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lunes, 31 de diciembre de 2018

GRACIAS

Hay una antigua tradición cristiana según la cual Dios envía a cada persona a este mundo: 

Con un mensaje especial que trasmitir, 

Con un canto especial que cantar a los demás, 

Con un acto especial de amor que ofrecer. 


Nadie más puede trasmitir mi mensaje, 

O cantar mi canto, 

U ofrecer mi acto de amor. 


Se me han confiado únicamente a mí. 


De acuerdo con esta tradición, el mensaje puede trasmitirse, 

El canto cantarse y el acto de amor entregarse 

Únicamente a unos pocos, 

O a todos los vecinos de una pequeña localidad, 

O a todos los habitantes de una gran ciudad, 

O incluso al mundo entero. 


Todo depende del plan concreto de Dios 

Para cada persona. 


En este tiempo santo, cuando conmemoramos 

El hecho de que Dios amó tanto al mundo que envió su hijo a él 

Para nosotros, quiero decirte lo siguiente: 


Tu mensaje ha sido escuchado en mi corazón, 

Tu canto ha caldeado mi mundo, 

Y tu amor ha iluminado mi oscuridad. 


Gracias, gracias por tu mensaje, tu canto y tu amor. 

Siempre estarás en mi agradecido corazón y en mis oraciones.

jueves, 27 de diciembre de 2018

FIGURAS DE LA NAVIDAD

Desde hace varios años, y tras un casual descubrimiento, ALFRED DELP se sumó a mis compañeros de camino en el Adviento y la Navidad, y aun más allá. Alfred Delp (1907/1945) fue un jesuita ejecutado por los nazis. Durante los meses que estuvo en prisión escribió una serie de meditaciones sobre el Adviento, el Padrenuestro, las tareas de la humanidad y de la Iglesia en el futuro, el sentido de la felicidad y otros temas espirituales. Lo que me atrajo fue que en la portada del libro, publicado por Sal Terrae en 2012, decía: Introducción de Thomas Merton; el texto introductorio no me resulta tan significativo, pero los escritos de Alfred Delp, nacidos de una situación difícil y extrema, acompañan desde entonces mis caminos de Adviento y Navidad, junto a los de otros maestros del Espíritu. 


"Navidad es el misterio del encuentro. Esto es así en la teoría y en la práctica. Los hombres que se integraron en la corriente vital de este encuentro, o fueron llamados o arrastrados por ella, pueden muy bien señalarnos  y hacernos ver las condiciones necesarias para que el hombre se haga nuevamente digno de que Dios le llame y le dirija su palabra. Por eso toda la cuestión se reduce a esto: hacerse otra vez dignos de la llamada y de la palabra de Dios, hacerse otra vez capaces de Dios

Tres tipos de hombres vienen a nuestro encuentro en el misterio de la Navidad: los que son llamados a la realización histórica del misterio; los que rodean la renovación litúrgica del misterio; y, además, el silencioso y al mismo tiempo clamoroso grupo de los ausentes, porque también los puestos vacío tienen su palabra y anuncian su mensaje.

PERSONAJES EN TORNO AL PESEBRE: Son las viejas y venerables figuras que se hallan de pie en torno al pesebre o que recorren el camino hacia el establo. Así encuentran también el camino del misterio de la vida y del mundo. María, José, los ángeles, los pastores, los magos: este es el pueblo reunido en torno al niño. Que ellos nos hablen, y nosotros escuchemos su mensaje y su critica sobre nuestra vida. 

FIGURAS EN TORNO A LA FIESTA DE NAVIDAD: También aquí aparece una interconexión y un mensaje. Hasta los niños de Belén tienen su sitio aquí históricamente. El resto de las figuras santas dependen tan íntima y originariamente en toda su existencia del hecho de haber comprendido y protegido el misterio del encuentro, que pueden dar una respuesta auténtica a nuestra pregunta. ?Qué es lo que capacita al hombre para un encuentro sincero? ?Qué actitudes del espíritu debemos tener en cuenta como objetivo de nuestra pedagogía del hombre? ?Por qué clase de primacía en las tendencias del corazón debemos optar si queremos volver a la presencia del Señor con autenticidad y dinamismo? (San Esteban, San Juan Evangelista, los Niños Inocentes, Tomas de Canterbury)

LOS QUE NO ESTÁN ALLÍ: Aun los mismos que faltan tienen un mensaje y un juicio para nosotros. Porque quizá nos hacen conocer mejor lo que nos separa del Señor. Tampoco nosotros estamos allí en cuanto generación, en cuanto época histórica. Y la pasión que debe brotar de lo que conocemos tiene que ser una pasión orientada hacia allí. 
 No están allí los poderosos, ni los que tienen mucho, ni los sabios, ni la sinagoga, es decir, la Iglesia oficial".

