estados latinoamericanos. Y que exista una mayor comprensión en todos los ángulos de nuestro continente. Lamento que Estados Unidos asuma una visión de todo con tanta miopía e intereses materiales. Vivimos en tiempos muy malos, y nuestra vocación para redimirlos es algo que casi está fuera de alcance. Nada podemos hacer sin el poder oculto de Dios, y en nuestra época más que en cualquier otra, Dios parece ausente. En esta aparente “ausencia” de Dios debemos seguir adelante con fe, en el peligroso ejercicio de nuestra libertad.
Ahora debo finalizar con celeridad. El Hermano Lawrence le escribirá de inmediato. Rece por mí. Tengo que tomar decisiones muy difíciles. Dios lo bendiga. Por favor envíenos noticias pronto. Espero que sean buenas noticias. Mándenos lo que pueda.

P.D. ¿Podría mandarme información sobre las Islas Com, pertenecientes a Nicaragua?"

sábado, 13 de noviembre de 2010

TESTAMENTO ESPIRITUAL

“Hoy es el primer día de mi año sabático. Estoy emocionado y nervioso, lleno de esperanza y asustado, cansado y con el deseo de hacer miles de cosas. El año que se abre ante mí me parece un extenso campo abierto repleto de flores y semillas. ¿Cómo cruzaré este campo? ¿Qué habré aprendido cuando llegue finalmente al otro extremo?” (15).


Así comienza “Diario del último año de vida de Henri Nouwen” (PPC, 2002). El 2 de septiembre de 1995 Henri comenzó este diario, intentando recoger en él todo cuanto sucediera, y sin saber que seria el último año de su vida entre nosotros. Las casi 300 páginas de este libro nos permiten encontrar al Nouwen de siempre: inquieto, preocupado por muchas cosas, inseguro, pero al mismo tiempo capaz de trasmitirnos fuerza, confianza, deseos de orar y seguir a Jesús, y un montón de cosas más.
Su comunidad de El Arca le dio la posibilidad de tomarse un tiempo para descansar y escribir, que según el mismo Henri apuntara, le hacía libre para luchar con el Ángel de Dios y pedirle una nueva bendición. Es la misma bendición que nosotros recibimos en la lectura de sus escritos, en las intuiciones espirituales que nacieron en medio de sus luchas personales. Detrás de todo lo que Henri dice, está el AMOR, infinito e incondicional de Dios.

“La oración es el puente entre mi subconsciente y mi vida consciente. Conecta mi mente con mi corazón, mi voluntad con mis pasiones, mi cerebro con mi estómago. Es la manera de que el Espíritu dador de vida penetre en todos los recovecos de mi ser. La oración es el instrumento divino de mi integridad, unidad y paz interiores” (17).

“Cada vez estoy más convencido de que es posible vivir las heridas del pasado no como abismos que nunca se pueden salvar, lo cual siempre nos asusta, sino como puertas a una vida nueva. La puerta sin puertas de la filosofía zen y las heridas curadoras de Cristo nos animan a separarnos del pasado y a confiar en la gloria a la que estamos destinados” (133).

Creo personalmente que Jesús se encarnó para abrirnos la puerta de la casa de Dios, y que todos los hombres pueden pasar por esta puerta, conozcan o no a Jesús” (73).

miércoles, 10 de noviembre de 2010

COMO EL PEZ EN EL AGUA

El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal fue novicio trapense, como hemos apuntado otras veces en este blog, bajo la tutela de Thomas Merton; esa experiencia ha sido recogida por Ernesto Cardenal en sus memorias: “Vida Perdida” y “Las Ínsulas Extrañas”. Del primero de estos libros recogemos algunos pasajes:

“No sólo debemos tener paz, me dijo el P. Merton, como yo aquí estoy teniendo tanta paz, sino que también angustia como la demás gente del mundo, porque la angustia es propia de nuestro tiempo”.

“Es muy posible que usted más tarde tenga úlceras, me dijo el P. Merton. Todo su problema es que usted es amado por el amor infinito, y eso es algo terrible (con la erre nuestra mal pronunciada por los norteamericanos)”.

“Nos dijo Merton que a veces se necesita un esfuerzo heroico para recorrer los doscientos metros que hay entre el dormitorio y el coro”.

