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jueves, 29 de agosto de 2019

ESE MOMENTO DEL AMANECER...

"Los primeros gorjeos de los pájaros al despertarse: «le point vierge» (el punto virgen) de la aurora, un momento de pavor e inefable inocencia, cuando el Padre abre en silencio sus ojos y ellos le hablan, preguntando si es el momento de «existir». Él les dice: «¡!». Acto seguido, los pájaros, uno a uno, despiertan y empiezan a cantar. Primero los tordos y cardenales y algunos pájaros más que yo no sabría identificar. Más tarde, los gorriones, los reyezuelos, etc. Y al final de todos, las palomas y los cuervos. 

Con los pelos casi de punta y los ojos de mi alma abiertos de par en par, estoy presente, sin saberlo, en este inefable paraíso y contemplo este secreto, un secreto a voces que está a disposición de todo el mundo, gratis, y al que nadie presta atención

¡Oh, paraíso de sencillez, de autoconciencia –y de autoolvido–, de libertad y de paz! En esto he comprendido cuán irreales y estúpidas son mi rebeldías y, a la vez, cuán inevitable es la presión y la artificialidad de ciertas situaciones que «tienen que darse» por ser oficialmente sacrosantas. A pesar de todo, no hay necesidad de rebelarse, sino únicamente de pedir misericordia. Confiar en la misericordia, que es lo que yo no he hecho".

Thomas Merton
Diarios

sábado, 24 de agosto de 2019

LA VIDA ES UNA CONSTANTE PARADOJA

Frente a la pregunta característica del yo religioso, siempre preocupado, o incluso obsesionado, por su "salvación", Jesús anima a "entrar por la puerta estrecha". La expresión alude a la puerta más pequeña que daba acceso a las ciudades amuralladas. 

La vida es una constante paradoja. Y cualquier persona que se aventura por el llamado "camino espiritual" es sorprendida por la presencia de esas paradojas a cada paso de la marcha. Una paradoja es una contradicción aparente que, al ser asumida, se resuelve en una verdad mayor: perder y ganar, el rayo de tiniebla, la soledad sonora, la música callada, el vacío pleno, subir es bajar, morir es vivir... La paradoja, que aflora en cada palabra sabia, no es sino reflejo de la polaridad de lo real, y de la naturaleza también polar del ser humano. Y nos indica que la resolución adecuada no pasa por suprimir uno de los dos polos, sino por abrazar ambos en una unidad mayor, en el nivel no-dual. La imagen de la "puerta estrecha" evoca la necesidad de "soltar" todo como medio para experimentar la Vida que somos. Cuanto más soltamos, más fuertes somos. Al soltar todo -eso es la muerte- se nos regala la vida.

Enrique Martínez Lozano
"Otro modo de leer el Evangelio"

viernes, 23 de agosto de 2019

SABER QUE CRISTO SOY YO

En Adán está toda la humanidad, y también toda la humanidad está en Cristo. Cada ser humano, hombre o mujer, es Adán y es Cristo al mismo tiempo. Es consolador saber que Cristo vino para mí, pero aún más liberador saber que Cristo soy yo. Aquí se da el paso de una religión consoladora a una espiritualidad que transforma y libera. Esto complementa lo que he pensado antes: que Cristo es Señor, pero primero es maestro; no vino simplemente para que le recemos, sino para que aprendamos de él, para que nos descubramos en él. La religión tradicional nos ensena a rezar, siempre Cristo allá y yo aquí, pero no a descubrirme Cristo, a encontrarme a mí mismo en su camino con el Padre. Esa es la verdadera conversión: no un mero cambio de conducta, sino de esencia y de sentido; va más allá del arrepentimiento por lo mal hecho. Es un renacer, un descubrirse nuevo, un despertar de lo divino que hay en nosotros.

(Fr. Manuel de Jesús, 2017)