Alfred Delp, Escritos desde la prisión, SAl TERRAE, 2012.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

FELIZ NAVIDAD

"Cristo ha nacido. Ha nacido para nosotros. Y ha nacido hoy... En Navidad, más que nunca, conviene recordar que no tenemos más luz que Cristo, que nos ha nacido hoy..Recibamos a Cristo para que con toda verdad seamos luz en el Señor y para que Cristo brille no solo para nosotros, sino por medio de nosotros, y para que podamos arder todos en la dulce luz de su presencia en el mundo: quiero decir, Su presencia en nosotros, pues somos Su cuerpo y Su Santa Iglesia... Hemos nacido hoy a una nueva luz. Eso quiere decir que nuestras almas han nacido a nueva vida y nueva gracia al recibirle a Él, que es la verdad... Así hemos de recibir la luz de nuestro Salvador recién nacido, por la fe, para manifestarlo por nuestro testimonio en alabanza común y por las obras de nuestra caridad mutua".

Thoma Merton
El kerigma de la Navidad
(Tiempos de celebración)

sábado, 22 de diciembre de 2018

ADVIENTO DE 1964

"El frío del Adviento me ayuda a revivir la confusión y el milagro de los primeros días de mi estancia aquí, hace ahora veintitrés años, cuando, habiéndolo dejado todo tras de mí, me entregué sin condiciones a Dios. Durante mucho tiempo no he vuelto a experimentar esto mismo aquí. ¡El monasterio está demasiado caliente, demasiado ocupado, y es demasiado sociable para posibilitar esas vivencias! Pero mi disgregación y el hecho de vivir (en buena medida) en los bosques me ponen frente a la soledad y la pobreza de las frías colinas y del invierno de Kentucky. La realidad de mi propia vida, ¡qué incomparable!"


"En la ermita, veo lo rápidamente que puede uno desmoronarse. Hablo conmigo mismo, bailo alrededor de la ermita, canto. Todo esto está muy bien, pero no es serio; es una manifestación de debilidad, de vértigo. Experimento, dentro de este yo individual, la proximidad de la desintegración. (Sin embargo, también comprendo que este yo exterior puede desmoronarse y también ser reintegrado. Es como perder la piel seca, que se desprende rápidamente, al tiempo que por debajo se está formando una piel nueva)".

"La calidad de las noches de uno depende de la cordura con que haya vivido el día. Yo pongo entonces los pecados del día a la luz y la oscuridad de la verdad, que debe ser adorada sin disfraz. Acto seguido, deseo regresar a los disfraces. ¿Quién demonios dijo que la vida solitaria es una combinación de fingimiento y decepción? ¡¡¡Como si el fingimiento fuese fácil en la soledad!!! Resulta fácil en la comunidad, puesto que uno puede tener el apoyo de una ilusión común o de un acuerdo común en formas que vienen a ocupar el lugar de la verdad. Uno puede fingir en la soledad de un paseo vespertino, pero la noche destruye todas las ficciones. Uno se ve reducido a nada y obligado a iniciar laboriosamente el largo retorno a la verdad".


Thomas Merton
Diarios, 1964

DIOS Y LA VERDADERA ALEGRÍA

"En la vida del hombre tiene la alegría mucho que ver con Dios. La criatura puede proporcionar alegría o ser ocasión de alegría para el hombre de múltiples maneras; pero el lograrlo depende de si el hombre es todavía un sujeto capaz de sentir la alegría y darse cuenta de ella. Esto, a su vez, depende de las relaciones que el hombre mantenga con Dios. Únicamente en Dios es capaz el hombre de la vitalidad plena. Sin Dios, el hombre es un enfermo crónico. Y esa enfermedad contamina  también la alegría y la capacidad de vivir alegres. Por eso ha hecho el hombre tanto alboroto sobre su alegría mientras todavía tenía tiempo para hacerlo.Hasta que llegó un momento en que ya no pudo más. El mundo, convertido en cárcel, le acaparó tan intensamente que incluso la alegría quedó valorada y reducida a un medio de volver al compromiso por la lucha. 

Si el hombre pretende ser sujeto de la verdadera alegría, tiene que situarse en un orden concreto y en relación con Dios. También la capacidad para la verdadera alegría y la misma vitalidad plena en la alegría dependen de determinadas circunstancias de la vida humana, de determinados comportamientos ante Dios. Allí donde la vida no se entiende como fundamentada y realizada en comunidad con Dios, todo se torna gris, triste y puro cálculo. 

Cómo tenemos que vivir para ser capaces de la verdadera alegría? La pregunta debe hoy atraer nuestra atención más que en otros tiempos. El hombre debe tomar su alegría tan en serio como se toma a sí mismo. Y ha de tener en sí mismo, en su corazón y en su Dios la certeza de haber sido creado para la alegría, incluso en el tiempo de la noche y de la prueba. Es decir, para una vida plena y consciente de su propio sentido, segura de sus posibilidades, conocedora del camino de la plenitud en alianza con todos los buenos espíritus y fuerzas divinas, que se sabe bendecida, enviada y tocada interiormente por el mismo Dios.

