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sábado, 13 de junio de 2009

CUERPO Y SANGRE DE CRISTO.



Una de las celebraciones litúrgicas anuales de más arraigo popular en los países de tradición católica es sin lugar a dudas el Corpus Christi , o la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Es una fiesta introducida en la Iglesia en un momento particular y bajo condiciones muy concretas, que estimuló la devoción a la Sagrada Forma Eucarística, más allá del momento propiamente celebrativo de la Eucaristía. Durante muchos años gozó de prestigio, y luego del Concilio Vaticano II y las reformas que desde él se propusieron algunos elementos concretos de la festividad perdieron fuerza, lo mismo que la devoción concreta de la Adoración ante el Sagrario, salvo en pequeños ambientes y grupos. Esto sucedió, no por desprecio, sino simplemente porque cambió el modo de mirar y concebir el culto cristiano, porque se centró el interés en el compromiso del discípulo con la realidad y los pobres, y por otras razones, de mayor o menor peso y seriedad.

Una devoción puede ayudar en un momento determinado de la historia de la Iglesia, y luego menguar o desaparecer, al cambiar la sensibilidad o la comprensión del mensaje cristiano; una devoción es siempre relativa frente al absoluto de Dios, y relativa también frente a la vida litúrgica de la Iglesia, centrada en la Eucaristía, celebrada y compartida. Ahora se habla desde Roma de revitalizar esta devoción, recuperar el esplendor de la celebración de la fiesta del Corpus, convocar de nuevo a los fieles a la Adoración ante el Santísimo.

Personalmente me siento tocado por la plenitud del Misterio Eucarístico: una Presencia que convoca, que une, que alimenta, que impulsa. Los cristianos, así aparece ya en el libro de los Hechos de los Apóstoles, se reunían el domingo para escucha la Palabra y partir el Pan. En medio de incontables cambios y transformaciones y durante siglos la Iglesia de Jesús no ha dejado de celebrar la Eucaristía, de apreciar el dón del Pan Vivo. Veo que en mi vida como cristiano, como consagrado y como sacerdote Iglesia y Eucaristía van de la mano, y son centrales. También valoro el hecho de que en los templos católicos de Occidente haya siempre un lugar especial para conservar y venerar el Pan Eucarístico, En la historia de la Iglesia la devoción al Santísimo apareció cuando la mayoría de los fieles se alejo de la comunión; no se sentían dignos a causa de sus pecados, y en lugar de acercarse a la mesa del perdón, se arrodillaron ante el Omnipotente que castiga. No digo que hoy suceda exactamente lo mismo, pero sí que no podemos mirar simplemente al pasado para recuperar una devoción, sino redescubrir el Misterio de una Presencia, que quiere ser fiesta del encuentro, acción de gracias ante Jesús, Señor y Maestro.

6 comentarios:

Alicia dijo...

Comparto esta Oración Eucaristica Ciclo B de la Liturgia Latinoamericana(creo).
Confesamos, Señor,
que andamos preocupados por el alimento perecedero;
nos preocupa el sustento diario.
nos preocupa la fatiga y el hambre (del tercer Mundo) de nuestro Pueblo.
Nos preocupa el alimento que no llega para todos
y el alimento que sobra , pero no se reparte.
Jesús multiplicó el pan para los pobres
e hizo repartirlo entre todos los que había.
Si unos pasan hambre mientras otros se hartan ,
eso no es comer la cena del Señor.
Ayúdanos, Dios nuestro, con tu Espíritu
para que el amor de Jesús viva en nosotros y nosotros en Él.
Danos desprendimiento y fuerza para de compartir;
que seamos unos para otros Pan que alimenta y alegra,
para que al celebrar la Eucaristía
no sea nuestro egoísmo desprecio de los otros.,
ni avergonzemos a los que no tienen.
Padre del Cielo, danos a todos el Pan de la Vida
y el alimento de cada día.
haz que nuestra Iglesia se renueve a la luz del Evangelio
y que comparta con los pobres todo su ser.
Consolida en la Unidad al Papa
y a todos los Obispos de la iglesia.
Acuerdate, Padre, de nuestros hermanos
que murieron en la paz de Cristo;
y llévalos a la plenitud de la vida en la resurrección.
En comunión con la Virgen y los santos,
te invocamos Padre, y te glorificamos.
es nuestro deseo celebrar constantemente la acción de gracias a tu bondad,
en nombre de Nuestro Señor Jesucristo
y en la unidad del Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén."
Cuando leí la que compartía San en el otro post, me animé.Es clara ,linda y dice mucho de la Eucaristía.

