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jueves, 6 de diciembre de 2018

NUEVO LIBRO DE THOMAS MERTON

(Antonio Aradillas).- Lo que se dice partidario-partidario de que la mujer alcance idénticos niveles de aspiraciones y responsabilidades que el hombre, dentro de la Iglesia, Thomas Merton no lo fue jamás. No sería, por tanto, congruente, acudir a su autoridad como uno de los grandes pensadores de los tiempos modernos para avalar una de las ideas que se abren camino, y se estiman como elementales también en la Iglesia, tal como ya lo es en el resto de la sociedad y de sus proyecciones sociales, culturales, laborales, políticas, profesionales y demás.

Con esta excepción concreta "eclesiástica", la aportación que a la sinfonía femenina -"combinación armónica de varios elementos"-, le significó y le significa este autor, resulta cierta e incuestionablemente valiosa. Tal es la brillante intención de María Cristina Inogés Sanz, al publicar el libro con el título "La sinfonía femenina (incompleta) de Thomas Merton", en la editorial PPC, en su enciclopédica y venturosa colección ""Sauce", con su número 214.

Con autoridad, acierto y notable capacidad de síntesis, subscribo estas palabras de la presentación:

"En la vida de Thomas Merton hubo muchas mujeres. Están su madre y otras mujeres de su familia; aquellas que conoció en el más amplio sentido del término, durante su alocada juventud; la madre de su hijo; aquellas que formaron parte más adelante, de su círculo de amigos; aquellas otras con quienes mantenía correspondencia y que le ayudaron a ver otros puntos de vista o profundizar en los suyos, y, finalmente, M -como él la llama, el amor de su vida, siendo ya monje. Las mujeres y Merton parece un tema que no se evita, pero del que se prescinde en cuanto hay oportunidad. La historia en la Iglesia está salpicada de parejas que le han aportado mucho. Lo que hace falta es una mirada limpia y una lengua contenida cuando se desconocen las circunstancias". 

Acerca de María Cristina, autora del libro, me limito a historiar que "estudió en la Facultad de Teología Protestante de Madrid -SEUT-, y que actualmente colabora en "Lecturas diarias" de la Iglesia evangélica del Río de la Plata (Argentina), habiendo publicado ya en PPC los libros "Vía Crucis de la misericordia" y "El Cantar de los Cantares".

¡No dejen de leer con serenidad este libro! A sus lectores y lectoras les proporcionará elementos de juicio nuevos, radiantes e intensamente actuales, que contribuirán a que unos y otras se adentren en el misterioso mundo de la mujer, con la seguridad de disfrutar y de sentirse participante activo de las sinfonías que en mayor proporción y calidad enriquecen la obra creada y re-creada por Dios y que está interpretada por el colectivo femenino...

He aquí esta joya preciosa de la página 127, correspondiente al capítulo "Las mujeres en su vida": "Nuestras intimidades realmente se comunican. Es la raíz y el fondo de todas las cosas, y de esto, el amor sexual solo puede ser, en el mejor de los casos, una señal".

Al libro le coloca el punto y aparte este pensamiento profundamente religioso: "Se desaparece en el Amor, para 'ser Amor'".

(Tomado de : Religión Digital).

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Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.