Cómo tiene que vivir el hombre para que esta dicha brote de su corazón, resplandezca en su rostro y en sus ojos, ponga en sus manos un poder de trasmitir felicidad y completarla?

La condiciones de la verdadera alegría no son las condiciones de la vida exterior; significan una íntima constitución y competencia del hombre que le permitirá al menos alguna vez conjeturar, incluso en las más adversas circunstancias, cuál es en realidad el sentido de la vida...".

Alfred Delp
Escritos desde la prisión
SalTerrae

viernes, 21 de diciembre de 2018

THOMAS MERTON A VICTORIA OCAMPO

“Nosotros los sacerdotes sabemos demasiado bien que la gracia tiene necesidad de la naturaleza para hacer su trabajo de divinización, pero olvidamos a la naturaleza misma, e intentamos a menudo edificar algo con una especie de gracia abstracta que termina siendo ficticia. La gracia se encuentra dentro de la naturaleza cuando podemos ver en ella a Dios, no solamente Creador sino también Redentor. La acción redentora, terapéutica de Dios en todas las cosas y a través de todo, incluyendo allí el mal y el pecado. Es un misterio increíble, una maravilla que no termina nunca”

"Hay una cierta “gracia” misteriosa de la que hablan los teólogos sin saber de qué están hablando y sobre la cual predican los clérigos de modo tal de hacérnosla sospechosa u odiosa. …. Existe siempre esta gracia de Dios que solo basta buscar y pedir desde lo más profundo del corazón. Con frecuencia, nos es otorgada sin que la pidamos, sin que sepamos nada de ella"

"No hay nada en el mundo tan importante como el diálogo realmente vivo entre los seres vivos – los hijos de Dios- como lo somos nosotros, porque su diálogo no puede existir sin las intervenciones de Dios mismo. ¡Qué misterio maravilloso el lenguaje humano, en el que se manifiesta la Palabra de Dios!".

martes, 18 de diciembre de 2018

OTRA VEZ EPIFANÍA

Hemos compartido este texto muchas veces, y lo seguiremos haciendo, porque vale la pena que volvamos a él una y otra vez. Ahora que se acerca la Navidad, recordemos lo que somos de verdad ante los ojos de Dios, la fragilidad y la belleza que compartimos. Todo eso está ahí, en el niño de Belén

“Ayer, en Louisville, en la esquina de las calles Cuarta y Walnut, comprendí de pronto que yo amaba a todo el mundo y que nadie me era o podía ser totalmente extraño. Fue como si despertase de un sueño: el sueño de mi distanciamiento, de la vocación «especial» de ser diferente. Realmente, mi vocación no me hace diferente del resto de los hombres ni me sitúa en una categoría especial, a no ser de manera artificial, jurídicamente. Yo sigo siendo un miembro de la raza humana, y ningún otro destino es más glorioso para el hombre, si tenemos en cuenta que la Palabra se hizo carne, convirtiéndose también en miembro de la Raza Humana. 

¡Gracias, Dios! ¡Gracias, Dios! Yo soy un miembro más de la raza humana, como el resto de los seres humanos. ¡Tengo la inmensa satisfacción de ser un hombre! ¡Como si los sinsabores de nuestra condición pudieran importar realmente cuando empezamos a entender quiénes somos y lo que somos, como si pudiéramos empezar alguna vez a comprender esto en la tierra!” 

(Diarios I, Thomas Merton, 19 marzo 1958).

lunes, 17 de diciembre de 2018

ANTÍFONAS MARIANAS DEL ADVIENTO

Las antífonas de la O son siete, y la Iglesia las canta con el Magnificat del Oficio de Vísperas desde el día 17 hasta el día 23 de diciembre. Son un llamamiento al Mesías recordando las ansias con que era esperado por todos los pueblos antes de su venida, y, también son, una manifestación del sentimiento con que todos los años, de nuevo, le espera la Iglesia en los días que preceden a la gran solemnidad del Nacimiento del Salvador.

Se llaman así porque todas empiezan en latín con la exclamación «O», en castellano «Oh». También se llaman «antífonas mayores».

Fueron compuestas hacia los siglos VII-VIII, y se puede decir que son un magnífico compendio de la cristología más antigua de la Iglesia, y a la vez, un resumen expresivo de los deseos de salvación de toda la humanidad, tanto del Israel del A.T. como de la Iglesia del N.T.

Son breves oraciones dirigidas a Cristo Jesús, que condensan el espíritu del Adviento y la Navidad. La admiración de la Iglesia ante el misterio de un Dios hecho hombre: «Oh». La comprensión cada vez más profunda de su misterio. Y la súplica urgente: «ven»

Cada antífona empieza por una exclamación, «Oh», seguida de un título mesiánico tomado del A.T., pero entendido con la plenitud del N.T. Es una aclamación a Jesús el Mesías, reconociendo todo lo que representa para nosotros. Y termina siempre con una súplica: «ven» y no tardes más.

