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martes, 28 de diciembre de 2021

EMPRENDER UN VIAJE


"Las personas cristianas sin duda conocen el camino al Padre, pero para que ese conocimiento sea verdadero y portador de vida, cada una de ellas ha de encontrar su propio camino hasta el Camino que es Cristo. El cristianismo es mucho más que una expresión de amor fraterno envuelta en jerga religiosa. Es mucho más que filantropía salpicada de agua bendita. Es esencial que cada persona ofrezca una respuesta personal a Dios en Cristo. Hay que asumir un riesgo. Hay que emprender un viaje...".

James Finley

UNA DISTANCIA AL SERVICIO DE LA UNIÓN

"Una vez, Merton me dijo que la oración ha de hacernos más sensibles a la suerte de los otros. Dijo: «Mientras una persona sufre, tú sufres también. Si no es así, tu oración sirve de poco». Lo que dice san Pablo: «Completo en mi carne los sufrimientos de Cristo», está en plena consonancia con esas palabras de Merton. Es muy fácil malinterpretar cosas relativas al éxtasis, al yo más allá del yo, a la unión mística, o expresiones similares, como si ello entrañara una especie de distancia entre nuestro ser y los simples problemas cotidianos de los demás. En cierto modo es así. Hay una distancia que es propia de la oración. Nos retiramos y oramos en secreto. Nos quedamos solos. Salimos, y dejamos atrás incluso lo que somos tal y como normalmente lo concebimos. Pero esa distancia está al servicio de la unión. La soledad, si es genuina, nos lleva a una profunda comunión con otros en su realidad más profunda, que hunde sus raíces en Dios".

James Finley
El Palacio del Vacío de Thomas Merton
Sal Terrae

miércoles, 22 de diciembre de 2021

LA GRAN ALEGRÍA

"El hombre debe tomar su alegría tan en serio como se toma a sí mismo. Y ha de tener en sí mismo, en su corazón y en su Dios la certeza de haber sido creado para la alegría, incluso en el tiempo de la noche y de la prueba".

"La vida de Dios se realiza dentro del hombre, en lo más íntimo de su interior. El hombre llega precisamente a ser él mismo allí donde se reconoce como el lugar en el que habita el Ser más alto y luminoso... y comprenda su propia vida como un chorro que brota del misterio de Dios. Solo esta clase de hombre será capaz del gran aliento, y ni el mundo ni la vida les serán deudores de nada... Volverá a sentir el resplandor de todas las cosas y estará ante ellas con respeto y cautela... Este hombre será el hombre de la gran alegría".

"La devoción y la alegría están íntimamente relacionados... El hombre corre siempre el peligro de quedar atascado en las duras experiencias que nos proporciona el destino, porque ya no es capaz de escuchar el mensaje interior de las cosas ni la íntima canción de los misterios".

Alfred Delp

jueves, 9 de diciembre de 2021

BUSCANDO AL DIOS VIVO

"Pienso que, como la mayor parte de los convertidos, yo me enfrenté con el problema de la «religiosidad» y llegué a un acuerdo con él. Dios no era para mí una hipótesis de trabajo, para rellenar los huecos que dejaba abiertos una visión científica del mundo. Ni era un Dios entronizado en algún sitio del espacio exterior. Ni sentía yo ninguna «necesidad» particular de superficiales rutinas religiosas solo para conservarme contento. Yo diría incluso que, como a la mayoría de los hombres modernos, no me emocionaba mucho el concepto de «ir al cielo» después de chapotear por la vida presente. Al contrario, mi conversión al catolicismo empezó al darme cuenta de la presencia de Dios en esta vida actual, en el mundo y en mí mismo, y de que mi tarea de cristiano era vivir en conciencia plena y vital de esa base de mi ser y del ser del mundo. Los actos y las formas de culto le ayudan a uno a eso, y la Iglesia, con su liturgia y sus sacramentos, nos da medios esenciales de gracia. Pero Dios puede actuar sin esos medios si quiere. Cuando entré en la Iglesia, llegué buscando a Dios, al Dios vivo, y no solo «los consuelos de la religión». Y puedo decir que incluso en el monasterio he sabido poner en su sitio la «religiosidad» que a veces es más un obstáculo que una ayuda. También, por supuesto, admito que siento una profunda simpatía hacia la cultura religiosa tradicional de Occidente, de la que creo estar imbuido. Lo he dicho bastantes veces en este libro y en otros. 

Además, en esta misma tradición - en santo Tomás, san Juan de la Cruz, los Padres latinos y griegos - es donde encuentro la más fuerte garantía para ese acceso inmediato y directo a Dios en la vida diaria cristiana, que ha de considerarse no solo como una preparación moral para una existencia celestial, sino, según dice santo Tomás, como el mismo «comienzo de la vida eterna»: incoatio vitae aeternae".

Thomas Merton, Conjeturas...

viernes, 3 de diciembre de 2021

LA VOZ DEL MAESTRO EN LA VIDA (2)

 

"Si realmente está en ese camino que lleva al CAMINO, la mínima pausa o desviación avivará las advertencias del maestro. Y por supuesto, también sus palabras de aliento cuando verdaderamente estamos en la forma justa. Él nos invita a continuar cuando en el CAMINO aparece un nuevo camino y dudamos si emprenderlo o no, en ocasiones porque nos asusta el salto a lo desconocido. Y cuando nuestra forma de estar es realmente justa, nosotros lo sentimos con una paz, con un silencio vivo y luminoso, con una profunda armonía interior que está por encima de todo movimiento síquico y también del silencio  y del tumulto del mundo. Al igual que a veces en una meditación profunda, un molesto ruido externo se transforma en rumor de fondo dando paso a un maravilloso silencio interior, totalmente ajeno al ruido o a la ausencia de ruido, a un estado situado más allá del silencio y del ruido. 

 Haber despertado verdaderamente al CAMINO es signo de un alto y raro grado de evolución humana. Nuestros contemporáneos, para quienes la actitud justa se reduce a la trinidad "capacidad de andar el propio camino, eficacia y comportamiento normal", están muy lejos de este estadio. Entre ellos, los más sutiles no se sienten ya muy a gusto. Incluso más, sufren el peso que asfixia lo esencia de sí mismos. Se trata, pues, de adelantar ese despertar de la conciencia que expresa la totalidad y profundidad de lo esencial del hombre. No es suficiente el probar intelectualmente las ideas y exigencias superiores en cuanto a la total realización humana, en el sentido del homo maximus. Hay que sentir físicamente esas ideas y exigencias, ser capaces de discernir la transparencia que se busca, o su carencia, en la actitud corporal, forma de estar, respiración, en la asociación y en la alternancia de tensión y distensión. Hasta en los hechos más banales de lo cotidiano y en las más concretas situaciones profesionales, el esfuerzo iniciático debe justamente llegar a aquellos ámbitos que "al hombre espiritual" le parecen tan alejados y tan poco interesantes como posibles, por ejemplo, las labores cotidianas, y los más modestos campos del deporte y de los ejercicios corporales. 

