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viernes, 19 de junio de 2015

ESTE BLOG, MERTON Y YO.

Este blog es la expresión de mi larga relación con Thomas Merton, con su vida y su obra, que he recibido y aprovechado desde hace más de 20 años; este vínculo está hecho de acercamientos de gran intensidad, y también de períodos de alejamiento, tan necesarios como los primeros. Es que algunas lecturas provocan tales movimientos interiores que precisamos descansar de ellas cada cierto tiempo, y así me sucede con Merton; pero luego, siempre vuelvo, siempre encuentro razones para volver a tomar uno de sus libros y volver a leer, volver a reencontrar sus palabras e intuiciones, que provocan el reencuentro conmigo mismo, las preguntas, los cuestionamientos, que precisamos para madurar y crecer. 

Se está celebrando en este 2015 el Centenario del nacimiento de Thomas Merton, y justo ahora estoy yo más alejado de la posibilidad de mantenerme al tanto de lo que se dice y publica al respecto, pero aun así intento ser parte del acontecimiento, releyendo sus libros, celebrando a nivel personal las fechas importantes de su vida, recibiendo con interés cualquier información o publicación suya en la red y de modo especial el interés renovado con el que tantos lectores/lectoras del blog me escriben para agradecer lo que acá se publica.

Gracias a una buena amiga recibí hace algún tiempo el libro que recoge la correspondencia entre Merton y Victoria Ocampo, y estoy volviendo a repasar sus páginas esta semana; en República Dominicana dejé algunos buenos libros de Merton que, lamentablemente, no he podido recuperar aun, pero trato de aprovecharme de los apuntes que sobre ellos tengo a mano o publiqué en este blog. De los buenos maestros nos aprovechamos siempre, incluso en las peores circunstancias, y un buen libro es siempre una buena compañía.

Incluso si dejara yo de publicar con asiduidad en este blog (que espero no suceda de momento, pues cuento con ayuda para que las entradas sigan apareciendo), lo ya publicado constituye material suficiente para quienes se interesan por el monje trapense; pueden revisar las entradas desde el momento en que nació el blog y podrán aprovecharse de todo lo que acá se ha escrito, nacido de mi propia confrontación con Merton, de mis lecturas personales, de los caminos que se me han abierto cuando lo hago, de mis propias reflexiones y experiencias.

 Dado que en Cuba, desde donde ahora escribo, la posibilidad de acceder a libros y publicaciones sobre Thomas Merton es prácticamente ninguna, agradecería mucho si alguna persona en particular quisiera hacerme llegar algún libro o revista sobre Merton que se publique durante la celebración de este Centenario.

Les dejo con un texto breve de Merton, que aparece en el libro del que antes comentaba: 

"Si insisto en daros mi verdad, y no me detengo nunca a recibir a cambio vuestra verdad, no puede haber verdad entre nosotros. Cristo está presente donde dos o tres se reúnen en su nombre. Pero reunirse en el nombre de Cristo es reunirse en nombre del Verbo hecho carne, de Dios hecho hombre. Es por lo tanto reunirse en la creencia de que Dios se ha hecho hombre y puede verse en el hombre, que habla en el hombre y puede iluminar e inspirar amor en y a través de cualquier hombre… Se lo encuentra menos en una verdad que se impone que en una verdad que se comparte”.

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Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.