O Sapientia = sabiduría, Palabra

O Adonai = Señor poderoso

O Radix = raíz, renuevo de Jesé (padre de David)

O Clavis = llave de David, que abre y cierra

O Oriens = oriente, sol, luz

O Rex = rey de paz

O Emmanuel = Dios-con-nosotros.


Leídas en sentido inverso las iniciales latinas de la primera palabra después de la «O», dan el acróstico «ero cras», que significa «seré mañana, vendré mañana», que es como la respuesta del Mesías a la súplica de sus fieles.

Se cantan -con la hermosa melodía gregoriana o en alguna de las versiones en las lenguas modernas- antes y después del Magnificat en las Vísperas de estos siete días, del 17 al 23 de diciembre, y también, un tanto resumidas, como versículo del aleluya antes del evangelio de la Misa
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viernes, 14 de diciembre de 2018

EN BUSCA DEL AMADO: San Juan de la Cruz


(Homilía compartida en 2007, para la la fiesta del santo y renovación de votos de una hermana religiosa).

De Juan de Yepes a Juan de Santo Matías, y luego Juan de la Cruz; un itinerario espiritual simbolizado por este cambio de nombres que acompañó al pequeño fraile carmelita en su andadura hacia el monte santo de Dios, donde para tener al Todo hay que dejarlo todo. Toda la biografía de  Juan  tiene de una u otra manera la cruz de Cristo bordeando sus contornos existenciales, sus aspiraciones y sus búsquedas; toda la historia del santo es un crecerse para alcanzar mayores cuotas de libertad interior. Por eso es maestro de espirituales, además de modelo de poetas; por eso quien le conoce de cerca pierde el susto que provoca en los novatos su “nada”, porque sabe que es la pasión del amor la que habla por su boca. Juan de la Cruz anda tras el Amado, y nada le aparta de la carrera, carrera de amor definitivamente, y de servicio a sus hermanas y hermanos del Carmelo.
  
Los presentes conocerán seguramente las principales coordenadas biográficas de Juan de la Cruz: las mencionamos brevemente por si alguno llega recién al Carmelo:
1-    Juan de Yepes, seglar: (1542-1563) 21 años de vida.
  Destaca su ida a los 10 años a Medina del Campo. Allí  sirve en la Iglesia y en el hospital de las Bubas, y comienza a estudiar con los jesuitas.
2-    Juan de Santo Matía: carmelita (1563-1568)  5 años de vida.
       Estudia en Salamanca, y se ordena sacerdote en 1567. Conoce a Teresa en Medina,                                      y esta le expone sus planes y lo involucra en la Reforma.
3-    Juan de la Cruz: carmelita descalzo (1568-1591) 23 años de vida.
    Primera fundación de frailes en Duruelo. Noviciado de Pastrana Rector del colegio de Alcalá de Henares. Confesor en la Encarnación (1572)
   1577: Secuestrado por los frailes calzados, y juzgado como rebelde, pasando nueve meses en una celda estrecha. Fuerte experiencia mística, escribe sus poemas.
 1578: Va a Andalucía después de escapar de la cárcel. Participa del movimiento de reforma, ocupando algunas responsabilidades: definidor, prior, provincial. Está en Granada, donde redacta los cuatro grandes comentarios a sus poemas.
1588: Segovia. Se celebra el primer capítulo general de la Descalces. Sale Primer Definidor. Superior de Segovia.
 1590: Comienzan los conflictos entre Doria, Gracián y las monjas.
1591: último año de vida. Separado del gobierno, en medio de luchas de poder y envidias. Destinado a México, y como enferma lo mandan La Peñuela (Jaén), y luego a Úbeda, donde muere, a primera hora del 14 de diciembre.
1618: Primera edición de sus escritos.
1726: Canonización, Benedicto XIII
1926: Doctor de la Iglesia.
 1993: Patrono de los poetas de lengua española.

 Me gustaría destacar quizá algunos elementos particulares de la biografía sanjuanista.
-Su condición de pobre, su pertenencia a los de abajo.
- Su empeño en crecerse frente a los obstáculos que la vida le puso. (Condición, prejuicios, ambiciones personales, persecuciones, etc.)
- Su alegría, su confianza, su amabilidad, su trato afable con todos.
- Su sabiduría para acompañar espiritual y humanamente a los demás, donde combinaba su conocimiento teológico y su personal experiencia de Dios.
- Su trato afable y cercano con las mujeres, las religiosas, en un mundo que desconfiaba de la mujer.

 Juan nunca busco medrar a toda costa, conseguir puestos importantes, ganar siempre, sino que se fue despojando de todo, para estar cada vez más disponible y vacío para Dios.