En el hombre que ha despertado al CAMINO, cada instante lo vive bajo la mirada del maestro interior. Creer en el mirar de Dios que lo ve todo se ha convertido para él en un hecho de experiencia. "Cada situación, dice un axioma oriental, es la mejor ocasión para progresar en el CAMINO". Sin embargo, según el propio carácter, grado de evolución y biografía personal, en cada uno de nosotros hay campos que son particularmente sensibles a la voz del maestro, y otros que, por el contrario, nos hacen relativamente sordos al SER. Y todo ser humano que ha despertado al camino iniciático percibe la voz del maestro en el encuentro con su propio cuerpo, en la búsqueda del centro y en el encuentro con la muerte". 

Karlfried G. Dürckheim

"El maestro interior"

martes, 30 de noviembre de 2021

VIGILANTE CONTRA EL FUEGO

 

Vigilante contra el fuego, epílogo de EL SIGNO DE JONÁS (4 de julio de1952), es una meditación, un poema en prosa en el que Merton, vigilante nocturno, recorre los edificios del monasterio y, de paso, rememora su vida como monje.  Cada parada es un recordatorio de lo que ha sido y una llamada a la oración. Los recuerdos y las descripciones se alternan con las oraciones mientras hace su camino de la celda a la cocina, a la sala, a las calderas, a la zona de los novicios de coro. Siguiendo a través de la hospedería, la biblioteca, el dormitorio y la enfermería, Merton asciende a la cima del campanario de la iglesia, "la cima de esta ciudad religiosa". 

Merton reza: "A Ti, que duermes en mi pecho, no se te encuentra con palabras sino en el brotar de la vida dentro de la vida y de la sabiduría dentro de la sabiduría. Se te encuentra en la comunión: Tú en mí y yo en Ti; y Tú en ellos y ellos en mí". 

Y Dios le alienta, diciendo: "Siempre he envuelto a Jonás con mi misericordia. ¿Me has visto, Jonás, hijo mío? Misericordia dentro de la misericordia dentro de la misericordia". 

Tomado de: DICCIONARIO DE THOMAS MERTON


jueves, 18 de noviembre de 2021

EL CAMINO ES EL CONOCIMIENTO SILENCIOSO

 "Siempre que la mente se erige en criterio supremo de verdad, la realidad aparece forzosamente reducida a los estrechos límites de aquella. Porque, una vez que "decidimos" lo que es aceptable o no, nos las ingeniamos para encontrar explicaciones a todo lo que ocurra. En general, la mente se acerca a lo real a partir de pre-supuestos, pre-juicios o ideas pre-concebidas, a las que tratará de ajustar todo lo que se presente ante ella. Para acercarnos a la Verdad, el camino es el conocimiento silencioso".

Enrique Martínez Lozano.

martes, 16 de noviembre de 2021

EN LA CONTEMPLACIÓN...

"Es en la contemplación donde penetramos en nuestro propio silencio, donde nos atrevemos a avanzar sin temor en la soledad de nuestro propio corazón. Como si nos hundiéramos bajo las olas de un mar turbulento, al volvernos hacia nuestro interior, descubrimos el Alfa y el Omega, la Presencia imperecedera que abraza todo cuanto es real. Esta incursión en nuestro interior es una gracia y no una técnica. Es temible y extraña, pero es el origen de una paz y plenitud que desbordan toda expresión. Es algo nuevo, si bien por primera vez nos sentimos en casa. Es una perfecta quietud y, sin embargo, es la fuente de toda acción. Confirma todo lo que hacemos que es genuino, pero en sí no tiene necesidad de afirmarse. Está en nuestro interior como la raíz de nuestro ser, mas está siempre por encima de nosotros, convocándonos a éxtasis desconocidos. No tiene nombre ni conoce logros, pero solo ella nos enriquece. Es pobre, y está vacía, aunque solo Ella nos constituye en la realeza del Reino de Dios".

James Finley
El Palacio del Vacío de Thomas Merton

AMOR Y JUSTIFICACIÓN

"Nadie puede olvidarse de sí, trascenderse, si constantemente está tratando de justificar sus relaciones con otras personas. Esa necesidad de justificarse obedece, en realidad, al hecho de no querer creer que uno es amado. Si yo no creo que soy amado, necesitaré sentirme justificado. Y si nadie me justifica, tendré que justificarme yo mismo, por lo general tratando de dominar a todos los demás. Esto conduce inevitablemente a la ruina. Cuando uno tiene la certeza de que es amado, no necesita mostrarle a Dios ni a nadie por qué razones deberían amarlo. No necesita justificarse".

Thomas Merton
Los manantiales de la contemplación

viernes, 12 de noviembre de 2021

LA VOZ DEL MAESTRO EN LA VIDA (1)

 

"Cuando un hombre llega al camino que lleva al CAMINO y cuando decide consagrar su existencia a servir a la VIDA, puede ocurrir que ésta le sirva de maestro en su vida interior. 

 En toda circunstancia -en la forma de moverse, de tratar lo cotidiano, de hacer frente a los cambios y a los golpes de la suerte, de reaccionar ante los altibajos de la existencia, de resistir, o sucumbir, a las tentaciones del mundo- y en todas las cosas, una vez que ha llegado a estar atento, oirá la voz del maestro. Esa voz, alta o silenciosa,es imposible no reconocerla. Esta voz le indica los progresos o los bloqueos, le dice si en un momento preciso, está a punto de desviarse del camino traicionándose a sí mismo. El deber de prepararse para la gran transparencia está continuamente presente en el espíritu del hombre que ha despertado, y la voz de la conciencia, mediante la cual se manifiesta el maestro, no deja nunca de hablar. Si realmente nos hemos hecho alumnos, toda situación cotidiana es un test. Y aquí sólo hablamos de ese estado de discípulo. 

 Al afrontar la vida, que llamamos externa, y el destino, estamos siempre tentados de perder de vista la significación central de nuestra existencia. Mil ocasiones -tentaciones o peligros del mundo- hacen que olvidemos la trascendencia en favor de los fines, buenos o malos, queridos por el yo. En vez de preocuparnos por el sufrimiento, nacido de nuestro Ser esencial, nuestros intereses giran la mayoría de las veces en torno a la inquietud producida por nuestra posición en el mundo. 

 Pero esta lucha contra los sufrimientos naturales es justamente un elemento capital en el Camino. El servicio a la VIDA no nos permite apoyarnos en la experiencia que nos haya aportado el contacto liberador del SER sobrenatural, para despreciar el mundo e instalarnos en la otra orilla. Al contrario, estamos ahí para crear el espacio del mundo sobrenatural en el universo profano.El hombre que, por su contacto con el SER y por su vínculo de reflexión interior con él, ha podido adquirir una forma, debe incesantemente replanteársela al surgir siempre nuevas dificultades en el mundo. Debe también aprender a discernir su sombra. Su coraje o por el contrario, su miedo, interno y externo,ante el sufrimiento, le revelarán si va bien por el camino y si se encuentra bajo la dirección -desprovista de indulgencia- del maestro". 

