Seguidores

jueves, 16 de diciembre de 2010

ESPERANZA

“El ancla en la ventana de la iglesia Antigua Sión, antes de que en 1924 o 1925 fuese destruida por un incendio: tal es el símbolo más antiguo del cual recuerdo haber sido consciente. Me impresionó cuando yo apenas tenía siete o tal vez ocho años de edad, pero no podía saber por qué estaba en la ventana de una iglesia. Tal vez yo ni siquiera sabía qué era. Sin embargo, yo había visto ese símbolo en algún lugar al cruzar el océano (y yo deseaba ser un marino). En cualquier caso, había un ancla en una ventana y yo era consciente de ello. Me he olvidado de casi todos los demás detalles de la iglesia, excepto tal vez un águila en cuyas alas extendidas descansaba la Biblia, aunque tampoco de esto estoy completamente seguro. ¿Hubo allí realmente un águila de ese tipo? Existiera o no, lo importante es que el ancla es un símbolo de esperanza. Esperanza es lo que más necesito yo. Y lo que el mundo necesita más”. (30 de octubre de 1961)
La esperanza es siempre sumamente necesaria, en especial allí donde todo, desde un punto de vista espiritual, parece desesperanzado. Esto es así, precisamente, en la confusión de la política. Esperanza contra toda esperanza de que el hombre sea capaz de desarmarse y de cesar en sus preparativos para la destrucción y de aprender en definitiva que cada uno debe vivir en paz con su hermano. Nunca hemos estado menos dispuestos a hacer esto. Es algo que debemos hacer, y todo lo demás es secundario con respecto a esta necesidad ineludible del hombre”. (27 de noviembre de 1961)

Thomas Merton
"Diarios"

2 comentarios:

San dijo...

Que difícil resultaría, a veces, vivir si no mantuviésemos bien abiertos los brazos de la esperanza.
Dejo este otro pensamiento de TM sobre la esperanza:
“No somos perfectamente libres, sino hasta que vivimos en esperanza pura: porque cuando nuestra esperanza es pura, ya no confía exclusivamente en medios humanos y visibles, ni descansa en ningún fin visible. El que espera en Dios, confía en que Dios, a quien nunca ve, lo conduzca a la posesión de cosas inimaginables”.

Inés García, aci dijo...

La esperanza tiene lugar en un corazón "de pobre" donde habite Dios-con-nosotros.

Saludos, y mi oración por todos,
Hna. Inés, aci

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.