Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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lunes, 27 de febrero de 2012
IRRELEVANCIA
Esto requiere, por supuesto, fe; y cuando se dice fe, en la terminología de esa vida monástica y marginal, entramos ya en otro problema. Fe significa duda. Fe no es supresión de dudas, es superar las dudas, y las dudas se superan atravesándolas. El hombre de fe que nunca ha experimentado dudas no es un hombre de fe. Consecuentemente, el monje es una persona que tiene que afrontar en las profundidades de su ser la presencia de las dudas y caminar a través de de lo que algunas religiones llaman la Gran Duda, para irrumpir más allá de la duda en una certeza que es muy profunda, pues no se trata de su certeza personal, sino de la certeza de Dios mismo en nosotros.
La única realidad última es Dios. Dios vive y mora en nosotros. No quedamos justificados por ninguna de nuestras propias acciones, sino que somos llamados por la voz de Dios, por la voz de ese Ser fundamental que nos invita a penetrar a través de la irrelevancia de nuestra vida –aceptando y admitiendo que nuestra vida es totalmente irrelevante- para encontrar nuestra importancia en Él. Y esta relevancia en Él no es algo que podamos adquirir o poseer. Es algo que solamente puede ser recibido como un don. Consecuentemente, la clase de vida que yo represento es una vida de apertura a la gratuidad: don de Dios y don de los otros”.
Thomas Merton: “Visión del monacato”. Charla informal pronunciada en Calcuta, octubre de 1968. (Diario de Asia, Trotta, 2000).
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
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