Karlfried Graf Dürckheim

El maestro interior


martes, 2 de noviembre de 2021

LAS DOS CARAS DE LA REALIDAD

"La gente dice: Tú siempre ves el lado bueno de las cosas. Qué tontería. En todas partes se adivina lo bueno. Y al mismo tiempo, lo malo. Las dos caras de la realidad encuentran su propio equilibrio. Nunca he tenido la impresión de tener que esforzarme para ver lo bueno: todo es perfectamente bueno  tal como es. Toda situación, por deplorable que sea, es un absoluto que alberga en sí lo bueno y lo malo".

Etty Hillesum (Carta #58)

martes, 26 de octubre de 2021

PERCIBIR LO ESENCIAL Y ETERNO EN EL MUNDO PRESENTE

"Para nosotros, la fe no es teoría ni dogma; no es un sistema de ideas ni una composición de palabras, no es un culto ni una organización. Tener fe significa recibirlo a Dios mismo. Tener fe nos da la fuerza para seguir en este camino. Nos ayuda a seguir confiando otra vez más, aun cuando del punto de vista humano el fundamento mismo de nuestra confianza haya sido deshecho. La fe nos hace percibir lo esencial y eterno. Nos da ojos que ven lo que no es visible, y manos que tocan lo que no es tangible, pero está siempre presente en todas partes".

 ( Eberhard Arnold)

domingo, 24 de octubre de 2021

MIRAR CON EL OJO DE DIOS

"Jesús le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?". El le respondió: "Maestro, que yo pueda ver". (San Marcos 10,51).

Pecó Adán en el paraíso, y escondióse de la cara de Dios. Cuando tenía el corazón y la conciencia puros, gozábase de la presencia divina; mas, en cuanto el pecado lastimó su ojo interior, comenzó a espantarle la divina luz y se acogió a las tinieblas y a las espesuras del bosque, huyendo de la Verdad y apeteciendo las sombras”. 
San Agustín

“El orante que procura hacer de su vista un pulido instrumento contemplativo ha de someterla a un empeñado proceso de purificación. Las famosas “pascuas del ver” (me verán, no me verán, me volverán a ver, como escala el Señor).

El cardenal Spidlik -ese agudo teólogo del Oriente cristiano- ha relevado este proceso siguiendo la más pura tradición espiritual. Los maestros del alma han enseñado que al hombre le atañen tres visiones: la sensible, la intelectual y la espiritual. Y que si bien se trata de una escala, cada peldaño no sólo supone el anterior, sino que lo incluye. Todo atascamiento en el ascenso deja al alma enana. Tanto la mirada superficial, que no ve más que lo material, como la mirada intelectual, que no supera el mundo de los conceptos, ambas se anquilosan en idolatría. En cambio, la espiritual mira todo -superficies, esencia y el mundo divino -con una visual pneumatizada que lo abarca y lo comprende todo.

Acentuar la integración -más que la superación- es la distinción crucial para nuestro tópico. Pues sólo cuando el hombre -horizonte anfibio de dos mundos- integra en su unificada visual cortezas y pétalos a principados y potestades… se despierta ese mundo mágico materio-espiritual.

Como anota san Simeón el Nuevo Teólogoya no es el mero hombre el que mira sensiblemente lo sensible, sino que, vuelto algo más que un mero hombre, contempla espiritualmente las cosas sensibles.
El transfigurado mira “con el ojo de Dios” dirá san Máximo el Confesor; “los ojos de la Paloma”, dirá san Gregorio de Nisa. Sólo en virtud de este ojo divino, remata san Cirilo de Alejandría,
despierta en el hombre un logos poético escondido
con que contemplar lo invisible en lo visible”. 

Diego de Jesús. Mito, Plegaria y Misterio.
Artista: Julia Stankova
(Tomado de Facebook: Nube Athónita)

martes, 19 de octubre de 2021

BIENAVENTURADOS LOS MANSOS...

"Manso es quien ha llorado tanto que ha limpiado sus ojos y, finalmente ve la realidad.  Manso es quien, en virtud de esa purificación e iluminación, permite que la realidad sea lo que es. Manso es quien no impone su criterio, pretendiendo que todo se ajuste a lo que, según él, deberían ser las cosas. Manso es quien ha entendido la no-violencia, la no-resistencia, quien fluye con el agua de la vida, dejándose conducir allá donde la corriente le lleve

No se trata de sumisión o cobardía, sino de saber que la realidad pone todo en su sitio antes o después. De saber que la lucha genera más lucha. El poder de la mansedumbre consiste en recibir la vida así como viene, para luego, tras haberla  trabajado por dentro y haberse dejado trabajar por ella, devolverla al mundo.

 Lo que se promete a los mansos es que heredarán la tierra. No puede ser de otro modo, puesto que sólo ellos la acogen tal cual es. Cuando veas de verdad, te darás cuenta de que tú eres eso que estás viendo. Esto es a lo que apunta la mansedumbre, que hoy preferimos designar con el término aceptación".

Pablo d´Ors, Biografía de la luz.

miércoles, 13 de octubre de 2021

LA PUERTA ES EL SER

"Yo no comprendo por qué, en las discusiones que se suceden hoy en día en torno al problema de Dios, se deja de lado este aspecto fundamental de nuestra vida. Se afirma que nuestros contemporáneos no pueden tener una experiencia existencial, que el ser no significa nada para ellos. Yo no lo veo así. Yo creo que una de las experiencias fundamentales de cualquier ser humano que indague en mayor o menor profundidad dentro de sí es el descubrimiento sobrecogedor de que yo soy. Es una experiencia absolutamente normal en un niño de ocho o nueve años. Siempre hay un momento en la vida en el que uno puede estar haciendo cualquier cosa, o ninguna, y de improviso surge ante él la evidencia de que realmente es. Se ha dado cuenta de lo que es en realidad ser. No es que haya comprendido la definición del ser. Se siente simplemente sobrecogido por el hecho de ser. Y ese es el lugar en el que la realidad de Dios va a manifestarse. Yo tomo conciencia de mi realidad, y de pronto la realidad de Dios revela ser el sostén de la mía. Ahí está la puerta".

Thomas Merton
Los manantiales de la contemplación

lunes, 11 de octubre de 2021

SANTA TERESA NOS SIGUE HABLANDO HOY...

Aunque no suelo compartir ya en este blog temas carmelitanos (tengo un blog dedicado a ello), la cercanía de la fiesta litúrgica de Santa Teresa me motiva a compartir dos párrafos de una carta del papa Francisco, enviada el pasado mes de marzo al obispo de Ávila...

