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viernes, 13 de febrero de 2009

Psicología y religión 5: El bien que puede hacer la experiencia religiosa en la persona humana.


Funciones de la experiencia religiosa:

Se ha hablado ya del enorme potencial psíquico con el que cuenta la experiencia religiosa. Ella puede convertirse, según el sentido y la dirección que tome, en aliado poderoso de expansión y plenitud humana, o aliarse con las fallas y el deterioro de los procesos de maduración, y originar trastornos. Aquí destacamos, de modo esquemático y simple, las funciones que la experiencia religiosa puede desempeñar en los tres niveles: afectivo, cognitivo, y ético, de la personalidad.
a- Funciones afectivas: La presencia de lo sagrado asegura en la vida de muchos sujetos una riqueza de vida y un sentimiento de felicidad y de seguridad interior que contribuyen de modo importante a asegurar el equilibrio y el gozo en sus vidas. Puede ser también un soporte afectivo importante, ofreciendo una fuente de confianza básica en el debatirse de la existencia. Es el sentirse fundado y acogido en la magnitud simbólica de Dios. También ayuda a construir una concepción unitaria de la vida. Puede canalizar y potenciar la dimensión simbólica de la vida individual y colectiva, y para algunos la pérdida de la religiosidad en las sociedades contemporáneas es una de las causas del aumento de las neurosis y desequilibrios personales.
b- Funciones cognitivas: La religiosidad reorganiza la experiencia cotidiana respecto a un significado global, constituyendo una síntesis de muchos factores, y configurando una actitud comprensiva, cuya función es “relacionar significativamente el individuo con la totalidad del Ser” (Allport). Procura también orientación y sentido al por qué y al para qué de la vida, reorientando y situando el problema del más allá, y aminorando de modo considerable el temor y la angustia ante la muerte. La religión ofrece auxilio y protección, y unas finalidades y proyectos que organizan el comportamiento y confieren sentido.

c- Funciones éticas: Religión y ética se han visto siempre, de un modo u otro, mutuamente implicadas. La creencia religiosa se presenta siempre como inseparable de unas exigencias respecto al comportamiento del creyente. Las creencias religiosas impulsan la vida moral de los sujetos. Al mismo tiempo la moralidad de las personas creyentes parece disponer de un menor grado de autonomía (Más rígidas). La religión contribuye al desarrollo de una oportuna instauración y jerarquización de valores. Fromm destaca en el impulso religioso la presencia del amor, la libertad y la razón. La fe religiosa ha demostrado ser en ocasiones poderoso impulso de superación, progreso y cambio, ayudando a la transformación social también.


Esto es un resumen de: “Experiencias religiosas y ciencias humanas”, de Miguel García Baró, Carlos Domínguez Morano, y Pedro Rodríguez Panizo. Madrid, PPC. 2001

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo, vivir la experiencia religiosa es positivo en esos tres niveles (afectivo, cognitivo y ético).
Como también es muy cierto, para mí, que la "apariencia" religiosa o vivir "usando la religiosidad" es muy negativo para el que lo practica (también en esos tres niveles) y más negativa aún la repercusión social que conlleva.
La transparencia y la autenticidad son valores fundamentales en todos los ámbitos humanos.

Anónimo dijo...

La experiencia religiosa es una manifestación del amor. Y el amor es siempre positivo: nos hace sensibles, sentimentales (capaces de sentir), nos hace vibrar, temer y temblar, volvernos locos a ratos… en definitiva, vivir plenamente. Todos somos buscadores de amor.
Sin amor nos vemos envueltos en la apatía, la indiferencia, la frialdad; sin sentir, somos sólo espectadores de la vida, almas desnudas.
AMOR
Amor
desde la sombra
desde el dolor
amor
te estoy llamando
desde el pozo asfixiante del recuerdo
sin nada que me sirva ni te espere.

Te estoy llamando
amor
como al destino
como al sueño
a la paz
te estoy llamando
con la voz
con el cuerpo
con la vida
con todo lo que tengo
y que no tengo
con desesperación
con sed
con llanto
como si fueras aire
y yo me ahogara
como si fueras luz
y me muriera.
(I.Vilariño)

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.