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viernes, 10 de diciembre de 2010

10 DE DICIEMBRE

10 de diciembre: fecha fundamental en la biografía de Thomas Merton. Un día como este llegó TM a las puertas de Getsemaní para pedir la entrada en el monasterio trapense. Un día como este también, pero de otro año, 1968, moría Merton en otro continente, Asia, al que había acudido para participar en un encuentro de superiores mayores. Las fechas también tienen su misterio, y me resulta inevitable reflexionar en esta coincidencia: dos momentos cruciales de su biografía, dos puertas, que se abren o se cieran, según la perspectiva con que lo veamos.
Hoy también se celebra el día de los derechos humanos, y anoche, mientras celebraba la Eucaristía, escuchaba los gritos de una multitud enardecida que rodeaba a un grupo de personas que se manifestaban en contra del gobierno cubano.
 Celebrar Adviento supone también solidarizarse con todos los que, en cualquier lugar del mundo, sueñan con nuevos espacios de libertad y comunión.

2 comentarios:

Manuel dijo...

El 10 de diciembre es una fecha importante en la vida de Thomas Merton. Ese día llegó a Getsemaní para quedarse definitivamente. Ese día, en 1968, acabó su vida, de forma absurda, en Bangkok. También el 10 de diciembre es el día de la lucha por los derechos humanos. Me gusta relacionar ambas cosas, porque TM fue un gran humanista, que pudo descubrir a través de su experiencia religiosa la belleza del ser humano. Creo que todo camino espiritual ha de ser humanizador, plenificador de lo humano; una religiosidad que reniega de nuestra humanidad no será nunca auténticamente cristiana. (Entrada de este día el pasado año)

San dijo...

Es cierto, hay coincidencias en la vida que trascienden la racionalidad y los cálculos, son misterio. Casi todo lo verdaderamente extraordinario, lo que provoca auténtica transformación, tiene algo de inexplicable, de inefable. Y el más total y pleno misterio es Dios, la Presencia en todo lo creado.
En esta fecha, TM, encuentra dos puertas. Las interpretaciones pueden abrirlas o cerrarlas, pero siempre una puerta significa una posibilidad que se abre en el muro, eso ya es una forma, un principio de liberación para el conjunto de la estructura.
Y, desde luego, completamente de acuerdo, en que optar por Cristo implica ser y actuar radicalmente de modo solidario. Y, sin duda, una manera de serlo es colaborar en que se cumpla el derecho de todos los seres humanos de ser libres y disfrutar de igualdad de derechos, porque sin ellos no se vive en situación de dignidad. Sentirnos y obrar en comunión con quienes denuncian vulneraciones de esos derecho fundamentales, sea cual fuere el marco geográfico o institucional (incluido el religioso) en los que no se respetan, son parcialmente reconocidos o se recurre a imposturas o manipulaciones argumentales de cualquier tipo para eludirlos.
También me identifico con la opinión que haces en tu comentario, Manuel: "Una religiosidad que reniega de nuestra humanidad no será nunca auténticamente cristiana".

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.