Detengámonos un momento para hablar de Juan de la Cruz y la vida religiosa. En un principio buscaba austeridad y penitencia; la propia Teresa se espantó cuando le visitó en Duruelo de la dureza del entorno. Pero pronto se contagió del ideal humanista del proyecto que Teresa intentaba  extender por la geografía española, y le vemos ir a Pastrana  para controlar los excesos y exageraciones piadosas de un maestro de novicios. Juan opta también por una vida más fraterna, austera si, pero abierta a las necesidades del cuerpo y del espíritu. Los frailes han de servirse mutuamente, y todos hablan de la caridad de Juan de la Cruz, de la bondad con que trata a  sus  súbditos, de su cercanía con las monjas a las que dirige. En algún momento sus hagiógrafos intentaron presentarnos un Fray Juan de la Cruz eremítico y retirado, pero parece que esa imagen no es del todo verdadera: el santo vivió buena parte de su vida en la descalces en sitios muy poblados, en contacto con la gente, que se benefició de su doctrina, su experiencia y su bondad. Las monjas recibieron siempre de él un espíritu abierto, un deseo de interioridad y una disponibilidad para el servir; invitaba al seguimiento del Amado, y mientras recorría los caminos iba cantando los salmos o los poemas que escribía.
 Es evidente que al santo le han acompañado siempre ciertos estereotipos, los mismos que a menudo tiene la gente acerca de la vida religiosa, y más aun sobre la llamada “vida de clausura”. Sus escritos han sido poco comprendidos, y mal interpretados, y le han dado fama de duro e inhumano. Pero simplemente sus textos deben ser leídos desde el amor y la libertad interior que acompañan su andadura mística. Dos testimonios pueden servirnos de ejemplo para vislumbrar al Juan de la Cruz de carne y hueso, y son referencias de testigos en los procesos de canonización de nuestro santo. Uno de ellos refiere que “hacía reír hablando de Dios”; el otro, que “daban más fervor  sus pláticas en la recreación, que la oración”.


La vida del Carmelo Teresiano hoy necesita el contagio de esa “enfermedad” que Juan padecía: enfermar de amor a Cristo. Necesita su desnudez y su deseo de Dios, su dedicación a las cosas espirituales, su entregarse sin reservar para servir y consolar a los cercanos. Los libros de Juan son una guía, un mapa donde las coordenadas van apuntando claramente a la plenitud de vida, por eso han de ser releídos en el Carmelo  y presentados con un lenguaje nuevo y motivador. El Carmelo hoy necesita a Juan de la Cruz más que nunca como maestro. Necesita la luz de su doctrina para andar esta noche oscura de la postmodernidad que nos hace sentir el desconcierto, la ausencia de valores y la necesidad de un Absoluto.
 Un acercamiento mayor a la experiencia y doctrina de nuestros Padres en el Carmelo, Teresa y Juan, permitirán responder mejor esas preguntas que inevitablemente nos hace la vida, y que, desde nuestra vocación y consagración a Dios, necesitamos responder, para que el mundo crea que somos de Dios, que hablamos en su nombre. No podemos conformarnos con las migajas que caen de la mesa del Padre; si somos Hijos, entonces estamos llamados al banquete, a la plenitud en Cristo.

Termino con un pequeño verso  del Santo, que lleva el nombre de Suma de Perfección. Aquí se resume genialmente toda su experiencia espiritual, y lo dejo de regalo también y de invitación a la Hna Cecilia, que está celebrando hoy su aniversario de consagración:

Olvido de lo creado,
Memoria del Creador,
Atención a lo interior,
Y estarse amando al amado.

martes, 11 de diciembre de 2018

JIM FOREST HABLA DE THOMAS MERTON

"Cuando empecé a intercambiar correspondencia con Merton en 1961, y lo visité un año después, jamás pensé que acabaría siendo uno de sus biógrafos y, también, uno de los pocos testigos personales que estuvieron en contacto con él. Porque no esperaba vivir tanto tiempo. Pero no me sorprendió que Merton todavía tenga un papel importante en tantas vidas, como testimonia este encuentro aquí, en este hermoso país...

Thomas Merton hizo la diferencia en la vida de muchas personas e influenció algunas de nuestras principales elecciones vocacionales. Nos volvemos a él en busca de aliento, inspiración, orientación ... nos volvemos a él como una fuente de conexión y coraje, tanto en nuestra vida espiritual, como política.

En 1966, en un período de profundo desánimo en mi vida personal, escribí a Merton, implorando algunos consejos. Él respondió con una carta que a menudo fue traducida y compartida - Carta a un joven activista - que me ayudó mucho a superar la noche oscura que entonces me envolvió. La frase en la carta que más me aclaró tal vez fue ésta: "Al final, es la verdad de las relaciones personales que lo salva todo".

Estas simples palabras resumen la teología de la encarnación. Slogans y teorías no son tan importantes como la forma en que vemos y nos relacionamos - en las relaciones que construimos - no sólo con los amigos, sino también con los adversarios.