“Me dice Merton que a los norteamericanos les cuesta mucho acostumbrarse a la vida monástica porque han tenido una vida totalmente desprovista de símbolos. No entienden la razón de ser de ningún símbolo”.

“Hoy le dije a Merton que me costaba mucho hacer el examen de conciencia, los 5 minutos de examen que tenemos al medio día y los 15 en la noche. Y me dijo que no los hiciera, que eso eran inventos de los jesuitas, que los antiguos padres no los tenían. Que el monje vivía siempre bajo la luz de un examen general. Y que no se debía tener ningún ejercicio artificial, sino simplemente vivir. Vivir la vida de los hijos de Dios. Y como el pez dentro del agua no necesita nada para recibir el mar, así no tenemos sino vivir a Dios que nos envuelve por todas partes y dentro del cual nos movemos. Y si no era esta espiritualidad nueva, sino una espiritualidad semijesuitica la que predicaríamos en América Latina, la misma que se predica siempre, no valía la pena ir allá a hacer una fundación. Pero que esta era la razón de hacer una fundación allí: ¿Hay algo más sencillo que un pez en el agua? Me dijo”.

“Vida Perdida”
Ernesto Cardenal
Seix Barral

lunes, 8 de noviembre de 2010

UN DIOS VIVO

“Escuchar a Dios significa, ante todo, reconocer nuestra incapacidad, nuestra estupidez, nuestra ceguera y nuestra ignorancia. ¿Cómo podemos escucharle debidamente si pensamos que somos expertos en materia de religión?” (334)

“Una vez que Dios te ha llamado a la soledad, todo lo que toques te adentrará más en ella. Todo lo que te afecte, te irá convirtiendo en ermitaño, siempre y cuando no insistas en realizar el trabajo por ti mismo, edificándote tu propia ermita”. (374)

“Gran parte de los escritos sobre el sacerdocio no me satisface, y ahora no puedo ni siquiera leerlos. Parecen demasiado técnicos y lo que yo necesito no es literatura, sino al Dios vivo”. (221)

"El signo de Jonás"
Thomas Merton

jueves, 4 de noviembre de 2010

ORACIÓN ES NUEVA VIDA

“La invitación a una vida de oración es la invitación a vivir en medio de este mundo sin quedar atrapados en la red de sus heridas y necesidades. La palabra oración indica una interrupción radical de la obsesiva cadena de dependencias que conduce a la violencia y a la guerra. Representa una entrada en una morada completamente nueva. Apunta a una nueva forma de hablar, de respirar, de estar juntos, de conocer… En definitiva, a una forma completamente nueva de vivir.
No es fácil expresar el cambio radical que representa la oración, ya que para muchos la palabra oración está asociada con piedad, hablar a Dios, pensar sobre Dios, realizar prácticas piadosas, asistir a la liturgia dominical y otras muchas cosas. Todo ello tiene algo que ver con la oración; pero, cuando hablo de la oración como la base del pacifismo, me refiero ante todo al abandono del “lugar donde viven los que odian la paz” para entrar en la casa de Dios. La oración es el centro de la vida cristiana. Es la única cosa necesaria. Es vivir con Dios, aquí y ahora”.

El trabajo por la paz
Henri Nouwen
Sal Terrae, 2005

lunes, 1 de noviembre de 2010

MISTICOS Y MAESTROS ZEN

Uno de mis libros preferidos de TM es, sin lugar a dudas, el titulado “Místicos y maestros zen”, publicado por la editorial LUMEN en 2001. Esta obra de TM data de 1967, y apareció originalmente poco después de la muerte de Merton. Este libro reúne un grupo de ensayos cortos sobre misticismo oriental y occidental, expresión del propósito del autor de encontrar los puntos en común entre las grandes tradiciones religiosas en lo que a vida interior y contemplativa se refiere. La variedad de temas, tratados en un lenguaje sencillo, pero sin perder profundidad, hacen de este texto una lectura agradable e instructiva, y nos introducen en algunas parcelas de la espiritualidad cristiana que no forman parte de nuestras lecturas habituales. Me refiero, por ejemplo, a los místicos rusos o ingleses, así como al monaquismo protestante, y también varios aspectos del budismo zen, del Tao; no falta algún ensayo sobre la tradición patrística, así como la espiritualidad y el mundo moderno.
Existen múltiples razones para interesarse en los místicos ingleses. Poseen un encanto y una sencillez que no es igualada por alguna otra escuela. Podría decirse, también, que generalmente son bastante claros, tienen la cabeza en su lugar y son prácticos, hasta cuando se refieren a los asuntos más sublimes. No parecen haber pensado jamás en su vida con Dios como algo recóndito o siquiera inusual. Simplemente, eran cristianos. Les regocijaba que en Él tuvieran acceso directo al Padre de las Luces”. (140)

