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martes, 30 de noviembre de 2021

VIGILANTE CONTRA EL FUEGO

 

Vigilante contra el fuego, epílogo de EL SIGNO DE JONÁS (4 de julio de1952), es una meditación, un poema en prosa en el que Merton, vigilante nocturno, recorre los edificios del monasterio y, de paso, rememora su vida como monje.  Cada parada es un recordatorio de lo que ha sido y una llamada a la oración. Los recuerdos y las descripciones se alternan con las oraciones mientras hace su camino de la celda a la cocina, a la sala, a las calderas, a la zona de los novicios de coro. Siguiendo a través de la hospedería, la biblioteca, el dormitorio y la enfermería, Merton asciende a la cima del campanario de la iglesia, "la cima de esta ciudad religiosa". 

Merton reza: "A Ti, que duermes en mi pecho, no se te encuentra con palabras sino en el brotar de la vida dentro de la vida y de la sabiduría dentro de la sabiduría. Se te encuentra en la comunión: Tú en mí y yo en Ti; y Tú en ellos y ellos en mí". 

Y Dios le alienta, diciendo: "Siempre he envuelto a Jonás con mi misericordia. ¿Me has visto, Jonás, hijo mío? Misericordia dentro de la misericordia dentro de la misericordia". 

Tomado de: DICCIONARIO DE THOMAS MERTON


jueves, 18 de noviembre de 2021

EL CAMINO ES EL CONOCIMIENTO SILENCIOSO

 "Siempre que la mente se erige en criterio supremo de verdad, la realidad aparece forzosamente reducida a los estrechos límites de aquella. Porque, una vez que "decidimos" lo que es aceptable o no, nos las ingeniamos para encontrar explicaciones a todo lo que ocurra. En general, la mente se acerca a lo real a partir de pre-supuestos, pre-juicios o ideas pre-concebidas, a las que tratará de ajustar todo lo que se presente ante ella. Para acercarnos a la Verdad, el camino es el conocimiento silencioso".

Enrique Martínez Lozano.

martes, 16 de noviembre de 2021

EN LA CONTEMPLACIÓN...

"Es en la contemplación donde penetramos en nuestro propio silencio, donde nos atrevemos a avanzar sin temor en la soledad de nuestro propio corazón. Como si nos hundiéramos bajo las olas de un mar turbulento, al volvernos hacia nuestro interior, descubrimos el Alfa y el Omega, la Presencia imperecedera que abraza todo cuanto es real. Esta incursión en nuestro interior es una gracia y no una técnica. Es temible y extraña, pero es el origen de una paz y plenitud que desbordan toda expresión. Es algo nuevo, si bien por primera vez nos sentimos en casa. Es una perfecta quietud y, sin embargo, es la fuente de toda acción. Confirma todo lo que hacemos que es genuino, pero en sí no tiene necesidad de afirmarse. Está en nuestro interior como la raíz de nuestro ser, mas está siempre por encima de nosotros, convocándonos a éxtasis desconocidos. No tiene nombre ni conoce logros, pero solo ella nos enriquece. Es pobre, y está vacía, aunque solo Ella nos constituye en la realeza del Reino de Dios".

James Finley
El Palacio del Vacío de Thomas Merton

AMOR Y JUSTIFICACIÓN

"Nadie puede olvidarse de sí, trascenderse, si constantemente está tratando de justificar sus relaciones con otras personas. Esa necesidad de justificarse obedece, en realidad, al hecho de no querer creer que uno es amado. Si yo no creo que soy amado, necesitaré sentirme justificado. Y si nadie me justifica, tendré que justificarme yo mismo, por lo general tratando de dominar a todos los demás. Esto conduce inevitablemente a la ruina. Cuando uno tiene la certeza de que es amado, no necesita mostrarle a Dios ni a nadie por qué razones deberían amarlo. No necesita justificarse".

Thomas Merton
Los manantiales de la contemplación

viernes, 12 de noviembre de 2021

LA VOZ DEL MAESTRO EN LA VIDA (1)

 

"Cuando un hombre llega al camino que lleva al CAMINO y cuando decide consagrar su existencia a servir a la VIDA, puede ocurrir que ésta le sirva de maestro en su vida interior. 

 En toda circunstancia -en la forma de moverse, de tratar lo cotidiano, de hacer frente a los cambios y a los golpes de la suerte, de reaccionar ante los altibajos de la existencia, de resistir, o sucumbir, a las tentaciones del mundo- y en todas las cosas, una vez que ha llegado a estar atento, oirá la voz del maestro. Esa voz, alta o silenciosa,es imposible no reconocerla. Esta voz le indica los progresos o los bloqueos, le dice si en un momento preciso, está a punto de desviarse del camino traicionándose a sí mismo. El deber de prepararse para la gran transparencia está continuamente presente en el espíritu del hombre que ha despertado, y la voz de la conciencia, mediante la cual se manifiesta el maestro, no deja nunca de hablar. Si realmente nos hemos hecho alumnos, toda situación cotidiana es un test. Y aquí sólo hablamos de ese estado de discípulo. 

 Al afrontar la vida, que llamamos externa, y el destino, estamos siempre tentados de perder de vista la significación central de nuestra existencia. Mil ocasiones -tentaciones o peligros del mundo- hacen que olvidemos la trascendencia en favor de los fines, buenos o malos, queridos por el yo. En vez de preocuparnos por el sufrimiento, nacido de nuestro Ser esencial, nuestros intereses giran la mayoría de las veces en torno a la inquietud producida por nuestra posición en el mundo. 

 Pero esta lucha contra los sufrimientos naturales es justamente un elemento capital en el Camino. El servicio a la VIDA no nos permite apoyarnos en la experiencia que nos haya aportado el contacto liberador del SER sobrenatural, para despreciar el mundo e instalarnos en la otra orilla. Al contrario, estamos ahí para crear el espacio del mundo sobrenatural en el universo profano.El hombre que, por su contacto con el SER y por su vínculo de reflexión interior con él, ha podido adquirir una forma, debe incesantemente replanteársela al surgir siempre nuevas dificultades en el mundo. Debe también aprender a discernir su sombra. Su coraje o por el contrario, su miedo, interno y externo,ante el sufrimiento, le revelarán si va bien por el camino y si se encuentra bajo la dirección -desprovista de indulgencia- del maestro". 

Karlfried Graf Dürckheim

El maestro interior


martes, 2 de noviembre de 2021

LAS DOS CARAS DE LA REALIDAD

"La gente dice: Tú siempre ves el lado bueno de las cosas. Qué tontería. En todas partes se adivina lo bueno. Y al mismo tiempo, lo malo. Las dos caras de la realidad encuentran su propio equilibrio. Nunca he tenido la impresión de tener que esforzarme para ver lo bueno: todo es perfectamente bueno  tal como es. Toda situación, por deplorable que sea, es un absoluto que alberga en sí lo bueno y lo malo".

Etty Hillesum (Carta #58)

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.