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martes, 18 de marzo de 2014

MUJERES BÍBLICAS

 Justo al acabar de colgar en el blog la entrada "Cinco nombres para la Cuaresma" me dije: los cinco son hombres. Si bien los modelos bíblicos pertenecen a un mundo patriarcal, y sabiendo esto podemos aprovecharlos por igual hombres y mujeres, me quedé pensando en el tema, y creció el deseo de otros nombres, esta vez femeninos, que reivindiquen lo femenino en este itinerario espiritual. Así, pensé que Adán iba con Eva; Abraham con Sara; Moisés con  María y Séfora; David con Mical o Betsabé. También la historia bíblica recoge nombres femeninos, válidos para pensar y caminar la Cuaresma...

EVA:  la primera mujer. creada a imagen y semejanza de Dios. El hombre al ver la compañia que Dios le ha dado reconoce en la mujer su propia plenitud. La responsabilidad por el pecado es compartida entre ambos, pues por los verbos empleados en el texto todo indica que en el diálogo entre la serpiente y la mujer, el hombre también se hallaba presente. Lamentablemente toda la simbología de estos relatos creacionales ha sido interpretada en detrimento de la figura de Eva, justificando prejuicios contra las mujeres de todas las épocas. Pero Eva es la vida.

SARA:  La vida de Sara aparece muy ligada siempre a la de su esposo; ella también lo deja todo para ponerse en camino. El relato resalta su belleza, frente a la actitud cobarde de Abraham, que la utiliza en su propio beneficio, lastimando su dignidad. También su esterilidad es una carga con la que Sara ha de vivir. La Primera Carta de Pedro la pone como ejemplo de mujer sumisa y obediente, pero Sara es más que eso.  Es una mujer con agallas, que soportó la dureza del exilio, la esterilidad, el abandono, pero que también defendió con valentía su lugar en la historia cuando se sintió amenazada. Hay otra mujer en la historia de Abraham, AGAR, la esclava, víctima de intrigas, es utilizada por unos y por otros, pero sabe atender la voz de Dios en su interior.

MARÍA, la hermana de Moisés: Muchas mujeres acompañan en la Biblia la existencia de Moisés, desde  antes incluso de que este naciera. Sifrá y Puá, las parteras; Jocabed, su madre; María, su hermana; Séfora, su esposa. María, hermana de Moisés, desempeña un papel muy importante en la liberación de su pueblo, y se le llama "profetisa" en la Escritura, es decir, que también ella hablaba de parte de Dios. Aparece siempre sola, pero activa y decidida. Séfora también se destaca cuando salva a Moisés en un pasaje de difícil comprensión, vinculado a la circuncisión.

MICAL y BETSABÉ: mujeres de David; la primera, utilizada para lograr el favor político; la segunda sacada de su matrimonio por puro capricho de poder. Las dos, víctimas de una sociedad en la que no tenían apenas derechos. Pero cada una intenta sobrevivir a su desgracia, y Betsabé bajo el reinado de su hijo Salomón, ocupó un lugar importante en la corte. No son mujeres débiles, pero a la primera se la denigra, y a la segunda no se le da voz.

En el libro de Ezequiel no aparecen mujeres, pero es curioso que sí aparezcan dos imágenes femeninas: una leona y una vid, para ofrecer su mensaje de parte de Dios Resalta el profeta la figura de la madre, que cría y prepara a sus hijos para la vida; en el segundo caso, la vid, frondosa y fecunda, y luego arrancada y llevada al desierto. En el libro de OSEAS, otro de los profetas, la mujer adquiere valor de símbolo, y en el propio Ezequiel encontramos mujeres que profetizan dentro del pueblo.

 No son estos los únicos modelos bíblicos femeninos, sino apenas una pequeña muestra, que ha de servir de atención para leer la Escritura con nuevos ojos. Si bien es un relato fuertemente patriarcal el que hace el Antiguo Testamento, y en alguna medida también parte del Nuevo, las mujeres han estado presentes en la historia de la salvación de forma destacada, y hoy más que nunca necesitamos recuperar ese lugar para ellas en la Iglesia.


¿Ha hecho el Señor alguna diferencia entre el hombre y la mujer? En su amor no conoció ni conoce ninguna diferencia. Y parece que hoy llama a las mujeres, y además en gran número, para tareas muy específicas en su Iglesia”. 

(Edith Stein)

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Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.