domingo, 31 de octubre de 2010

TODOS LOS SANTOS

 "Desde las épocas tempranas de la Iglesia, el calendario litúrgico ha reservado un día para honrar, de forma colectiva, a todos los santos, tanto a los oficialmente reconocidos como a los que sólo Dios conoce. Nos recuerda así que la verdadera sociedad de los santos es mucho más numerosa que la lista de los que han sido formalmente canonizados. Existen muchos santos anónimos que, sin embargo, forman parte de la gran “nube de testigos” y que nos rodean con su fe y valor y participan, así, en la comunión entre los vivos y los muertos.
Esta fiesta colectiva de TODOS LOS SANTOS es también una ocasión para reconocer la diversidad de la santidad. Si bien comparten un cierto are de familia, los santos no se forman en un molde particular. Algunos son reconocidos por su contemplación y otros por su acción; algunos representan un papel público mientras que otros pasan sus vidas en una quieta oscuridad. Algunos demuestran la vitalidad de las antiguas tradiciones mientras que otros son pioneros y proyectan nuevas posibilidades en la vida espiritual. Algunos reciben reconocimiento y honras en vida mientras que otros son despreciados y hasta perseguidos.
La festividad de TODOS LOS SANTOS no honra una sociedad de “inmortales”, muy alejada del reino de la existencia humana común. Los santos no fueron seres sobre humanos, sino quienes realizaron la vocación para la que todos los seres humanos fueron creados y a la que estamos llamados. Nadie está llamado a ser otro San Francisco o Santa Teresa. Pero hay un camino hacia la santidad que reside dentro de nuestras circunstancias individuales, que compromete nuestros propios talentos y temperamentos, que lidia con nuestras fuerzas y debilidades, que responde a las necesidades de nuestros propios prójimos y nuestro momento particular de la historia. La festividad de TODOS LOS SANTOS nos fortalece y anima para hacer camino al andar”.

 

Todos los Santos
Robert Ellsberg.

viernes, 29 de octubre de 2010

LA CASA DEL AMOR


“¿Cómo podemos vivir en medio de un mundo marcado por el miedo, el odio y la violencia, y no ser destruidos por él? Cuando Jesús ora al Padre por sus discípulos responde a esta pregunta diciendo: “No te ruego que los saques del mundo, sino que los protejas del Malo”.
Vivir en el mundo sin pertenecer al mundo resume la esencia de la vida espiritual. Esta nos hace ser conscientes de que nuestra verdadera casa no es la casa del miedo, en la que gobiernan los poderes de odio y la violencia, sino la casa del amor, donde Dios reside.
Apenas hay un día en nuestras vidas sin que tengamos la experiencia interior o exterior de miedos, ansiedades, aprensiones y preocupaciones. Estos poderes oscuros han impregnado nuestro mundo hasta tal grado que nunca podremos escapar totalmente de ellos. A pesar de todo, es posible no pertenecer a estos poderes, no construir nuestra morada entre ellos, y elegir la casa del amor como nuestra morada. Esta elección no se hace de una vez por todas, sino viviendo una vida espiritual, orando en todo momento y respirando así el mimo respirar de Dios. A través de la vida espiritual nos trasladamos poco a poco de la casa del miedo a la casa del amor.
Nunca he visto representada la casa del amor de una manera más bella que en el icono de la Santísima Trinidad, pintado por Andrei Rublev en 1425 en memoria del gran santo ruso Sergio (1313-1392). Para mí la contemplación de este icono se ha convertido poco a poco en un camino para entrar más profundamente en el misterio de la vida divina al mismo tiempo que permanezco totalmente comprometido en la lucha de nuestro mundo lleno de odio y miedo”.