Merton nos recuerda que estamos llamados a establecer contacto de la mejor manera posible, con las personas que buscamos evitar, personas con quienes preferimos no rezar, personas cuya transformación ni imaginamos, personas que preferimos seguir teniendo como enemigos, en lugar de hacernos amigos ... Tal vez Merton pueda ayudarnos en esta caminata. Les deseo la mayor felicidad en esta celebración de la vida de Merton".

Mensaje de JIM FOREST a encuentro sobre Thomas Merton en Brasil. 

lunes, 10 de diciembre de 2018

50º ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE THOMAS MERTON


Hoy, 10 de diciembre, 50º aniversario de la muerte de Thomas Merton, monje, maestro, hermano en los caminos del Espíritu. Que su legado vital y sus escritos sigan iluminando a mucha gente que busca a Dios con un corazón libre... Nosotros, como estamos haciendo desde el 2007, seguimos compartiendo  en lo posible lo que su cercanía espiritual nos inspira, confiando en que ayude a muchos en la propia búsqueda personal de Dios y el auténtico yo. 
Provechosa celebración a todos/as los AMIGOS DE THOMAS MERTON.

sábado, 8 de diciembre de 2018

SAN JUAN DE LA CRUZ

“Fuera de su nativa España, San Juan de la Cruz nunca fue un santo muy popular. Su doctrina es considerada como “difícil”, y le exige a los demás la misma austeridad intransigente que él practicó durante su vida entera. Sin embargo, un estudio más ceñido a su doctrina…, probaría que San Juan de la Cruz poseía todo el equilibrio, la prudencia y la “discreción” que caracteriza a la más elevada santidad. No es un fanático aplicado a sobrecargar a sus subordinados con fardos insoportables que acabarían por reducirlos a ruinas morales y físicas. Las exigencias que formula son inflexibles en lo esencial pero flexibles en sus aspectos accidentales. Su único propósito consiste en situar al hombre entero, cuerpo y alma, bajo la guía del Espíritu de Dios. En la práctica, San Juan de la Cruz se opuso inexorablemente al formalismo y la inhumanidad de quienes comparaba con “herreros espirituales” que martillaban violentamente las almas de sus víctimas para hacerlas calzar en algún modelo convencional de perfección ascética. Sabía muy bien que este tipo de ascetismo era uno de los más defectuosos, porque a menudo era una manifestación de incorregible orgullo espiritual. La claridad y la lógica de este carmelita español, sumada a su insuperable y experimentado conocimiento de las cosas de Dios, lo sitúan de lejos como uno de los más grandes y más confiables de todos los teólogos místicos”. 


Ascenso a la Verdad”, páginas 320-323 
Thomas Merton 
Ed. Lumen

jueves, 6 de diciembre de 2018

NUEVO LIBRO DE THOMAS MERTON

(Antonio Aradillas).- Lo que se dice partidario-partidario de que la mujer alcance idénticos niveles de aspiraciones y responsabilidades que el hombre, dentro de la Iglesia, Thomas Merton no lo fue jamás. No sería, por tanto, congruente, acudir a su autoridad como uno de los grandes pensadores de los tiempos modernos para avalar una de las ideas que se abren camino, y se estiman como elementales también en la Iglesia, tal como ya lo es en el resto de la sociedad y de sus proyecciones sociales, culturales, laborales, políticas, profesionales y demás.

Con esta excepción concreta "eclesiástica", la aportación que a la sinfonía femenina -"combinación armónica de varios elementos"-, le significó y le significa este autor, resulta cierta e incuestionablemente valiosa. Tal es la brillante intención de María Cristina Inogés Sanz, al publicar el libro con el título "La sinfonía femenina (incompleta) de Thomas Merton", en la editorial PPC, en su enciclopédica y venturosa colección ""Sauce", con su número 214.

Con autoridad, acierto y notable capacidad de síntesis, subscribo estas palabras de la presentación:

"En la vida de Thomas Merton hubo muchas mujeres. Están su madre y otras mujeres de su familia; aquellas que conoció en el más amplio sentido del término, durante su alocada juventud; la madre de su hijo; aquellas que formaron parte más adelante, de su círculo de amigos; aquellas otras con quienes mantenía correspondencia y que le ayudaron a ver otros puntos de vista o profundizar en los suyos, y, finalmente, M -como él la llama, el amor de su vida, siendo ya monje. Las mujeres y Merton parece un tema que no se evita, pero del que se prescinde en cuanto hay oportunidad. La historia en la Iglesia está salpicada de parejas que le han aportado mucho. Lo que hace falta es una mirada limpia y una lengua contenida cuando se desconocen las circunstancias". 

