Seguidores

martes, 25 de noviembre de 2008

La fe y la comunidad.


"Cuando una espiritualidad divide a las personas en creyentes y no creyentes, en ortodoxos y en herejes, en piadosos e impíos, en buenos y malos, es signo de una espiritualidad enfermiza. Cuando tras días de reflexión religiosa, la mitad de la clase está extasiada con Cristo y la otra mitad no quiere saber nada y es tildada por los demás de incrédula, entonces, la fe que se trasmite allí no es la fe de Jesucristo. Jesús nunca clasificó así a las personas. Incluso en los pecadores y en los publicanos, vio la esencia buena y el anhelo de la fe y se dirigió a estos.

La fe, tal como la describe San Benito en su regla, debe desafiar a los fuertes y alentar a los débiles. Por un lado, no deberá dejarnos nunca en paz, y por otro, tampoco deberá dejarnos con cargos de conciencia. El cargo de conciencia no es, como algunos sacerdotes creen, símbolo de una persona piadosa, sino, más bien, indica que alguien gira demasiado en torno a sí y a su perfección, en lugar de mirar al Dios misericordioso que lo acepta y en el que puede regocijarse con agradecimiento.

Uno puede ser un auténtico pregonero del mensaje de júbilo de Jesús sólo cuando está en comunidad. Pues solamente en la convivencia, experimentamos cuánto dependemos de la misericordia de Dios y cómo, sólo desde ella, podemos vivir entre nosotros con humanidad. Por eso, no podemos hablar en abstracto de la misericordia de Dios, sino solamente cuando la experimentamos y vivimos en convivencia con los demás".


Anselm Grün.

"Con el corazón y todos los sentidos"

Lumen.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Si el magisterio de la Iglesia hubiese difundido y practicado este tipo de teolgía, quizá ahora la comunidad cristiana sería diferente cuantitativa y cualitativamente.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. Hay mucha espiritualidad enfermiza, la de todos aquellos que se refugian en lo espiritual para huir de sus miserias y sus fracasos. Aunque se encuentran con su triste realidad cada día.

Anónimo dijo...

CON EL CORAZÓN Y TODOS LOS SENTIDOS
Dentro de mi te llevo
Llena de ti me siento
Mi vida entera ocupas
Metido en mis ojos
Clavado en mi pecho
Cosido a mi pensamiento
Contigo, siempre contigo
Por encima de espacios y tiempo
Si me llamas,
a través del viento, iré contigo.

Anónimo dijo...

Creo que cuando Jesús hablaba de una comunidad no pensó nunca en una institución. Entiendo que las estructuras son necesarias, siempre y cuando no traicionen el espíritu. La Iglesia no ha sido lo que debió ser: fermento de comunidad en un mundo dividido. Todo lo contrario, a menudo fue y es fermento de ruptura, de enfrentamiento. De ahí que sea muy importante ser conscientes de que somos iglesia, para asumir cada uno lo que nos toca en el trabajo del Reino.

Anónimo dijo...

La comunidad tiene sentido humano y espiritual cuando convivir es compartir,coincidir,participarse mutuamente. Hay muchas comunidades, muchas convivencias que son lo contrario: enfrentamiento, resentimiento, recriminación,silencios. Entonces, bienvenido el fermento de la ruptura, incluso si biene de la institución eclesial.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.