Henri Nouwen
“La belleza del Señor. Rezar con los iconos”
Nancea, 1988

jueves, 28 de octubre de 2010

VIDA SACERDOTAL

De la mano de los libros de Anselm Grün he descubierto maneras nuevas de entender y vivir la fe, pues sabe unir lo espiritual, lo tradicional y lo psicológico de una manera armónica. Uno de los temas que más me ha interesado es su modo de explicar el valor de los ritos, y del último libro suyo que leo quiero dejarles un par de párrafos que considero sugerentes. Al hablar de la vida sacerdotal Grün advierte que lo que dice vale tanto para el sacerdocio común de los fieles como para el ministerio particular ordenado.

“En opinión del psicólogo suizo C. G. Jung, la eficacia de los ritos consiste en que por su medio se derrama energía. El rito sumerge en la fuente de la energía divina, que es siempre capaz de crear porque es inagotable”. (38)

El sacerdote es un experto en ritos. Hoy se ha despertado de nuevo la sensibilidad hacia la eficacia curativa de los ritos. Al empezar y concluir mi jornada con un rito bueno y bonito me experimento como sacerdote. Los ritos abren el cielo sobre mi vida, traen la cercanía sanadora y amorosa de Dios a mi rutina cotidiana: en la mañana gris, en el cansancio de la tarde, al comienzo y al final del trabajo, en la comida común y en cualquier momento del día. Los ritos se tocan con la mano: cojo una piedra, enciendo una vela, acomodo las manos para un gesto, respiro, inhalo y exhalo al tiempo que repito una palabra. En estas cosas tan concretas experimento al mismo Dios como aquel que me promete una vida lograda. En los ritos recuerdo que Dios está en mí y junto a mí, traigo al Dios lejano a mi interior, interiorizo a Dios. El rito logra transformar los estorbos de mi vida cotidiana en un signo del amor tierno de Dios”. (43)

Hablando acerca de la “vida sacerdotal” en este libro, Anselm Grün recuerda que ser sacerdote pertenece sustancialmente a nuestra existencia cristiana, y por ello, aunque escribe desde su experiencia como ministro ordenado, lo que dice vale para todo cristiano o cristiana, que busque vivir esta dimensión de su ser creyente.
Así, además de celebrar los ritos, la vida sacerdotal supone otras dimensiones: transformar lo terreno en divino, dar testimonio, proteger lo divino en el mundo, guardar el fuego del amor, abrir los ojos a la voluntad de Dios, iniciar el camino de ser uno mismo, y decir bien a los hombres.

“Cada uno de nosotros posee un espacio santo, separado de este mundo; el mundo no tiene influencia ni acceso a este lugar. Se trata del santo lugar del silencio interior donde Dios habita. De este espacio sagrado surge la salvación para nosotros”. (44)

“Yo creo que ser sacerdote significa presentar incesantemente a Dios la propia impotencia y alzar ante él las manos vacías. Con todo, creo que mis manos ungidas son un signo de esperanza, ya que trasmiten la bendición de Dios aunque ellas no la experimenten, porque Él no es propiedad de mis manos”. (50)

Anselm Grün.
El orden sacerdotal
San Pablo, 2002.

lunes, 25 de octubre de 2010

SANTIDAD ES AMOR

“La perfección no es para quienes se esfuerzan por sentir, parecer y actuar como si fueran perfectos: es únicamente para quienes son plenamente conscientes de que son pecadores, como el resto de los seres humanos, pero pecadores amados, redimidos y cambiados por Dios. La perfección no es para quienes se aíslan en las torres de marfil de una imaginaria impecabilidad, sino únicamente para quienes se arriesgan a empañar su supuesta pureza interior, sumergiéndose plenamente en la vida como hay que vivirla inevitablemente en este imperfecto mundo nuestro: la vida con sus dificultades, sus tentaciones, sus decepciones y sus peligros. La perfección no es tampoco para quienes viven sólo para sí mismos y se ocupan únicamente del embellecimiento de sus almas. La santidad cristiana no es meramente un asunto de recogimiento u oración interior. La santidad es amor: el amor a Dios por encima de todos los demás seres, y el amor a nuestros hermanos en Dios. Tal amor exige, en último término, el completo olvido de nosotros mismos” .

