Seguidores

sábado, 5 de diciembre de 2009

JESÚS, NUESTRA MADRE.

ORAR CON JULIANA DE NORWICH:


“A veces la madre permite que su hijo caiga
y aprenda lo arduo del camino para su propio bien.
Pero por el gran amor que le tiene nunca permitirá
Que algún peligro real amenace la vida de su niño.
Y aun cuando sabemos que algunas madres en la tierra
Han dejado morir a sus hijos,
Jesús, nuestra madre del cielo, nunca permitirá
Que nosotros, sus hijos, perezcamos,
Pues sólo Él es todopoderoso, plena sabiduría y todo amor.
Muchas veces,
Cuando tomamos conciencia de nuestras culpas
Y de nuestras miserias,
Tenemos miedo y nos avergonzamos tanto,
Que no sabemos qué hacer.
Pero nuestra madre paciente
No quiere que salgamos corriendo;
Nada le disgusta más que eso.
Quiere que nos comportemos como un niño.
Cuando un niño siente espanto y miedo,
Corre lo más rápido que puede hacia su madre,
Y si no puede hacer nada,
La llama a gritos para que lo ayude.
Con la humildad de un niño también nosotros digamos:
Madre amada, ten piedad de mí.
Me he metido en un horrible lío y
Necesito tu ayuda y tu sabiduría.
Aun cuando no sintamos alivio inmediatamente
Podemos estar seguros de que Él
Se comporta como una madre sabia.
Si Él considera
Que nos va a hacer algún bien lamentarnos y llorar,
Su compasión y su piedad permitirán esto
Hasta el momento oportuno, porque nos ama.
Él quiere que imitemos al niño que naturalmente
Confía en el amor de su madre, sea cual sea la situación.
Nuestra madre nos protege y nos rodea continuamente
Con su mano; así pues nuestro Señor es como una niñera de buen corazón, cuya única labor es velar por la
Seguridad de quien está a su cargo”.

Para orar: Jesús, Madre, tú nunca permitirás que nosotros tus hijos perezcamos. Que yo pueda confiar siempre en esto, y sentir tu presencia amorosa continuamente, y tus cuidados. Que viva en la certeza de contar con tu misericordia siempre, y con tu compasión, y que cuanto sucede me aprovechará y será para mi propio bien.
AMÉN.

(Tomado de ""Todo será para bien", basado en la espiritualidad de Juliana de Norwich. San Pablo).

3 comentarios:

Inés García, aci dijo...

S. Juliana no es tan conocida como otros santos, esta oración me ayuda a profundizar en el amor de Jesús Salvador. Al orar con ella recordé este versículo de la Palabra de Dios:
"...en todo esto obtenemos una amplia victoria gracias a Aquel que nos amó".Rom 8,37

Manuel dijo...

Juliana noha sido reconocida oficialmente como "santa" por la Iglesia Católica, pero sus escritos han tenido en los últimos tiempos una amplia difusión. TM la descubrió en la década del 60, y quedó cautivado por sus enseñanzas. Creo que sus reflexiones tienen mucha luz, y las estoy aprovechando mucho en este Adviento.

San dijo...

Es muy hermoso llamar a Jesús, también, madre, como hizo Juliana. Descubrir el rostro materno de Dios (título de un libro de Leonardo Boff). El Amor del padre y la madre, son y están en Jesús: afecto, ternura, atención, protección, cuidado, dulzura, solicitud, consuelo, protección… todo esto está por encima de cualquier reduccionismo sexuado. Dios trasciende lo masculino y lo femenino, abarca y suprime positivamente todos los opuestos de este mundo. La naturaleza de Dios reúne cuanto de bueno, gozoso y benéfico hay en el hombre y la mujer.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.