domingo, 18 de agosto de 2019

SILENCIO CREATIVO CRISTIANO

"Imagínense a un hombre a un grupo de personas, solos o juntos en un lugar tranquilo donde no se puede oír la radio ni música de fondo, sentados simplemente una hora, o media hora, en silencio. No hablan. No rezan en voz alta. No tienen en sus manos papeles ni libros. No están escribiendo ni leyendo. No se ocupan en nada. Se limitan a penetrar en sí mismos, pero no para pensar de modo analítico, ni para examinarse, organizarse o planificar algo; simplemente para ser. Quieren estar juntos en silencio. Quieren sintetizar, integrarse a sí mismos, redescubrirse ellos mismos en una unidad de pensamiento, voluntad, entendimiento y amor que vaya más allá de las palabras, más allá del análisis, incluso más allá del pensamiento consciente. Quieren rezar, pero no con los labios sino con sus corazones silenciosos, y más allá aun, con el verdadero fundamento último de su ser. ¿Qué podría mover a la gente de nuestro tiempo a hacer una cosa así? ¿Lo hacen movidos por un sentido de humana necesidad de silencio, de reflexión, de búsqueda interna? ¿Quieren alejarse del ruido y la tensión de la vida moderna, al menos durante un rato, para relajar sus mentes y voluntades, y buscar un sentido bendito y saludable de unidad interior, reconciliación e integración? 

Estos son, ciertamente, un buen número de motivos suficientes. Pero para un cristiano aún hay motivos más profundos que estos. Un cristiano puede realizarse a sí mismo, si es llamado por Dios a periodos de reflexión y silencio, de meditación reflexiva y de “escucha”. Nosotros tal vez somos demasiado habladores, demasiado activos en nuestro concepto de la vida cristiana. Nuestro servicio a Dios y a la Iglesia no consiste sólo en hablar y hacer, sino también en períodos de silencio, en los que escuchamos y esperamos. Quizá sea muy importante, en nuestra época de violencia e intranquilidad, redescubrir la meditación, el rezo intuitivo, íntimo y silencioso, el silencio creativo cristiano

(Thomas Merton, Amar y Vivir).

LA IDENTIDAD ÚLTIMA DEL SER HUMANO

"La espiritualidad de Merton de una u otra forma gira enteramente en torno a la cuestión de la identidad última del ser humano. El mensaje de Merton es que somos uno con Dios. A lo que Merton repetidamente nos conduce es a percatarnos de que nuestro yo más profundo no es tanto nuestro propio yo como el yo que es uno con «el Cristo Resucitado e Inmortal en quien todo está realizado en el Uno».

Merton nos lleva a un viaje a Dios en el que el yo que emprende la andadura no es el yo que llega. El yo que inicia el viaje es alguien que creíamos ser. Es el yo que va muriendo en el camino hasta que al final no queda «nadie». Ese «no yo» que queda es nuestro verdadero yo. Es el yo previo a esto o aquello. Es el yo en Dios, el yo más grande que la muerte y que, con todo, nace del morir. Es el yo que el Padre ama sin fin".

James Finley
El palacio del Vacío de Thomas Merton
Sal Terrae

EL CAMINO QUE LLEVA AL CAMINO...

"Las personas cristianas sin duda conocen el camino al Padre, pero para que ese conocimiento sea verdadero y portador de vida, cada una de ellas ha de encontrar su propio camino hasta el Camino que es Cristo. El cristianismo es mucho más que una expresión de amor fraterno envuelta en jerga religiosa. Es mucho más que filantropía salpicada de agua bendita. Es esencial que cada persona ofrezca una respuesta personal a Dios en Cristo. Hay que asumir un riesgo. Hay que emprender un viaje".

James Finley
El palacio del Vacío de Thomas Merton

domingo, 11 de agosto de 2019

"EL SILENCIO, LA DICHA"...NUEVO LIBRO DE THOMAS MERTON

En estos días de distracción mecánica y absurda, necesitamos imperiosamente encontrar razones convincentes que nos muevan a apagar nuestros teléfonos y reconectar con nuestro verdadero yo espiritual. Editado con motivo del 50 aniversario de la muerte de Thomas Merton, El silencio, la dicha es una invitación a aminorar el paso y aflojar el ritmo, respirar hondo, reservar un espacio para el silencio y abrirnos de par en par a la dicha.

Poeta, monje, consejero espiritual y crítico social, Merton es una figura única e irrepetible del siglo XX –querido de una forma igualmente única y excepcional– y este pequeño “rosario” de devociones reúne sus poemas y prosa más queridos. Extraídas de clásicos como Nuevas semillas de contemplación (1962) y El camino de Chuang Tzu (1965) además de otros escritos menos famosos, las páginas que figuran en El silencio, la dicha ofrecen al lector una quietud profunda y sosegada, raptos de alabanza extática, palabras intemporales de sabiduría y una jovialidad amable y franca. Maná para los entusiastas consagrados de Merton y un cálido abrazo para los noveles y principiantes, esta pequeña selección constituye un don maravilloso.