De “La vida silenciosa”, 25-26.
Thomas Merton.

domingo, 24 de octubre de 2010

Este domingo...

 A propósito de la Parábola del fariseo y el publicano que leemos este domingo en la Eucaristía, sirva este texto de TM como comentario:

"La fe personal y la fidelidad a Cristo no bastan para hacer de nosotros cristianos perfectos. Nosotros no vamos a Él como individuos aislados, sino como miembros de su cuerpo místico. Sin amor y compasión por los demás, nuestro aparente "amor" aparente a Cristo es una ficción".

 Thomas Merton.

sábado, 23 de octubre de 2010

SEMILLAS....

"Reza mejor el que no sabe que está rezando"
(San Antonio de Padua).

"No es la montaña lo que conquistamos, es a nosotros".
(Sir Edmund Hillary).

"Si usted no cree en sí mismo, ¿quién demonios lo va a hacer?"  (Tom Clancy).

"No saber es malo, no querer saber es aún peor"
(Proverbio africano).

"No es la respuesta la que arroja la luz, es la pregunta"
(Antiguo proverbio).

"El dolor es vida, y cuanto más agudo sea el dolor, más pruebas hay de estar vivo"
(Charles Lamb).

"Siempre en medio, en el epicentro de tus problemas, es donde encuentras la serenidad"
(Antoine de Saint Exupéry).

"No esperes el juicio final, ocurre cada día"
(Albert Camus).

viernes, 22 de octubre de 2010

VIVIR.

La vida no tiene que ser considerada como un juego en el que se puntúa y alguien gana. Si estás demasiado interesado en ganar, nunca te divertirás jugando. Si estás demasiado obsesionado con el éxito, te olvidarás de vivir. Si sólo has aprendido cómo triunfar, es probable que hayas desperdiciado tu vida”.
 (AMAR Y VIVIR, 20).

Thomas Merton

jueves, 21 de octubre de 2010

Artículo sobre TM en revista universitaria.

 Había comentado sobre una publicación de "Comillas" que traía un artículo sobre TM. Efecivamente, se trata de "Thomas Merton: peregrino en busca de vida interior", de Elvira Ródenas. Según he podido leer en las primeras páginas se trata del mismo tema de su tesina en esa universidad española, en la línea de la antropología y la espiritualidad.

HISTORIA ZEN

“Una habitación en Butler Hall, con vistas sobre los edificios del campus, Daisetz Suzuki, con sus cejas grandes y tupidas y su audifono que no le ayudaba en nada, pues Mihoko, su guapa secretaria, tenía que repetirle todo. La secretaria estaba preparando el té. Una ceremonia, pero nada, de lo más informal, pues no había ritos ni reglas. Yo me bebí el té, todo lo reverente y atento que pude. La secretaria se fue a otra habitación. Suzuki, mientras yo esperaba que ella se fuera, tomó su taza y la vació de un trago.

Inmediatamente fue como si nada hubiera ocurrido en absoluto y como si la habitación hubiera volado fuera del edificio. Pero en realidad no había sucedido nada. Un hombre zen, anciano, muy anciano, de tupidas cejas se había bebido una taza de te con el completo descuido de un niño y, al mismo tiempo, declaró con la mayor decisión:
- ¡Esto no es importante!

La función de una universidad es enseñar a un hombre cómo beberse una taza de té, no porque eso, o algo, sea importante sino porque es corriente tomar té, como cualquier otra cosa bajo el sol. Y sea lo que sea lo que hagamos, cada acto, por pequeño que sea, puede enseñarnos algo…” (AMAR Y VIVIR, 22-23).

Thomas Merton

martes, 19 de octubre de 2010

EVITAR EL ÉXITO

“Hace unos años un hombre que estaba recopilando un libro titulado Éxito, me escribió pidiéndome que contribuyera con una declaración sobre cómo tener éxito. Le contesté indignado que no estaba en condiciones de considerarme “un éxito” en ningún término que tuviera el menor significado para mí. Juro que me he pasado la vida evitando el éxito enérgicamente. Si una vez escribí un betséller  fue puro accidente, debido a la falta de atención y a la ingenuidad, y tendré buen cuidado de no volver a hacerlo en el futuro. Si tenía un mensaje para mis contemporáneos, le dije, sería seguramente este: sed cualquier cosa que os guste, locos, borrachos, bastardos y malos de cualquier clase y condición, pero a toda costa evitad una cosa: el éxito. Tras esa respuesta no volví a saber nada más de él y no tengo constancia de que mi contestación fuera publicada con los otros testimonios”.  (AMAR Y VIVIR, 18).