"A pesar de los cinco siglos que nos separan de su existencia terrena, la llama que Jesús encendió en Teresa sigue brillando en este mundo siempre necesitado de testigos valientes, capaces de romper cualquier muralla, sea física, existencial o cultural. Ella fue “una mujer excepcional”, como la definió san Pablo VI. Su arrojo, su inteligencia, su tenacidad, a los que unió una sensibilidad para lo bello y una maternidad espiritual hacia todos aquellos que se aproximaban a su obra, son un ejemplo eximio del papel extraordinario que la mujer ha ejercido a lo largo de la historia en la Iglesia y la sociedad.

La Santa de Ávila nos sigue hablando hoy a través de sus escritos y su mensaje está abierto a todos, para que al conocerlo y contemplarlo nos dejemos seducir por la belleza de la palabra y por la verdad del contenido, y pueda hacer brotar dentro el deseo de avanzar en el camino hacia la perfección. Tenerla como amiga, compañera y guía en nuestro peregrinaje terrenal confiere seguridad y sosiego en el alma. Su ejemplo no es sólo para aquellos hermanos y hermanas nuestros que sienten la llamada a la vida religiosa, sino para todos los que desean progresar en el camino de purificación de toda mundanidad, y que conduce al desposorio con Dios, a las elevadas moradas del castillo interior".

(Francisco, Carta al Carmelo Descalzo)

domingo, 10 de octubre de 2021

PARA TODA PERDICIÓN HAY UNA SALVACIÓN

 "Pronunciar el nombre de Jesucristo significa reconocer que ha cuidado de nosotros, que no estamos perdidos. Jesucristo es la salvación del hombre en toda circunstancia y frente a todo lo que ensombrece su vida, incluido el mal que procede de él mismo. No hay nada que no esté ya reparado en este acontecimiento: Dios se hizo hombre por nuestro bien. Lo que todavía falta sólo puede ser, en realidad, el descubrimiento de este hecho. No existimos en el seno de una oscura problemática, sino por el Dios que tuvo misericordia de nosotros antes de que fuéramos. Por muy cierto que sea que existimos en contradicción con este Dios, alejados de él y hasta enemistados con él, más cierto aún es que Dios nos ha preparado la reconciliación antes de que nos dispusiéramos a combatirlo. Por muy cierto que sea que, en nuestro alejamiento de Dios, al hombre sólo se le puede considerar como un ser perdido, mucho más cierto aún es que Dios ha actuado, actúa y actuará por nuestro bien, de manera que para toda perdición hay una salvación

(Karl Barth, Esbozo de dogmática).

lunes, 27 de septiembre de 2021

CAPACES DE OBEDECER AL ESPÍRITU

"El propósito de la obediencia religiosa no es mantener la rutina y la disciplina en el seno de una institución. Es inculcarnos la obediencia al Espíritu Santo, hacernos capaces de obedecer al Espíritu. No implica una subordinación de por vida a la autoridad. Nosotros mismos hemos desvirtuado la idea de obediencia porque siempre la hemos visto en el contexto de la autoridad, o de la institución. En este contexto tiene alguna validez, pero se la ha llevado demasiado lejos. También se ha asociado la obediencia con una suerte de alienación, la noción de que debemos, lisa y llanamente, obedecer y de que eso es lo único que cuenta. 

La obediencia tiene por finalidad flexibilizar a una persona, liberarla del apego a su voluntad propia. Pero no hay que suponer que es sometiéndose a la autoridad como uno se convierte en santo. Si dejas que la autoridad quiebre tu voluntad, puedes convertirte en un bicho raro o en un robot. El sentimiento de autarquía es un problema y tenemos que renunciar a él, de eso no cabe duda. En la muerte y la resurrección de Cristo hay una verdad absolutamente válida e inmutable: el hecho de que tenemos que morir a nuestra propia voluntad, pero no de la forma en que esa muerte ha sido presentada, como una especie de sadismo jurídico e incluso a veces sistemático. Si un superior sabía que no te gustaba hacer una cosa, era esa cosa la que tenías que hacer. Hasta podía haber en ello cierta complacencia morbosa. Esas prácticas eran perniciosas y a causa de ellas la obediencia religiosa ha caído en descrédito. 

La obediencia religiosa es importante porque libera. Cuando libera, cumple su función. Libera si el Espíritu nos libera. Así pues, es posible ser libre, inclusive cuando hay abuso, si uno ve las cosas correctamente. Pero ahora, a partir del Concilio, es preciso modificar la situación. Hay ocasiones en las que uno no puede permanecer absolutamente pasivo ante la autoridad, situaciones en las que uno debe respetuosamente explicar las razones por las que no está dispuesto a obedecer. Y ver qué dice entonces la autoridad. En otras palabras, poner el problema sobre la mesa y discutirlo".

Thomas Merton
Los manantiales de la contemplación

domingo, 26 de septiembre de 2021

DIOS ESTÁ ACTUANDO EN EL MUNDO

"Todos los que, de alguna manera, luchan por la causa del hombre están con nosotros. «Secretamente, quizá, pero realmente, no hay un solo combate por la justicia –por equívoco que sea su trasfondo político– que no esté silenciosamente en relación con el reino de Dios, aunque los cristianos no lo quieran saber. Donde se lucha por los humillados, los aplastados, los débiles, los abandonados, allí se combate en realidad con Dios por su reino, se sepa o no, él lo sabe» (Georges Crespy).

Los cristianos hemos de valorar con gozo todos los logros humanos, grandes o pequeños, y todos los triunfos de la justicia que se alcanzan en el campo político, económico o social, por modestos que nos puedan parecer. Los políticos que luchan por una sociedad más justa, los periodistas que se arriesgan por defender la verdad y la libertad, los obreros que logran una mayor solidaridad, los educadores que se desviven por educar para la responsabilidad, aunque no parezcan siempre ser de los nuestros, «están a favor nuestro», pues están trabajando por un mundo más humano.

Lejos de creernos portadores únicos de salvación, los cristianos hemos de acoger con gozo esa corriente de salvación que se abre camino en la historia de los hombres, no solo en la Iglesia, sino también junto a ella y más allá de sus instituciones. 
Dios está actuando en el mundo".

José Antonio Pagola

viernes, 17 de septiembre de 2021

LA VÍA NEGATIVA (2)

Todas las cosas glorifican a Dios. La oscuridad, las privaciones, los defectos, el mal, también glorifican y bendicen a Dios
 (Meister Eckhart). 

