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viernes, 5 de julio de 2019

SANTOS PARA HOY

"Cuando era joven, la vida de los santos era una de las principales maneras en que se enseñaba la espiritualidad. Cada uno de nosotros tenía un santo patrono, cada ciudad tenía un santo patrono, cada parroquia tenía un santo patrono, todos leíamos la vida de los santos y nos inspirábamos en ideales más elevados de santos como Tarcisio, apedreado hasta la muerte por proteger al Santísimo Sacramento; María Goretti, dispuesta a morir en lugar de sacrificar su integridad personal; San Jorge, que por el poder de la fe podía matar dragones; y San Cristóbal, cuyo ojo providencial podía mantenerte a salvo mientras viajabas.

Por supuesto, mirando hacia atrás, uno puede ver ahora dónde aquellos que escribieron estas historias a menudo se tomaron libertades con hechos históricos para resaltar la esencia. De hecho, tanto San Jorge como San Cristóbal están ahora más relegados al reino de la fábula que al de los hechos. No importa, sus historias, como las de los otros santos que leímos, levantaron nuestros ojos un poco más alto, pusieron un poco más de valor en nuestros corazones, nos dieron ejemplos de discipulado cristiano en la vida real, y ayudaron a fijar nuestros ojos en lo que es más noble.

Hoy tenemos una versión diferente de la vida de los santos. Los ricos, famosos y exitosos han reemplazado efectivamente a los santos de antaño. La Vida de los Santos de Butler ha sido reemplazada por la Revista People, biografías, programas de televisión y sitios web que nos muestran y detallan las vidas de los ricos y famosos. Y estas vidas, a pesar de la bondad que a menudo se ve allí, no enfocan exactamente nuestros ojos y nuestros corazones en la misma dirección que las vidas de Tarcisio, María Goretti, San Jorge o San Cristóbal. En una cultura que deifica a la celebridad, necesitamos algunas celebridades diferentes a las que envidiar.

P. Ronald Rolheiser
(Fragmento dce un artículo)

El autor comenta un nuevo libro de Robert Ellsberg que presenta cuatro biografías de católicos contemporáneos: Dorothy Day, Carlos de Foucauld, Henri Nouwen y Thomas Merton.

1 comentario:

Manuel dijo...

“The Holy Spirit writes no more Gospels except in our hearts. . . . We, if we are holy, are the paper; our sufferings and our actions are the ink. The workings of the Holy Spirit are his pen, and with it he writes a living gospel.”—Jean Pierre de Caussade, SJ, 18th century

En una serie de libros premiados, Robert Ellsberg ha reflexionado sobre las vidas de santos, profetas y maestros espirituales, prestando especial atención a los modelos de santidad que responden a las necesidades de nuestro tiempo. El mensaje de tales figuras, como lo muestra en este nuevo libro, se encuentra no solo en sus escritos sino en el "texto" que escribieron con sus vidas.

Entre las figuras particulares que examina están Dorothy Day, Thomas Merton, Henri Nouwen y Flannery O’Connor. Especialmente muestra el ejemplo de las mujeres santas, que trazaron su propio camino, y las que ejemplifican una “santidad de lo cotidiano”. Al aprender a leer el “evangelio viviente” en sus historias, muestra cómo podemos aprender a leer. nuestras propias vidas en la misma luz.

Robert Ellsberg, editor de Orbis Books, es el autor de muchos libros galardonados, entre ellos, Todos los Santos, La Guía de la Felicidad de los Santos y Bendito entre nosotros (basado en sus reflexiones diarias para Danos este día). Ha editado los diarios y las cartas de Dorothy Day, así como las antologías de Flannery O’Connor, Gandhi y el Papa Francisco.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.