A raíz de su conversión al catolicismo, Thomas Merton (1915-1968) ingresó en 1941 en la abadía cisterciense de Nuestra Señora de Getsemaní y en 1949 fue ordenado sacerdote. Durante los años 60 se sintió cada vez más atraído por el diálogo interreligioso entre las religiones orientales y occidentales, además de por cuestiones relacionadas con la guerra y el racismo. En 1968, el Dalai Lama elogió a Merton por tener un conocimiento más profundo del budismo que ningún otro cristiano que él hubiera conocido.

sábado, 10 de agosto de 2019

ESCUCHAR LA VOZ DEL ANHELO O POR QUÉ MEDITAR

"¿Por qué meditar en unos tiempos como estos? Porque el Anhelo no cesa. El anhelo de comprender qué somos y cómo vivimos en coherencia con ello;  no meditamos para sentirnos bien, ni para pacificarnos o aliviar el estrés. Meditamos para vivir lo que somos. Meditar es vivir conscientemente, es serEl ser humano puede durante un tiempo alejarse de si mismo, perderse en los vericuetos de su mente pensante o extraviarse en compensaciones que lo adormecen, pero no podrá dejar de escuchar la voz del Anhelo que lo llama a casa, a vivir con consciencia, libertad y plenitud.

Es normal que, mientras somos jóvenes, busquemos fuera lo que imaginamos que nos llenará. Pasada una cierta edad, y tal vez alguna crisis, la mirada se dirige hacia adentro. En ese momento, suele ocurrir que se busque el camino del conocimiento de sí mismo, de la interioridad, el camino de la meditación.
En realidad se trata de la búsqueda primera del ser humano, y que se traduce en la pregunta: ¿qué soy yo?, y que introduce en el camino de la espiritualidad genuina. La espiritualidad consiste en responder adecuadamente a esa pregunta.

Si por espiritualidad, en el sentido genuino del término, entendemos la comprensión profunda (experiencial, vivencial) de lo que somos, la práctica meditativa es el camino para avanzar en esa comprensión. Así entendida, la práctica es el medio para aprender a acallar la mente. Ya que como decía krishnamurti, "solo una mente en silencio puede ver la verdad, no una mente que se esfuerza por verla".

Hablando con propiedad, la meditación es infinitamente más que la práctica. La meditación hace referencia a un estado de consciencia que, trascendiendo la mente,nos conduce del "estado mental" al "estado de presencia". En ese sentido, meditación y espiritualidad serían prácticamente equivalentes, y podrían plasmarse en la comprensión y la vivencia de lo que somos en profundidad.


En su sentido original, la meditación trasciende las religiones. Es la práctica de acallar la mente y, por tanto, las creencias, dado que toda creencia es solo un constructo mental. Las "religiones" son lecturas mentales de esa dimensión profunda de lo humano y de lo real, a las que nos referimos con el término "espiritualidad". Lógicamente, tales lecturas son legítimas, siempre que no se absoluticen y confundan lo que es una creencia con la verdad.

Si cada creencia es un mapa, circunscrito a las personas que aceptan su credo, la espiritualidad se refiere al territorio, y es por tanto abierta y universal. Los mapas resultan peligrosos cuando se absolutizan, porque confunden y fanatizan. La sabiduría nos invita a vivir el paso de los mapas religiosos al territorio común y compartido de la espiritualidad.

En el caso cristiano, habría que distinguir la oración (reflexiva, afectiva, personal) de la contemplación sin objeto. En este último caso, será equivalente a la meditación. Meditación o contemplación, en cuanto prácticas, son el camino para silenciar los pensamientos, los deseos y el protagonismo del yo. Gracias a ellas se nos regala el acceso al estado meditativo o contemplativo, la "vuelta a casa". La identificación con el yo y su protagonismo, que paradójicamente suele ser muy fuerte también en el campo religioso, nos alejan de nuestra verdad, nos mantienen en la ignorancia y perpetúan la confusión y el sufrimiento. Solo el silencio del yo - de la mente, de la voluntad, del protagonismo en la acción- nos abre a la comprensión y vivencia de nuestra verdad: porque, más allá del yo y de las formas en que nos experimentamos, somos Silencio consciente".