Acerca de María Cristina, autora del libro, me limito a historiar que "estudió en la Facultad de Teología Protestante de Madrid -SEUT-, y que actualmente colabora en "Lecturas diarias" de la Iglesia evangélica del Río de la Plata (Argentina), habiendo publicado ya en PPC los libros "Vía Crucis de la misericordia" y "El Cantar de los Cantares".

¡No dejen de leer con serenidad este libro! A sus lectores y lectoras les proporcionará elementos de juicio nuevos, radiantes e intensamente actuales, que contribuirán a que unos y otras se adentren en el misterioso mundo de la mujer, con la seguridad de disfrutar y de sentirse participante activo de las sinfonías que en mayor proporción y calidad enriquecen la obra creada y re-creada por Dios y que está interpretada por el colectivo femenino...

He aquí esta joya preciosa de la página 127, correspondiente al capítulo "Las mujeres en su vida": "Nuestras intimidades realmente se comunican. Es la raíz y el fondo de todas las cosas, y de esto, el amor sexual solo puede ser, en el mejor de los casos, una señal".

Al libro le coloca el punto y aparte este pensamiento profundamente religioso: "Se desaparece en el Amor, para 'ser Amor'".

(Tomado de : Religión Digital).

miércoles, 5 de diciembre de 2018

UNA REFLEXIÓN PARA ESTE ADVIENTO

La Biblia recoge la historia de los encuentros y desencuentros entre Dios y la Humanidad, que se salda indudablemente a favor del primero, que se revela sobre todo como AMOR: un amor personal, infinito, gratuito e incondicional. A partir de aquí podemos hilvanar tres verdades fundamentales: 

Dios es amor, nosotros somos amados (el amor nos define, no el pecado), y juntos construimos un reino de amor (esa es la misión, el propósito que tenemos en la vida como discípulos). 

Prestemos atención a los iconos del Ángelus: El anuncio, la aceptación y el fruto. También nosotros, como discípulos, vivimos la misma dinámica espiritual: la gracia, la acogida y el fruto. Ahora en Adviento celebramos en la liturgia el misterio de esa dinámica espiritual: Las promesas de Dios son la gracia; la confianza y la esperanza son la acogida; el nacimiento espiritual de Cristo en nosotros es el fruto. Navidad es celebrar que el Hijo de Dios se hizo carne nuestra, se “encarnó”, pero también es que nosotros “demos a luz a Cristo para el mundo”. 

Estamos en un camino de liberación, y debemos trabajar para superar cualquier esclavitud; resaltamos la tríada clásica: el tener, el placer, el poder. 

Con el TENER nos referimos a la acumulación compulsiva de bienes materiales, que además no se comparten, y con las que intentamos definirnos. Soy importante, soy mejor, porque tengo más. Esto no implica desprecio de la materia, de lo material, ni mucho menos nos dispensa de buscar la justicia para que todos puedan tener lo necesario, lo debido. 

Con el PLACER nos referimos a la búsqueda compulsiva de experiencias sensibles, a la sexualidad desbordada sin amor y respeto del otro, al buscar cómo pasarlo bien sin que me importen las necesidades ajenas, a la dependencia del alcohol y la droga, a la necesidad de acumular sensaciones cada vez más intensas, como escape de la realidad… Esto no implica el rechazo del cuerpo, ni de la sexualidad humana, ni del derecho a pasarlo bien, al ocio sano. 

Con el PODER nos referimos al afán de dominio sobre los demás, al afán de control, que nos hace sentirnos por encima de las obligaciones comunes, dueño del destino de otros, no sujeto a las leyes sociales. Esto no implica rechazo a la buena política, que se preocupa del bien común, pero sí del partidismo que se aprovecha, de la corrupción, de la imposición de ideas.

En los tres casos dejamos de tener a Dios como centro, como eje, para poner un ídolo en su lugar; y ese ídolo nos hace sentir falsamente fuertes y más libres, cuando en realidad somos esclavos (dependientes) y nuestra condición humana se vuelve frágil, y de va degradando. 


Entendemos entonces por CONVERSIÓN el recuperar nuestra condición de hijos, nuestra libertad, y la plena comunión con Aquel que nos ama y nos sustenta en el ser. No es que estemos fuera de Dios, ni tampoco que tengamos que volver a Él; somos en Dios, pero la esclavitud o dependencia (el pecado) nos ciega, y no somos capaces de vernos en nuestra verdadera identidad de hijos. Y es Dios el que obra, el que sale a nuestro encuentro, el que vine siempre. 

Cada Adviento nos recuerda que siempre es Adviento. Que Dios sale siempre a nuestro encuentro en Cristo, y que nuestra tarea, usando las palabras del Bautista, es PREPARARLE UN CAMINO. ¿Cómo? 

1. Alimentando la conciencia de nuestra identidad: hijos amados de Dios., llamados a vivir en el amor, sin miedos, sin angustia, sin culpas inútiles. 

