“Tengo un gran, aunque confuso, afecto por los autores de la Biblia. Me siento casi más cerca de ellos que de ningún otro escritor que haya conocido”.
“Nosotros somos perfectos cuando encontramos a Dios o, mejor dicho, cuando Dios toma posesión de nosotros. Y, en cierto sentido, desde el momento en que le buscamos, Él ya nos ha encontrado. Y desde el momento en que Él nos ha encontrado, todo lo bendecido por Su voluntad se vuelve espiritual, incluso cuando sea algo material…”
“Seguir a Cristo: Esto es la vida espiritual y el camino de perfección”.
“Debería ser más valientemente auténtico, esto es lo que necesito, y resultaría sorprendente en mí. Creo incluso que mi vocación lo requiere. Sería necesidad de dar a la locura por Dios un lugar predominante en nuestro sumamente serio y demente mundo. Quizá sea la respuesta más válida, sino la única respuesta”.
“Lo que importa no es la espiritualidad ni la religión ni la perfección ni el éxito o el fracaso en esto o aquello, sino simplemente Dios y la libertad en Su espíritu”.
“Mi ser entero es un acto de agradecimiento”.
“En la escritura existen por doquier puertas y ventanas abiertas a la mismísima eternidad”.
“A la contemplación se llega por la fe, no por la geografía; la buscas y la encuentras ahondando en la escritura, no cruzando los mares”.
“Qué desastre edificar la vida contemplativa sobre la negación de la comunicación… El silencio es nuestra vida, pero un silencio que sea comunión y mejor comunicación que las palabras”.
“La lectura espiritual nos pone en contacto no sólo con palabras, con ideas, sino con la realidad, con Dios. Buscar a Dios es buscar la realidad. Y esto debe ser más que un vuelo de imágenes a ideas. La vida interior no es meramente lo que no es exterior”.
“No hace ningún bien utilizar grandes palabras para hablar de Cristo. Dado que yo parezco incapaz de hablar de Él en el lenguaje de un niño, he llegado al punto de apenas poder hablar de él en absoluto. Todas mis palabras me avergüenzan. Esta es la razón de que esté cada vez más agradecido al Oficio y los salmos. Su alabanza de Dios es perfecta, y Dios me los da para articularlos como más propios de mí que cualquier otro idioma que pudiera inventar”.
“Nuestra gloria y nuestra esperanza es que somos el cuerpo de Cristo. Cristo nos ama y nos desposa como Su propia carne. Estemos contentos, estemos contentos. Somos el Cuerpo de Cristo. Le hemos encontrado, Él nos ha encontrado. Estamos en Él, Él está en nosotros. No hay más que buscar excepto la profundización de esta vida que ya poseemos. Estemos contentos”.
3 comentarios:
La casa de dios
Tu cuerpo y el mío
mujer
El del indio chiapaneco
que entró con un pasamontañas
en la historia
y quiere salir de la miseria
El del gringo mercader
que despierta con el alba
a poner en marcha su máquina
de usura y destrucción
El de cada hermano
que alrededor del globo
siembra y vende
hace el amor
o la guerra
El cuerpo de esta humanidad
que como cristo doliente
avanza pesadamente
con su dura cruz
a cuestas.
Con afecto. Un abrazo. Juan Daniel Perrotta.
Horrendo el poema ese de Juan Daniel. Vivo entre "gringos". Ninguno es como este los caricaturiza.
Merton objetaría.
-Theo
La interpretación de los cuerpos sirve para nuestras mentes limitadas. Con respecto al comentario, enseñar y no juzgar, ni criticas hirientes hacia tu hermano.
Jesús objetaría.
Gastón.
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