Enrique Martínez Lozano
Revista Vida Nueva

(Fotografías: Yazmi Palenzuela Valls)

viernes, 9 de agosto de 2019

EL PROBLEMA DE LA SOMBRA (2)

No son solamente los reveses sufridos en la vida los que alimentan la fuerza de la sombra. Existe también todo cuanto destruye nuestra confianza original. Todo cuanto hubiera debido suscitar nuestra resistencia, sin que se haya producido ninguna reacción; todo cuanto a limitado nuestras naturales reivindicaciones legítimas. Todo esto se transforma en una agresividad  asfixiada que perturba el inconsciente. Mucho más de lo que sospecha y de lo que quiere darse cuenta, el hombre está cargado de una animosidad inconsciente que puede llegar hasta el odio contenido. Para Oriente, este odio, junto con la avidez y la ignorancia (ignorancia del Ser esencial) es uno de los tres pecados capitales del hombre prisionero de su yo. 

Las reacciones reprimidas a las ofensas, a los ataques, a las decepciones y a las resistencias del mundo no son la única causa que engendra el poder de la sombra. Son también esos llamamientos hacia cosas bellas que nos hubieran aportado alegría y que no hemos aceptado. Porque no nos hemos atrevido a emprenderlas -también por cobardía, debilidad o por razones morales- una parte de vida no vivida engendra amargura

 Sea cual fuere la vida reprimida que envenena el inconsciente, representa siempre un obstáculo a la manifestación del ser esencial. Liberarse de ese obstáculo no significa solamente resolver las tensiones originadas por la fuerza de la sombra. Se necesita también conseguir su transmutación e integrar las energías que encierran

Karlfried Graf Dürrckheim
Meditar, por qué y cómo
Mensajero


miércoles, 7 de agosto de 2019

CREAR UN CLIMA FAVORABLE AL ESPÍRITU

"Mientras me hacían la tonsura esta mañana, observaba a los novicios moviéndose por todas partes mientras se preparaban para el trabajo: de pie con sus remendados trajes de faena y sus divertidas capuchas, algunos se mostraban muy recogidos, otros muy eficientes, y la mayoría de ellos completamente felices. Me impresionó contemplarlos y tomar conciencia de los múltiples obstáculos que todos ponemos en nuestro camino con un inútil bagaje espiritual. ¡Qué difícil resulta tratar de ayudarles añadiendo nuevo peso a ese bagaje, en lugar de aligerárselo...!

Al menos, puedo amarlos y, de esa manera, crear o mantener vivo un clima que sea favorable a la acción del Espíritu Santo

Thomas Merton
Diarios
24 de enero de 1961

IMPLICACIONES SOCIALES DEL EVANGELIO

"Descubrir todas las implicaciones sociales del evangelio, no a base del estudio sino de la práctica, y unirme yo mismo explícitamente a quienes prevén y trabajan por un orden social –una transformación del mundo– acorde con estos principios: primacía de la persona (y, por lo tanto, justicia, libertad, lucha contra la esclavitud, paz, control de la tecnología, etc.). Primacía de la sabiduría y el amor (y, por lo tanto, lucha contra el materialismo, el hedonismo, el pragmatismo, etc.)".

Thomas Merton
Diarios
6 de junio de 1960

domingo, 4 de agosto de 2019

MISTERIO, FE, TEOLOGÍA

 "Antes que nada está la experiencia del misterio, la experiencia de Dios. Sólo después viene la fe. La fe no es, en primer lugar, adhesión a una doctrina, por muy elevada o sobrenatural que se presente. Cuando ocurre esto, la fe tiene las características de la ideología, es decir, de una idea o convicción inculcada a las personas desde fuera. Debido a ese carácter extrínseco, puede dar pie a los fundamentalismos y a las guerras de religión. Cada grupo afirma su verdad, con exclusión de todas las de los demás. 

 La fe solo tiene sentido y es verdadera cuando significa una respuesta a la experiencia de Dios hecha personal y comunitariamente. La fe es entonces expresión de un encuentro con Dios que abarca la totalidad de la existencia, el sentimiento, el corazón, la inteligencia, la voluntad.  Los lugares y los tiempos se transforman en sacramentales, puntos referenciales de la experiencia de una superabundancia  de sentido inolvidable... A partir de este tipo de experiencia es de donde surgen las teologías. Estas no son más que el intento de traducir para la razón (doctrina), para la práctica (ética) y para la celebración (liturgia), esta experiencia fundante".

Leonardo Boff
Mística y espiritualidad
TROTA

jueves, 1 de agosto de 2019

EN ESTE AMOR SOMOS ETERNOS

"Entonces comprendí que lo que el Señor
quiere mostrarnos es el amor:
Y vi con certeza, en todas las cosas,
que, antes de que Dios nos creara, ya nos había amado,
y que el amor nunca disminuye ni disminuirá.
En este amor se han realizado todas sus obras,
y en este amor nuestra vida es eterna".

Juliana de Norwich

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.