2. Manteniendo viva la certeza de una Presencia, sanadora y liberadora, en nosotros. ¿De qué modo? 

3. Lectura cotidiana de los Evangelios, diálogo con Jesús Maestro; aprovechamiento de los sacramentos, en especial la participación dominical en la Eucaristía, porque… 

4. El vínculo mayor con Dios lo tenemos cuando nos reunimos en su nombre, como pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, compartiendo con os hermanos/as la Palabra y la Mesa. 

5. Es todo lo anterior lo que nos permite vivir testimoniando a Dios con una vida buena, justa, rechazando todo lo que Dios rechaza. Lo primero es SER y como consecuencia, como fruto, está el HACER. Si descuidamos lo primero, entonces se hace más difícil e inalcanzable lo segundo.

¿Cómo debe vivir un cristiano? HACIENDO EL BIEN

Miremos a estas tres figuras del Adviento: El Ángel, la Virgen y el niño. No pretendemos obviar que en este camino están también los profetas de Israel, en especial Isaías, y Juan Bautista, a quien ya mencionamos, y también Isabel, la esposa de Zacarías, y el mismo José, custodio de la esperanza y del amor que viene. Pero queremos detenernos en los tres primeros, porque enlazan con el principio de nuestra reflexión del Ángelus: 

El ÁNGEL nos recuerda que Dios está pendiente siempre de nuestra vida, que acude siempre para poner su gracia, que nos rodea de mediaciones (personas, encuentros, acontecimientos) para patentizar su elección por nosotros. Somos hijas e hijos de Dios, y Dios no se olvida de sus hijos. 

La VIRGEN nos invita a la preparación interior, a la confianza, a la disponibilidad, al abandono. Dice Pablo que para los que aman a Dios todo se vuelve bendición, se vuelve cauce para la maduración y para una vida más plena. Aprender a decirle a Dios: aquí estoy, no temo, porque tú estás conmigo… que se haga vida en mí tu amor. Esto no es resignación, sino confianza y disponibilidad. Dios vela y Dios ama, y sus fruto será también de amor. 

JESÚS, el niño que nace en Navidad, es el don de Dios, es decir, no cosas de Dios, sino Dios mismo. Con frecuencia nos volvemos reclamadores, exigentes de cosas, milagros, caprichos… pero cuando el mismo Dios viene le cerramos la puerta. Nos da miedo que nazca y crezca Dios en nuestra vida. 

De todo lo anterior ya podemos ir sacando conclusiones acerca de lo que es e implica el Adviento y la Navidad que preparamos. Cada tiempo litúrgico realiza en nosotros el misterio del encuentro en Dios y nuestra humanidad, y la vida de Cristo se hace carne en nuestra propia carne… ese es el mayor milagro de la fe. Que en nosotros Cristo recorra los caminos del mundo haciendo el bien, sanando y perdonando, gritando que el Reino está cerca y que Dios nos ama, que es Amor.

Fray Manuel de Jesús, ocd.

lunes, 3 de diciembre de 2018

BUSCANDO EL BIEN QUE YA POSEEMOS

"Cuanto más buscamos "el bien" fuera de nosotros mismos como algo a ser alcanzado, más sentimos la necesidad de discutir, estudiar, comprender y analizar la naturaleza de ese bien. De este modo, nos sumergimos más en abstracciones y en la confusión de opiniones divergentes. Cuanto más objetivamente se analiza "este bien", cuanto más se lo considera como algo a alcanzar a través de técnicas virtuosas especiales, se vuelve menos real. Cuanto menos real se vuelve, más se aleja en la distancia de lo abstracto, lo futuro, lo inalcanzable. Entonces, nos concentramos más en los medios para alcanzarlo. Y cuando el fin se vuelve más remoto y más difícil, los medios se vuelven más elaborados y complejos, hasta que finalmente el simple estudio de los medios es tan demandante que todos los esfuerzos se centran en él, y el fin cae en el olvido... Todo esto no es más que desesperanza organizada: "el bien que el moralista predica y exige finalmente se vuelve "mal", sobre todo porque la búsqueda sin esperanza de este bien nos desvía del verdadero bien que ya poseemos y que despreciamos o ignoramos"

Thomas Merton
(Encuentro con Merton, Henri Nouwen, Bonum, 2007)

sábado, 1 de diciembre de 2018

ADVIENTO 2018: BUSCA TIEMPO PARA DIOS.

"¡Arriba, tú, hombrezuelo! ¡Huye un poco de tus ocupaciones! Entra un instante en ti mismo, apartándote del tumulto de tus pensamientos. Arroja lejos de ti las preocupaciones que te agobian y aparta de ti las inquietudes que te oprimen. Búscate tiempo para Dios y descansa. Habla con Dios y dile con todas tus fuerzas: “Quiero, oh Señor, buscar tu rostro” (salmo 27,8). Señor mío y Dios mío, enseña a mi corazón dónde y cómo tengo que buscarte, dónde y cómo puedo encontrarte".

(San Anselmo)

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.