Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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miércoles, 23 de noviembre de 2011
ADENTRARSE EN LA LUZ...
Juntos empujemos suavemente la puerta, y adentrémonos en la luz del último mes del año. Aun en medio de la más profunda oscuridad hay una vida nueva que asoma su cara, y nos sonríe.
“Nuestro Adviento no es una celebración de valores tradicionales meramente culturales, por grandes y dignos de perpetuación que sean. El adviento no es un mero retorno, una repetición, una renovación de lo antiguo. No puede ser el regreso a la infancia personal o social. La venida del Señor, que es lo mismo que Su “presencia”, es la venida de lo nuevo, no la renovación de lo viejo”.
"Nuestra tarea es buscar y encontrar a Cristo en nuestro mundo tal y como es y no como podría ser. El hecho de que el mundo sea diferente de lo que podría ser no altera la verdad de que Cristo está presente en él, y que Su plan no ha fracasado ni cambiado: en efecto, todo se hará conforme a Su voluntad. Nuestro adviento es la celebración de esa esperanza. Lo que es incierto no es la "venida" de Cristo sino nuestra acogida a Él, nuestra docilidad y capacidad de salir a Su encuentro".
“El misterio de Adviento es un misterio de vaciamiento, de pobreza, de limitación. Debe ser así. De otro modo no podría ser un misterio de esperanza. El misterio de Adviento es un misterio de comienzo: pero también es el misterio de un fin. La plenitud del tiempo es el final de todo lo que todavía estaba incompleto, todo lo que todavía era parcial. Es el cumplimiento en unidad de todo lo que era fragmentario.
El misterio de Adviento en nuestras vidas es el comienzo del fin de todo lo que en nosotros no es todavía Cristo. Es el comienzo del fin de la irrealidad”.
“Adviento, para nosotros, significa aceptación de ese comienzo totalmente nuevo. Significa una disposición para hacer que la eternidad y el tiempo se encuentren no sólo en Cristo sino en nosotros, en el Hombre, en nuestra vida, en nuestro mundo, en nuestro tiempo. Si hemos de entrar en el comienzo de lo nuevo, debemos aceptar la muerte de lo viejo. El comienzo, pues, es el fin. Hemos de aceptar el fin, antes de poder empezar. O más bien, para ser más fieles a la complejidad de la vida, hemos de aceptar el final en el comienzo, ambos juntos".
Thomas Merton
“Tiempos de Celebración”
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
2 comentarios:
Bello título el de esta entrada, Manuel. Muy sugerente y evocador. Y hermosas, en su ternura e intimidad, tus palabras introductorias.
Gracias por traernos de nuevo estos fragmentos de Merton, elegidos de su libro “Tiempos de Celebración”.
El adviento tiene su propio ritmo, su propia historia, su propio encanto. Porque, sobre todo, es tiempo de anticipar algo bueno… tiempo de deseo, de promesas que alumbrarán la esperanza. Disfrutar la espera es un anticipo de la plenitud del encuentro. Es tiempo de vivir, experimentar, la grandeza de una promesa de amor. Dios nos promete que su Amor no descansa: por cada uno de nosotros salvará distancias infinitas, vendrá a nuestras vidas, creerá en nosotros y saldrá a nuestro encuentro en caminos inesperados.
Que este tiempo de espera haya más besos, más poemas, más música, más risas… esperemos vivos al Misterio que es Vida. Esperemos al Amor, despiertos,amando.
Por la fe en el misterio pascual es posible que el tiempo y la eternidad se encuentren en nuestros corazones.
La contemplación de la vida, pasión y muerte del Señor Jesús nos abren a la vida plena, a la vida eterna.
Y cada vez que pasamos el tiempo de adviento preparando el corazón en la oración y en el servicio para que Jesús nazca de nuevo en nuestro mundo "el tiempo se hace eternidad y la enternidad entra en el tiempo". Por eso la fe es tan importante para la Iglesia, para el mundo.
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