Thomas Merton

lunes, 18 de octubre de 2010

LIBROS DE THOMAS MERTON

Respondiendo a uno de los lectores del blog, efectivamente, Ediciones ONIRO ha publicado varios títulos de Thomas Merton, que cito a continuación:



1. “Gandhi y la no violencia” (Una selección de los escritos de Mahatma Gandhi, editados por TM, y con prólogo suyo), 2000. Merton recoge en este libro las más significativas declaraciones del líder del movimiento nacionalista indio y apóstol de la no violencia, sobre este tema, destacando la validez universal de los postulados gandhianos y su relación con las grandes tradiciones religiosas.


2. “Leer la Biblia”, 1999. Merton presenta aquí una apasionada y a la vez que crítica introducción, o invitación, a uno de los textos fundamentales de la cultura occidental.


3. “Reflexiones sobre Oriente”. La filosofía oriental a la luz del misticismo occidental. (Incluye prólogo de George Woodcock, “Thomas Merton y los monjes de Asia”), 1997. La selección de textos no convence mucho, a mi juicio, le falta orden y mayor claridad. Se trata de reflexiones de TM en torno a as religiones y filosofías de Oriente.


4. “Dos semanas en Alaska”. Diario, cartas, conferencias. 1999. En 1968, el mismo año de su muerte, TM pasó dos semanas en Alaska, como etapa preliminar de su viaje a Oriente. Este libro recoge el diario que Merton llevó durante esos días, las 16 cartas que escribió y las ocho conferencias que allí impartió. Son estas conferencias lo mejor del libro.


5. “La experiencia interna”, 2004. Esta obra, que en principio no se edito en forma de libro por voluntad expresa de su autor, es un acercamiento a la contemplación, tratando de hallar los puntos comunes en la tradición occidental y la oriental.


6. “Diarios”, en 2 volúmenes (1939-1960 y 1960-1968), 2001. Estos dos volúmenes nos acercan al mundo íntimo de Merton, y constituyen un verdadero testamento, que nos deja asomar l corazón y la vida de un hombre excepcional.


7. “Amar y vivir”. El testamento espiritual de Merton, 1997. Recopilación de siete textos breves y esenciales de TM, centrados en problemas fundamentales de nuestro tiempo.

En los próximos días les comparto algunos textos de este último libro citado.

jueves, 14 de octubre de 2010

SANTA TERESA.

Tener una santa osadía: "Dios nos libre, cuando algo hiciéramos no perfecto, decir: no somos ángeles, no somos santos; mirad que, aunque no lo somos, es gran bien pensar, si nos esforzamos, lo podríamos ser, dándonos Dios la mano; y no hayáis miedo que quede por Él, si no queda por nosotros. Esta presunción querría yo en esta casa, que hace siempre crecer la humildad: tener una santa osadía que Dios ayuda a los fuertes y no es aceptador de personas". (Camino)

Un gran tesoro: "No se espanten de las muchas cosas que hacen falta para comenzar este viaje divino, que es camino real para el cielo. Se gana, yendo por él, gran tesoro; no es mucho que cueste mucho a nuestro parecer. Tiempo vendrá que se entienda cuán poco es todo para tan gran precio". (Camino)

Una gran determinación en el seguimiento de Cristo: "Digo que importa mucho, y el todo, una grande y muy determinada determinación de no parar, venga lo que viniere, suceda lo que sucediere, trabajase lo que se trabajare, murmure quien murmure, siquiera llegue allá, siquiera se muera en el camino o no tenga corazón para los trabajos que hay en él, siquiera se hunda el mundo. Ningún caso hagan de los miedos que les pusieran, ni de los peligros que os pintaren. Que no les engañe nadie en mostrarles otro camino sino el de la oración". (Camino)

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.