La tercera forma en la que el sufrimiento nos da vida y energía es que al embarcarnos en el dolor y realizar ese viaje nos hace más fuertes. Existe una fortaleza que se aprende con el sufrimiento y que no puede aprenderse de ningún otro modo. El sufrimiento pone a prueba la profundidad de nuestro amor a la vida y a las relaciones interpersonales, incluso cuando a menudo la causa de nuestros sufrimientos son las relaciones, y especialmente por eso. Lo bello no se aprende ni se valora sin el sufrimiento, que nos hace bastante grandes y lo bastante fuertes como para ser receptáculos propicios de lo hermoso. 

Otra energía que también se deriva del sufrimiento es la forma en que al dejar que el dolor sea dolor nos conecta con los demás. Podemos estar tan solos, tan profundamente solos y vacíos en nuestro dolor, que tenemos que salir en busca de otras personas con las que compartir este viaje tan oscuro, facilitando la creación de nuevos vínculos sociales. La liberación se inicia cuando el sufrimiento es reconocido y se le permite ser sufrimiento. A partir de ahí, puede ser compartido. Y, cuando sea posible, resuelto. 

Pero todavía puede hacer algo más el sufrimiento, puede proporcionar energía abriéndonos, entendiendo que, así como compartimos la ciudadanía del universo, compartimos también el dolor del mundo. Todas las criaturas del universo sufren; es un sufrimiento que nos une. En lo más profundo de nosotros mismos somos uno con todas las criaturas y con todo lo que es Dios

En resumen, que el sufrimiento no es solo, como subraya cierta espiritualidad, el precio que pagamos por el pecado. Todo nacimiento lleva implícito un sufrimiento. El sufrimiento está incorporado en el proceso de nacimiento de todo el cosmos, y tiene que ver con el sacrificio y con ceder, con dar y recibir vida

Algunos sufrimientos, los que terminan en un nacimiento, pueden ser una bendición. Eso sí, es importante subrayar que el dolor no ha de ser glorificado, no debemos aferrarnos al propio dolor, ni revolcarnos en él. Porque, el propósito de dejar que el dolor sea dolor es soltar el dolor. No se nos pide que nos aferremos a nuestro dolor, ni que construyamos nuestra vida en torno a él. Lo que finalmente debemos hacer es dejar ir al dolor; la vía negativa no es un fin en sí misma, sino una parte del camino, que se repite incesantemente en nuestra vida.

 “Dios es un ser más allá del ser y una nada más allá del ser. Dios es nada. Ninguna cosa. Dios es la nada. Y, sin embargo, Dios es algo” (Meister Eckhart). 

Para venir a gustarlo todo, no quieras tener gusto en nada. Para venir a saberlo todo, no quieras saber algo en nada. Parea venir a poseerlo todo, no quieras poseer algo en nada. Para venir a serlo todo, no quieras ser algo en nada” 
(San Juan de la Cruz).

Aprender a hacernos amigos de la oscuridad
significa aprender a hacernos amigos de la nada, a reverenciarla. A dejar que la nada sea nada. A confiar en la nada. Porque en el extremo de la oscuridad, en eso que Eckhart llama “nuestro conocimiento que desconoce”, suele saborearse la sabiduría misma. Aquellos que se comprometen con la liberación deben llegar a ese “punto cero” en el cual “no tienen nada que perder”. Aquí entra la imagen del DESIERTO, el lugar de la nada, del vacío, que es a la vez el lugar de la renovación. También la imagen de la NOCHE como vacío y como nada; así escribe el poeta: 

Tú, oscuridad, de la cual provengo/te amo más que todos los fuegos/que cercan en el mundo/porque el fuego forma/un círculo de luz para todos/y entonces nadie en el exterior sabe de ti//Pero la oscuridad lo atrae todo hacia sí:/formas y fuegos, animales, y a mí mismo/¡con qué facilidad los reúne!/poderes y personas/ Y es posible que una gran energía/se esté moviendo cerca de mí./ Tengo fe en las noches” 
(Rainer María Rilke). 

Se puede y se debe confiar en nuestras caídas en la nada; podemos aprender a dejarnos caer, a dejarnos sumergir. ¿No es eso lo que hace la semilla cuando cae en la tierra, para más tarde producir vida nueva? La noche oscura de nuestra alma es una ocasión especial para el nacimiento divino y la oportunidad divina, siempre y cuando dejemos que la oscuridad sea oscuridad y la nada sea nada, al menos durante un tiempo. Dios creó de la nada, sin la nada no habría creación. La nada es una parte esencial del viaje profundo y fructífero del espíritu.

(Resumen para encuentro de grupo, del libro "La bendición original", de Matthew Fox).

AHORA

Cuando Merton escribió su Diario de Asia, insertó en sus páginas con mucho acierto, a nuestro parecer, un apéndice en el que recoge un tratadito de Bhikkhu Khantipalo (Sobre la conciencia despierta), donde se cuenta una historia interesante y muy al uso en libros de iniciación a la sabiduría y a la contemplación.

"Un maestro zen fue abordado por un discípulo, que le hizo una pregunta sobre la esencia del dhamma, esperando oír, probablemente, una alentadora exposición de sutil filosofía budista, o tal vez algo maravilloso o misterioso. Pero no obtuvo nada de eso. El maestro zen, sencillamente, le dijo: "Cuando tengo hambre, como; cuando estoy cansado, duermo". El discípulo, decepcionado, le preguntó: "Pero ¿no es eso lo que hacemos todos? ¿En qué se diferencia, pues, el maestro de las personas comunes?".

A lo cual respondió el maestro zen: "La mayor parte de las personas comunes, en cuanto se sientan a comer, tienen millares de pensamientos; cuando duermen, tienen millares de sueños". Esto significa que la mayoría de las personas no está muy atenta a lo que hace, pues permite a la mente vagar a su albedrío sin preocuparse demasiado de sujetarla; por el contrario, quien llegó al fin de su tarea y alcanzó la iluminación, habiendo desechado de su corazón toda contaminación, no permite que su mente divague, ni alberga ilusiones ni fantasías, sino que mantiene la mente clara y consciente en el AHORA continuamente". 

Thomas Merton
Tomado de: Escritos Esenciales)

sábado, 11 de septiembre de 2021

UNA TRÁGICA INFIDELIDAD

"La experiencia viva del amor divino y del Espíritu Santo en la llama de la que san Juan de la Cruz está hablando es una verdadera toma de conciencia de que uno ha muerto y resucitado en Cristo. Es una experiencia de renovación mística, una transformación interior provocada en su totalidad por el poder del amor misericordioso de Dios, que implica la «muerte» del ego centrado en uno mismo y autosuficiente, y la aparición de un yo nuevo y liberado que vive y actúa en el Espíritu

Ahora bien, si el antiguo yo, el yo calculador y autónomo, se limita a tratar de imitar los efectos de esta regeneración para su propia satisfacción y ventaja, el efecto es exactamente el opuesto – el ego procura confirmarse a sí mismo en su propia existencia egoísta–. El grano de trigo no ha caído en la tierra y ha muerto. Permanece duro, aislado y seco, y no hay fruto alguno, tan solo un alarde mentiroso y blasfemo –¡una pretensión ridícula!–. Si la mentira y la invención son dañinas desde el punto de vista psicológico, incluso en las relaciones ordinarias con otros hombres (una esfera en la que es habitual una cierta cantidad de falsificación), toda falsedad es desastrosa en cualquier relación con el terreno de nuestro propio ser y con Dios mismo, que se comunica con nosotros a través de nuestra propia verdad interior. Falsificar nuestra verdad interior con el pretexto de entrar en unión con Dios sería una infidelidad sumamente trágica, primero a nosotros mismos, a la vida, a la realidad misma y, por supuesto, a Dios. Estas invenciones terminan en la dislocación de toda la existencia moral e intelectual de la persona".

