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jueves, 18 de junio de 2020

LOS DIARIOS DE THOMAS MERTON

Thomas Merton escribió diarios la mayor parte de su vida adulta; empezó a escribirlos a una edad muy temprana, con 16 años de edad.  Escribirlos era una forma de expresión personal y también una herramienta de autodescubrimiento y de crecimiento personal. Se había familiarizado pronto con la idea de que su vida sería de una riqueza inagotable si escribía acerca de la misma. 

Tras la entusiasta acogida de su autobiografía y superventas, La montaña de los siete círculos, Merton seleccionó entradas de sus diarios (de 1946 a 1952) y los publicó en 1953 con el título The sign of Jonas (El signo de Jonás). En 1959 publicó entradas selectas de  sus diarios pre-monásticos en The Secular Journal (El diario secular de Thomas Merton), y en 1966 las tomó para Conjeturas de un espectador culpable de los diarios que había llevado durante la década anterior. 

Varios de sus diarios fueron publicados póstumamente: The Asian Journal (Diario de Asia), Woods, Shore, Desert (Bosques, costa, desierto), A Vow of Conversation (Diario de un ermitaño: un voto de conversación), The Alaskan Journal (Diario de Alaska), que contiene  el texto del diario de su visita a Alaska y las conferencias que impartió allí.  

Cuando Merton planeó el futuro de su patrimonio literario, quiso que sus diarios personales se pusieran a disposición del biógrafo que había designado y dio permiso para que fueran publicados a los 25 años de su muerte. Entre 1995 y 1998, Harper San Francisco publicó en siete volúmenes sus diarios completos, que abarcan el período comprendido entre mayo de 1939 a diciembre de 1968, con el hermano Patrick Hart como editor general. TRanscriben los manuscritos de Merton, y el título de cada volumen se debe a su editor.

Los volúmenes son estos

1. Run to the Mountain: The Story of a Vocation (1939-1941) [Corre a la montaña: historia de una vocación].

2. Entering the Silence: Becoming a Monk and Writer (1941-1952) [Entrando en el silencio: primeros pasos como monje y escritor].

3. A Search for Solitude: pursuing the Monk´s True Life (1952-1960) [Búsqueda de la soledad: TRas el ideal de la vida monástica]. 

4. Turning Toward The World: The Pivotal Years (1960-1963) [Volviéndose hacia el mundo: Los años decisivos]. 

5. Dancing in the Water of Life: Seeking Peace in the Hermitage (1963-1965) [Bailando en el agua de la vida: Buscando la paz en la ermita].

6. Learning to Love: Exploring Solitude and Freedom (1966-1967) [Aprendiendo a amar: Explorando la soledad y la libertad]. 

7. The Other Side of the Mountain : The End of the Journey (1967-1968) [La otra cara de la montaña: El final del viaje].

En 1999 se publicó un octavo volumen, The Intimate Merton: His Life from His Journals [Diarios: La vida íntima de un gran maestro espiritual, 2 volúmenes, compuesto por pasajes de los otros siete volúmenes publicados. 

La publicación de los diarios personales de Merton aporta a los lectores algo más que un documento de su vida; los diarios dan acceso a su misma vida: la batalla de Merton con el significado de la fe y la vocación, de la contemplación y la compasión, de la soledad y el amor. La franqueza de Merton revela la complejidad  de su personalidad, sus puntos fuertes y débiles. Los puntos que tocó en sus libros -la oración, la contemplación, la responsabilidad social, la vida monástica, la visión ecuménica- procedían de la experiencia vivida, y los diarios son un documento de esa experiencia vista a través de la mirada del poeta y expresada con la maestría de un escritor. No todo lo que se encuentra en los diarios es elevado e inspirador - Merton puede ser frívolo e incluso crudo a veces-, pero los diarios, en su conjunto, narran una historia más grande y que merece ser narrada: el encuentro y el abrazo con Dios; la fe hallada, vivida y mantenida. 

(Tomado de: Diccionario de Thomas Merton; también del prólogo a los DIARIOS, Oniro, firmado por Patrick Hart y J. Montaldo).

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Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.