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martes, 8 de septiembre de 2009

Progresistas y conservadores III.

"La negativa de los progresistas extremados a prestar atención a ninguna enseñanza tradicional que les diera una base común para la discusión racional con los conservadores es también escandalosa, sin duda: sobre todo cuando va unido a un arrogante triunfalismo propio y cuando no hace más que ridiculizar a toda oposición. Eso no sólo es necio, sino que parece mostrar una seria falta de ese amor a que frecuentemente apelan para justificar su actuación. Aunque gritan continuamente sobre "apertura", uno les encuentra herméticamente cerrados a sus compañeros de catolicismo y al propio pasado de la Iglesia, y tiene alguna validez la acusación conservadora de que esos progresistas extremados a menudo están más abiertos al marxismo, al positivismo o al existencialismo que a lo que se reconoce generalmente como verdad católica.
 Se ha observado con acierto que conservadores y progresistas de la Iglesia están tan preocupados con la victoria total, los unos sobre los otros, que cada vez se cierran más unos a otros. Si así es, uno se pregunta sobre el valor y la significación de la trompeteada "apertura" a los no católicos. Un ecumenismo que no empiece con la caridad dentro de la propia Iglesia sigue siendo discutible".
Thomas Merton
 "Conjeturas de un espectador culpable", 290-291
Con esta entrada termino de compartir este pasaje de TM dedicado a comentar la situación de enfrentamiento en el postconcilio, y el juicio que le merecía. Ahora cada uno léalo y saque para sí la enseñanza que quiera; en este blog nunca se ha idealizado a Merton, ni creo tampoco manipularle al servicio de nadie; tampoco tiene pretenciones catequísticas. Me gusta Merton, y he querido compartir dede hace más de dos años mis lecturas y reflexiones sobre su obra para ayudar a que sea más conocido. LLeva, claro está, mi impronta personal, es el reflejo de mi visión y mi trayecto espiritual;  por supuesto que podrían traerse textos diferentes, comentarios distintos, pero ya ese sería otro blog, no el mío. Ojalá que esa insatisfacción sirva de estímulo para que aparezcan en la red otros espacios que den a conocer las ideas y propuestas espirituales de este maestro espiritual católico.

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Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.