Thomas Merton
El clima de la oración monástica

jueves, 9 de septiembre de 2021

LA VÍA NEGATIVA (1)

 

En su libro LA BENDICIÓN ORIGINAL, Matthew Fox habla de varias vías para el viaje espiritual: la vía positiva o camino I (hacernos amigos de la creación), la vía negativa o camino II (hacernos amigos de la oscuridad, soltar y dejar ser), la vía creativa o camino III (hacernos amigos de la creatividad y de nuestra divinidad), y la vía transformadora o camino IV (hacernos amigos de la nueva creación: compasión, celebración, justicia). Me interesa ahora, en la línea que estoy presentando, compartir algunas ideas de la vía negativa, que es también camino a las profundidades divinas.


Destaca tres ideas: vaciar o desprendernos de las imágenes; ser vaciados o dejar que el dolor sea dolor; sumergirnos en el vacío, en la nada, y finalmente (que no veremos ahora), apreciar una teología de la cruz.

Uno no encuentra a Dios en el alma añadiendo algo, sino mediante un proceso de sustracción” (Meister Eckhart).

El crecimiento de la persona humana tiene lugar en la oscuridad. Bajo tierra. En pasadizos subterráneos. Ahí donde “ninguna imagen ha llegado jamás hasta los cimientos del alma”, solo actúa Dios. Todo misterio habla de oscuridad. Toda oscuridad habla de misterio. Las personas necesitamos en ocasiones desprendernos de toda imagen si queremos producir imágenes auténticas con nuestras vidas, nuestro trabajo, nuestra oración y nuestro arte. Aprender a confiar en los espacios vacíos y en los silencios; en descender y no en ascender. Descendemos hasta la profundidad y ahí encontramos a Dios, “oscuridad sobre-esencial”, según Eckhart.

Recordar esto: Todo sufrimiento tiene su final. Y cualquier cosa que sufran auténticamente, Dios la ha sufrido antes” (Meister Eckhart).

Una cosa es vaciar. Otra cosa es ser vaciado. El dolor hace esto. Nos vacía, si permitimos que lo haga. Tapar nuestro dolor con drogas, alcohol, televisiones, compras, sexo, no nos libera de él. Esto es someterse más al dolor, es permitir que siga gobernando nuestra vida, en lugar de que sea el amor quien lo haga. Pero enfrentarse a la oscuridad, aceptar el dolor, permitir que el dolor sea dolor, nunca es fácil. Por eso la valentía (un buen corazón) es la virtud fundamental en el viaje espiritual.

El sufrimiento es nuestro enemigo, pero esa no es excusa para no acogerlo, besarlo, durante el tiempo necesario para que verdaderamente podamos dejarlo ir. No hay manera de dejar el dolor sin antes haberlo acogido y amado, no como dolor, sino como a una hermana o hermano en nuestro viaje. El dolor que aceptamos y abrazamos hasta convertirlo en energía positiva nos ayuda a comprender a otras personas que sufren, es la escuela de compasión más legítima. También nos enseña que los verdaderos placeres de la vida son los más simples, los que se pueden compartir. El sufrimiento destruye las ilusiones y placeres falsos, y nos hace sensibles a lo verdaderamente hermoso de la vida. Muchas veces el sufrimiento no deseado, siempre y cuando le recemos o entremos en él y no lo ocultemos o huyamos de él, puede devolvernos el amor a la vida.

“Oh, dinos poeta, ¿qué haces? Alabo.

Pero los días devastadores y los vientos violentos,

¿cómo los soportas, cómo los recibes. Alabo.

Pero lo indecible, ¿cómo elevas eso,

cómo invocas lo innominable? Alabo.

¿Qué derecho tienes, al pasar por cada fase,

en cada máscara, a permanecer fiel? Alabo.

¿Y a qué se debe que tanto la quietud como la salvaje reyerta

te conozcan, como estrella y tormenta?

Porque alabo.

(Raine María Rilke)

Lo anterior es un resumen del texto citado para un encuentro grupal.

domingo, 5 de septiembre de 2021

SANTOS Y HÉROES

 

"Uno admira en el otro aquello de lo que carece, y el héroe resulta atractivo por lo que tiene de uno mismo, por la identidad que devuelve. Las vidas ejemplares suelen tener, es cierto, esos dos componentes, que las acercan y las alejan de las nuestras. Santos y héroes se nos escapan, ¡y están tan cerca de nosotros! Dicen  que pasan por pruebas decisivas y extremas. ¿Y quién no pasa por pruebas decisivas y extremas todos los días y aún a cada hora?".

Carlos Ortega


jueves, 2 de septiembre de 2021

PRINCIPIANTES

"Las personas que intentan orar y meditar por encima del nivel que les corresponde, que están demasiado ansiosas por alcanzar lo que ellas consideran «un alto nivel de oración», se alejan de la verdad y de la realidad. Observándose a sí mismas y tratando de convencerse de sus avances, se convierten en prisioneras de sí mismas. Entonces, cuando se dan cuenta de que la gracia les ha abandonado, se sienten presas de su propio vacío y futilidad y permanecen impotentes. La acedía sigue al entusiasmo del orgullo y a la vanidad espiritual. ¡El remedio es un largo recorrido en la humildad y en el remordimiento! No queremos ser principiantes. Ahora bien, ¡estemos convencidos del hecho de que nunca seremos nada más que principiantes, toda nuestra vida!".

