Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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jueves, 8 de julio de 2010
MONJES.
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
3 comentarios:
Hola Manuel, "El Meditador Cristiano" ha sido distinguido con el Premio DARDO (“Best Blog Darts Thinker”) y quiero compartirlo contigo. Visito asiduamente tu blog y quiero felicitarte por él.
Tienes que pasar por mi blog a retirar tu Premio.
Dios te bendiga!
Gabriel Mércuri
elmeditadorcristiano.blogspot.com
Merton es precursor y profeta en muchos temas, uno de ellos en el de la reforma o renovación monástica. Un triste accidente doméstico le privó de veinte o treinta años posibles más de vida, dejándonos con la incógnita de conocer y disfrutar de la, sin duda, apasionante evolución de su camino. Veinte años pueden no ser nada, como dice la canción, pero pueden dar para mucho. En cualquier caso, sus escritos siempre nos llegan profundo: estimulan, interpelan y hacen reflexionar. Todo ello, muy positivo. Independientemente que saquemos conclusiones semejantes, o totalmente diferentes.
Sin hacer referencia específica a la vida monástica, creo que tener como objetivo la consecución de ese fin último del que se habla en este fragmento, solamente requiere tomar como referente único a Cristo, y creo que teniendo ese referente no hay que renunciar a nada de lo humano. Precisamente habría que renunciar a lo que nos aparta de la vida: violencia, injusticia, rencor, odio… todo lo que nos deshumaniza, nos aparta de la nueva humanidad que es Jesús.
No veo una disyuntiva ser-hacer, sino que más bien nuestra identidad consiste en una conjunción vinculante entre lo que somos y hacemos. Pienso que lo importante es que cada uno descubra su verdadera humanidad (creación y participación en Cristo) y sea consecuente con ella, llegando a experimentar al que habita en nuestro centro, haciéndolo nuestro eje. Lo que no quiere decir que todos vistamos el mismo “uniforme” para llegar al Encuentro. Porque, además, pienso que todos los “uniformes” son igual de válidos, tienen el mismo valor y constituyen un don divino, carisma y puente para otros. Tan solo se requiere ir construyendo camino hacia lo que Es Todo.
Lo esencial, para mí, es hacer un camino de vida en la sencillez y humildad, en un amor solidario, siguiendo la huella de los actos del judío Jesús de Galilea, aquel que nos enseñó a ver y a amar a Dios como Padre. Comprometernos con la memoria subversiva de ese Jesús: rey sin trono ni palacios, señor sin séquitos ni vasallos, y maestro que no discriminó a nadie como discípulo. El que quería seguirle le seguía, sin condiciones ni privilegios. Todo lo contrario, se hizo abrazo de Dios, igual para todos.
Jesús, el único y más grande transformador, en la historia, de una tradición religiosa ya establecida y organizada. Por eso chocó con la ley, la autoridad y el templo, y fue condenado. Y, hasta el final, nos dio ejemplo amando y viviendo como humano, y renunciando a su ser divino.
En relación al tema de esta entrada, me parece muy explícito un comentario que nos dejó Merton en una de sus obras, no recuerdo cuál en concreto. Para él, cuando se quiere conocer a alguien, la clave fundamental para saber quién es, está en ver si cómo vive y cómo actúa están en concordancia para alcanzar aquello en lo que cree y a lo que aspira.
Esta es mi visión,que por cierto me ha salido bastante extensa. Es lo que sucede cuando algo interesa y se pone entusiasmo. Sé que hay otras muchas visiones. Con algunas habrá más coincidencias que con otras. Algunas serán muy diferentes. Ninguna vale más otra. Para mí, sólo Cristo es Camino, Verdad y Vida. Con todas las consecuencias que conlleva esa afirmación.
máxima de Evagrio el Póntico: “Monje es el que está solo y unido a todos”.
Los cristianos en su esencia son gente de oración, y para orar hay que tener un poco de soledad y silencio interior, luego lo que se haga depende de esta interioridad llena de la Palabra. Nadie dice que sea fácil, pero es el camino para cualquiera de las vocaciones en que Dios haya puesto a cada uno. Y es muy necesario en nuestro tiempo ir recuperando este silencio en el ámbito familiar, comunitario, social, para crecer en la comunión y la paz con todos.
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