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miércoles, 25 de febrero de 2009

ANSELM GRÜN.


Si visitamos cualquier librería religiosa, e incluso no religiosa, con toda seguridad encontraremos en sus estantes libros de Anselm Grün. Este monje benedictino, nacido en 1945, doctor en teología y reconocido consejero espiritual, es uno de los autores más prolíficos del momento. Evidentemente eso puede ser también un elemento negativo, pues puede saturar el mercado, y además siempre el lector empieza a sospechar cuando se multiplican títulos y ediciones que no pueden sino acabar repitiendo las mismas ideas. No obstante, los temas que desarrolla Anselm Grün son, a mi juicio, muy importantes, porque muestran, según dice un presentador suyo, “el camino para llevar vida al alma”. Ha utilizado la psicología para humanizar aun más el mensaje cristiano, para darle palabras que toquen lo más íntimo del ser humano de estos tiempos, y ha procurado que la palabra de Jesús sea luz para cada oscuridad que pone al descubierto el pensamiento post moderno. Entre otras cosas Grün ha hecho una excelente relectura de los ritos cristianos, de los tiempos litúrgicos y de los modos concretos de aprovechar la fe para hacer una relectura de la realidad en clave sanadora y liberadora. En este blog le hemos citado, hemos compartido sus textos, le hemos comentado también, y propuesto algunos de sus libros. Pero no se agota. Por eso en esta ocasión les propongo algunas ideas claves de Anselm Grün, útiles para la propia meditación y vida espiritual, que aparecen en algunos de sus libros, y que están además también presentadas de modo sintético en “Con el corazón y todos los sentidos” (LUMEN, 2003).
1- Fe significa confianza, y es un instrumento distinto para interpretar la realidad. Cada acontecimiento de nuestra vida, mirado a través de la fe, adquiere una nueva dimensión, una nueva luz, un nuevo significado. No es simplemente algo que yo me invento, una “ilusión”, sino más bien algo que yo descubro; que está ahí, y que la fe me ayuda a develar. La Sagrada Escritura es como un mapa de la condición humana, del misterio del hombre; lo mismo ocurre con los sacramentos y rituales, sirven para activar resortes internos, resolver misterios, desatar nudos. Dice Grün que “etimológicamente, la esencia de la fe consiste en una mirada positiva de la realidad”. La fe me permite una mirada de bondad sobre todo, sobre la realidad y las cosas, sobre el otro y sobre mí mismo, y por qué no, también una mirada bondadosa sobre Dios. Este tema de “nueva interpretación” en la obra de Grün es recurrente, y para mi juicio, básico, a la hora de comprender el valor de sus propuestas en el ámbito de la espiritualidad. Él nos dice: “Es nuestra decisión cómo entender nuestra vida”.
2- De lo anterior sacamos determinadas consecuencias, ya apuntadas antes: una actitud concreta frente a la vida y frente a los otros. Una actitud solidaria. Me convierto en puente, me hago buscador incansable de la Verdad, me acepto como soy. A menudo equiparamos a Dios con nuestro super Yo, pero Dios es más benévolo que nuestras exigencias, conscientes e inconscientes. Dios es fuente de libertad y de paz, cada uno de nosotros expresa el misterio de Dios de una manera única.Son aspectos que tal vez leídos así, de corrido, no consigan entenderse del todo, pero que tomados calmadamente nos introducen en un modo concreto de entender la fe. Nos dejan acceder a un nuevo lenguaje.

Creo que en este sentido es muy valioso el aporte de Grün: enriquece la comprensión del misterio de Cristo, no sólo ya desde la teología o la espiritualidad, sino desde categorías psicológicas; es decir, antropológicas y humanistas. El tema da para más

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que el alma va hacia el naufragio cuando no vivimos con el corazón y todos los sentidos.
Una frase de Grün que me parece redonda: "el amor es la única respuesta satisfactoria al problema de la existencia humana".
Este autor me parece un buen constructor del edificio interno espiritual.
Por una vez soy breve!

Anónimo dijo...

El aporte de estos hombres, teólogos y espirituales, con formación humanista, es muy importante. El tiempo dirá cuánto ayudan a que la Iglesia se abra a nuevos caminos.
Miguel.

Edit dijo...

Recien descubro su blog. Muy interesante.
He leido ya 3 libros del Padre Anselm Grüm. Me gustan mucho, me llegan al alma.
Desde San Juan, Argentina, lo visitaré seguido.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.