Boris Pasternak nació en Moscú en 1890, poeta y traductor, escribió una novela, “Doctor Zhivago” por la que fue castigado por el estado soviético hasta el momento de su muerte, viéndose obligado a rechazar el premio Nóbel.
Thomas Merton le escribió a Pasternak por primera vez en agosto de 1958, antes de leer “Doctor Zhivago”, refiriéndole su profunda afinidad por lo ruso. Le envió copia de alguno de sus libros de poesía, y recibió una entusiasta respuesta de Pasternak. La segunda carta de Merton, en la que expresaba admiración por la novela del escritor ruso, fue escrita el mismo día que entregaron el premio Nóbel.
Así le escribió Merton el 15 de diciembre de 1958:
“No se deje perturbar demasiado ya sea por amigos o enemigos. Espero que despeje todos los obstáculos y prosiga escribiendo sobre la gran obra que seguramente tiene guardada para nosotros. Que encuentre de nuevo en su interior el profundo silencio dador de vida que es la verdad genuina y la fuente de la verdad: pues se trata de un manantial de vida y una ventana hacia el abismo de la eternidad de Dios”.
Esta carta termina bellamente al decir:
“Mi segunda misa de Navidad será para sus intenciones y su familia: y yo celebraré con usted espiritualmente a la luz del Hijo de Dios que llega tímida y silenciosamente en medio de nuestra oscuridad y transforma la noche de invierno en un Paraíso para aquellos que, como pastores y humildes reyes, vienen a encontrarlo donde nadie piensa en mirar: en la obviedad y la pobreza de la común vida cotidiana del hombre”.
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