Thomas Merton
El clima de la oración monástica

CONOCER A CRISTO SIGNIFICA CONOCERLO TODO

"No basta el concepto del saber, de la ciencia, para describir lo que es el conocimiento cristiano, sino que hemos de volver a lo que en el Antiguo Testamento se llama sabiduría, —lo que el griego denominaba sophia y el romano sapientia—, para poder concebir el saber de la teología en su plenitud. Sapientia se diferencia del concepto, más estrecho, de ciencia. Sabiduría no se diferencia del saber por contenerlo también en sí, pero el concepto de sabiduría habla, además, de un saber práctico que comprende toda la existencia del hombre. Sabiduría es el saber, del cual nosotros podemos vivir prácticamente; es experiencia y es teoría; poderosa, en tanto es, al mismo tiempo, práctica, en tanto consiste en el mismo saber que domina nuestra vida y que es, realmente, una luz en nuestro sendero. No es una luz que observar o admirar, ni tampoco una luz con qué encender toda clase de fuegos artificiales (ni aún tratándose de las más profundas especulaciones filosóficas), sino que es la luz en nuestro camino, la que ilumina nuestras acciones v palabras, la luz de nuestros días sanos y enfermos, la luz en nuestra pobreza y en nuestra riqueza, la luz que no brilla solamente en los momentos en que pensamos entenderlo todo mejor, sino que nos acompaña también en nuestra locura y que no se extingue cuando todo se apaga, cuando en la muerte se hace visible el fin de nuestra vida. A esa luz y al vivir de esa verdad se denomina conocimiento cristiano

Conocimiento cristiano significa vivir en la verdad de Jesucristo
. Según el apóstol Pablo (Hech. 17), nosotros "vivimos, somos, nos movemos" en la luz de esa verdad para poder salir de ella, estar en ella, e ir hacia ella, como dice en Romanos 11. Por consiguiente el conocimiento cristiano es, en el fondo, la misma cosa que lo que llamábamos confianza del hombre en la Palabra de Dios. No hay que dejarse llevar por la tentación de buscar separaciones y diferencias en esta cuestión. No existe ninguna confianza verdadera, ni ninguna confianza realmente duradera y victoriosa en la palabra de Dios que no esté fundada en la verdad divina. Por otra parte, no existe ningún conocimiento, ninguna teología, ninguna confesión e incluso ninguna verdad bíblica que no tenga en seguida el carácter de esa verdad de vida. 

 Conocer el objeto de la fe en su verdad, quiere decir, realmente, conocer todas las cosas, incluso el hombre, el cosmos y el mundo. La verdad de Jesucristo no es una de tantas verdades, sino la verdad universal, creadora de toda verdad, y esto de modo tan cierto como que es la verdad de Dios, o sea, la prima veritas, que es también la última veritas. Y es que en Jesucristo ha creado Dios todas las cosas, incluyéndonos a nosotros mismos. Nosotros no existimos sin El, sino en El, lo sepamos o no; y el cosmos entero no existe sin El, sino en El, llevado y sustentado por El, es decir por su palabra omnipotente: conocerle a El, significa conocerlo todo. El ser tocado y tomado por el espíritu dentro de ese campo, significa ser conducido a toda la verdad. El que crea y conozca a Dios, ya no podrá decir: ¿Qué sentido tiene mi vida?; sino que mientras cree, ya está vivienda el sentida de su vida, el sentido de ser criatura, el sentido de su individualidad dentro de los límites de su condición de criatura y de su individualidad; y en lo imperfecto de su existencia, en el pecado, en el cual él está y del cual él es diariamente y a cada hora culpable; pero también está viviendo con el apoyo que diariamente y a cada hora se le concede, en tanto Dios intercede en su favor, a pesar de todo y sin contar con ningún mérito

Karl Barth
Esbozo  de dogmática

miércoles, 1 de septiembre de 2021

SOBRE LA IDEA DE DIOS

"La idea humana de Dios tiene una historia porque ha significado siempre algo ligeramente distinto para cada grupo de personas que se han servido de ella en distintos momentos. La idea de Dios que un grupo de seres humanos crea en una generación puede carecer de significado para otra generación. En efecto, la afirmación «yo creo en Dios» no tiene un significado objetivo en sí, sino que —como cualquier otra afirmación— sólo significa algo en un contexto, cuando es proclamada por toda una comunidad. Por consiguiente, no hay una idea invariable contenida en la palabra «Dios»; al contrario, la palabra contiene toda una gama de significados, algunos de los cuales son contradictorios o incluso se excluyen mutuamente. Si la noción de Dios no hubiera tenido esta flexibilidad, no hubiera sobrevivido hasta llegar a ser una de las mayores ideas humanas. Cuando una concepción de Dios deja de tener significado o importancia, es descartada discretamente y sustituida por una teología nueva. Un fundamentalista negaría esto, porque el fundamentalismo es antihistórico: cree que Abrahán, Moisés y todos los profetas posteriores experimentaron a su Dios exactamente del mismo modo en que hoy se tiene experiencia de él... Cada generación ha de crear la imagen de Dios que tenga un significado para ella

Lo mismo se puede decir del ateísmo. La afirmación «yo no creo en Dios» ha significado algo ligeramente distinto en cada periodo de la historia. Quienes han sido calificados como «ateos» a través de los siglos han negado siempre una determinada concepción de lo divino. ¿Es el Dios de los patriarcas, el Dios de los profetas, el Dios de los filósofos, el Dios de los místicos o el Dios de los deístas del siglo XVIII el «Dios» rechazado hoy por los ateos? Todos estos dioses han sido venerados como el Dios de la Biblia y del Corán por judíos, cristianos y musulmanes en distintos momentos de su historia. 

 El ateísmo ha sido a menudo un estado de transición: judíos, cristianos y musulmanes fueron llamados ateos por sus contemporáneos paganos porque adoptaron una noción revolucionaria de la divinidad y de la transcendencia. ¿Es el ateísmo moderno una negación similar de un «Dios» que ya no encaja en la situación de nuestro tiempo?".

Karen Armstrong
UNA HISTORIA DE DIOS

lunes, 30 de agosto de 2021

PERSONAS

"Todos, hombres y mujeres, tenemos que ser personas. Personas completas, y lo seremos cuando haya reciprocidad entre los hombres y las mujeres, como personas de la misma naturaleza. Las diferencias están ahí, y es preciso tenerlas en cuenta, pero las diferencias no son decisivas. Lo mismo ocurre con la raza. El hecho de que una persona sea blanca o negra no es decisivo. Es una diferencia, pero no es en absoluto una diferencia esencial. Lo mismo puede decirse de la diferencia entre un francés y un norteamericano; existe, sin duda, pero no es decisiva. Juzgar a las personas a partir de estas diferencias es impropio e injusto".

Thomas Merton
Los manantiales de la contemplación

EL NIÑO, LO QUE VA A NACER

 

Para encontrar al niño que fuimos y somos, para recuperar nuestra naturaleza original, tenemos que aceptar muchas cosas que no nos gustan. Toda búsqueda espiritual comporta incomprensión y hasta rechazo; en este mundo no hay lugar donde pueda abrirse paso el yo profundo, que siempre debe nacer extramuros. Una persona autentica es siempre una amenaza: se podrá admirar o, pero la preferimos lejos, aparte, para que no contagie o encuentre imitadores.