SAN dijo...

Me gusta tu reflexión, Manuel. Haces una hermosa aproximación intimista al tema Eucarístico y una buena exposición de la tradición piadosa del Corpus.
Creo que en la adoración al Santísimo, como en todos los ritos, liturgias y devociones piadosas, influye la imagen que tenemos de Dios. Para mí es Padre, Amor, Amigo, por eso prefiero abrazarlo, de pie y a corazón abierto, en lugar de ponerme de rodillas con la vista fija en el suelo. Y alabarlo y celebrarlo (en la misa y en la vida) amando, compartiendo y sirviendo, con todas las limitaciones que como ser humano tengo.
Es preciosa la imagen que nos da Juan de la Cruz:
"Porque aún llega a tanto la ternura y verdad de amor con que el inmenso Padre regala y engrandece a esta humilde y amorosa alma, que se sujeta a ella verdaderamente para la engrandecer, como si Él fuese su siervo y ella fuese su señor, y está tan solícito en la regalar, como si Él fuese esclavo y ella fuese su Dios. ¡Tan profunda es la humildad y dulzura de Dios!” .

Anónimo dijo...

Es un detalle importante el hecho de que en la Iglesia católica oriental no haya sagrarios, es decir, no se venera la foma consagrada con solemnidad, sino que simplemente se guarda para casos de personas enfermas a las que se lleva la comunión. Por supuesto, tampoco hay exposición del Santísimo; lo esencial es la celebración eucarística, en la que la Presencia de Cristo adquiere la mayor solemnidad. Esto nos dice que la fiesta de hoy debe verse siempre con relatividad, que no es algo de las esencias, sino un aspecto cultural religioso, devocional, pero en buena medida prescindible a la hora de valorar que es lo esencialmente católico y que no. El amor a la eucaristía, SI; las procesiones, lujos, excesos barrocos, NO.

Inés García, aci dijo...

Comparto el siguiente texto de T.M. que puede iluminar para ir integrando todos los aspectos de la eucaristía en nuestras vidas:

"Nuestra respuesta al amor de Cristo por nosotros en la Santa Eucaristía es vivir una vida eucarística plena y bien integrada. En una vida así, la comunión, la adoración, la caridad fraterna y la participación activa en la liturgia no han de verse como "prácticas" separadas y sin relación unas con otras. Deberán reunirse en un foco supremo sobre el misterio central de nuestra fe: nuestra participación en la muerte y resurrección de Jesucristo". De "El pan vivo", Tomas Merton

Si la Adoración al Santísimo Sacramento no la separamos de la comunión y el servicio, llega a ser una fuente de luz y ánimo siempre renovado en el corazón de la Iglesia.

Anónimo dijo...

El peligro de sustentar demasiado la fe en tradiciones y devociones heredadas es que terminaría, entre las personas cultivadas, en la indiferencia y, entre las sencillas, en la superstición. A esa necesidad se refería ya en los años sesenta del siglo pasado K.Rahner cuando advertía: “el hombre piadoso”, “el hombre religioso”, “ el cristiano de mañana será místico o no será cristiano”. Una mística de la cotidianidad, de ojos abiertos.
Roberto

Anónimo dijo...

La fiesta del Corpus, establecida por el papa Urbano IV, en 1264, por inspiración de una religiosa visionaria, Juliana de Lieja, se consideró, en el s. XIII, como la máxima exaltación de la eucaristía. Pero en realidad fue el último eslabón de una cadena de hechos que terminaron deformando el significado fundamental de la eucaristía en la Iglesia.
Pablo

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.