Por eso, María y José no encontraron lugar en Belén, pero la confianza de ellos en Dios era absoluta, y no dudaban de que las cosas serían como tenían que ser, y que su hijo nacería en el mejor de los lugares posibles. Dice la tradición que el nacimiento tuvo lugar en una cueva oscura, llena de animales.  Así es nuestra mente cuando nos sentamos a meditar: una oscuridad en la que algo respira. Eres tú mismo quien respira, el animal que hay en ti, lo más instintivo y primordial, lo que sostiene todo lo demás.

El animal que llevamos dentro es lo primero con lo que conviene familiarizarse para emprender el camino espiritual; nuestro anhelo básico de calor y seguridad, nuestros instintos que a veces nos atemorizan. Todo lo intelectual y lo emocional desaparecen en esas profundas cavernas del ser. Los animales en la cueva fueron los primeros testigos del nacimiento de Cristo: el cuerpo es siempre lo primero. Si no se entra por el cuerpo, no se va a ninguna parte. Primero los animales, ya luego vendrán los pastores y los sabios. Lo divino, aunque sorprenda, nace en nosotros junto a lo animal. Sin entrar en la cueva y sin acompañar la respiración de los animales, no hay nada que hacer.

Nuestro niño interior nace también de la Virgen y de San José; de una virgen, de un vacío, y de un soñador, un anhelo que va más allá de la ley, de lo establecido, de lo permitido. Todos tenemos dentro una criatura que quiere nacer: un proyecto, una idea, una misión. El mensaje es: LO PURO, LO OCULTO E INVISIBLE, ES FECUNDO. José acogió un misterio que no entendía y que aprendió a contemplar; María ofreció su cuerpo, que empezó a cambiar.

Lo espiritual (el niño), es el fruto inesperado de un trabajo contemplativo con el cuerpo (María) y un trabajo contemplativo con la mente (José). María; José y el niño son, por tanto, el cuerpo, la mente y el espíritu. La Sagrada Familia es nuestra permanente aventura interior. De ese encuentro entre mente y cuerpo nace el espíritu, que es como un torrente de vida impredecible. Donde no había nada, ahora hay algo pequeño, alrededor de lo cual todo empieza a girar… pasará tiempo hasta que consiga ser el rey.

(Tomado de BIOGRAFÍA DE LA LUZ, de Pablo d´Ors, para un trabajo de grupo)

martes, 24 de agosto de 2021

UN CAMINO DE PUERTAS ABIERTAS

"Nuestra vocación es esencialmente un camino abierto, nunca un callejón sin salida. La vocación es una posibilidad creativa, una apertura a cosas insospechadas. Nuestro cometido, como comunidades y como individuos, consiste en mantener siempre abiertas de par en par esas perspectivas, no cerrarnos jamás al potencial de la vida. En nuestro afán de seguridad, nuestro deseo de evitarnos problemas y de no ser perturbados por un exceso de ideas triviales, hemos tendido a cerrarnos a toda clase de ideas. Ha habido tanta cosa inútil, tanta inoperancia, que hemos acabado por cerrarnos poco más o menos a todas las posibilidades. Sin embargo, tenemos que dejar abiertas todas las puertas. Puede ser fatigoso, pero necesitamos experimentar cosas nuevas".

Thomas Merton
Los manantiales de la contemplación

viernes, 20 de agosto de 2021

LIBRO NUEVO... CONTEMPLANDO EL PARAÍSO

Thomas Merton encontró en la fotografía otra forma de explorar y expresar su relación con el mundo y con Dios. Cuando descubrió el uso de la cámara como instrumento contemplativo, creó imágenes que iluminan y enriquecen la comprensión de su prosa y su poesía. Cada imagen está contextualizada y acompañada de breves citas, extraídas y representativas de su extraordinaria producción literaria.

sábado, 31 de julio de 2021

LO QUE DIOS QUIERE...

Éste es el trabajo que Dios quiere, que prestéis adhesión al que él ha enviado. Conocer lo que Dios espera de nosotros parecería el verdadero camino, pero ese interés es solo aparente. En realidad, no nos interesa demasiado lo que Dios quiere. Lo que de verdad nos interesa es lo que nosotros queremos. Para garantizar seguridades, hemos fabricado un Dios a medida. De todas formas, Jesús les dice lo que Dios espera de ellos: que le presten su adhesión. La discusión entre fe y obras queda superada drásticamente: confiar en Jesús.

Pero inmediatamente viene la institución y nos dice: lo que Dios quiere es esto y aquello; que no es más que lo que les interesa a los dirigentes de turno. Jesús no vino a dar nuevas normas morales sino a enseñarnos el camino de la verdadera Vida. Lo que tengo que “hacer”, lo tengo que descubrir yo, no me tiene que llegar de fuera como programación, no tengo que ser un robot al que le han introducido un programa. Lo que Dios quiere es que lleguemos a nuestra plenitud, y el “mapa de ruta” está en nuestro interior, no fuera.

A Dios le importa más lo que somos que lo que hacemos. Mostramos nuestra ceguera cuando estamos preocupados por lo que Dios quiere que hagamos o dejemos de hacer. Solo una cosa es fundamen­tal: confiar. Creer no es aceptar una serie de verdades teóricas y quedar tan tranquilos. Esto es lo que pide Jesús a sus oyentes. Tergiversamos esa confianza cuando la convertimos en esperanza de que Dios cumpla nuestros deseos. Confiar es aceptar la voluntad de Dios, no venida de fuera, sino como inserta en la raíz de nuestro ser”.

Fray Marcos
(Fe Adulta)

REDESCUBRIENDO A CRISTO

"Hoy, en un momento de prueba, he redescubierto a Jesús, 
o quizá Le he descubierto por primera vez
He estado más próximo que nunca a la plena comprensión 
de la verdad según la cual nuestras relaciones con Jesús 
están infinitamente más allá 
del nivel de la imaginación y de la emoción. 

Sus ojos, que son los ojos de la Verdad, 
están fijos en mi corazón.
 Donde se posa Su mirada hay paz, 
porque la luz de Su Rostro, que es la Verdad, 
produce verdad allá donde resplandece. 

También se experimenta alegría, 
y Él dice a quienes ama: 
Tendré fijos mis ojos en ti. 
Sus ojos están siempre sobre nosotros 
en todas partes y en todos los momentos
 Ninguna gracia viene a nosotros del cielo 
sin que El mire nuestro corazón

La gracia de esa mirada de Cristo en mi corazón 
ha transfigurado este día como un milagro. 
Me parece que he descubierto una libertad 
que no he conocido nunca antes en mi vida. 

He sentido que el Espíritu de Dios estaba sobre mi 
y he pensado que, con solo volver un poco la cabeza, 
vería una hueste de ángeles con armadura plateada 
avanzando detrás de mí por el cielo, 
viniendo por fin a limpiar 
de un plumazo el mundo entero. 

Me ha llevado a un vivido océano de paz
Y el mundo entero y el cielo entero estaban llenos 
de una música maravillosa, 
como ha solido ocurrirme estos días".

Thomas Merton

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.