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viernes, 2 de julio de 2010

SINGULARIDAD DE TM

 Veo tres ideas básicas que definen la visión de TM en relación con la santidad, y que singularizan su visión espiritual:

1. Relación directa entre santidad y progresiva humanización: Para TM, el ideal cristiano no es sobrehumano, sino humano; ser santo no es ser menos humano, sino todo lo contrario. Hay un reconocimiento del valor de lo humano, un aprecio por la humanidad que no es contrario a la búsqueda del Reino, ni a una visión crítica y profética de lo que necesita ser cuestionado y cambiado. De aquí se desprende que en este trabajo aparezca siempre como elemento final del itinerario que desarrollamos en cada capítulo el humanismo cristiano y su vínculo con el ideal de santidad, característico en la obra de TM. El proceso de divinización de la persona es al mismo tiempo camino de humanización, y no hay contradicción entre santidad y humanidad.

2. Eclesialidad de la santidad: Si bien la santidad es parte de nuestra respuesta personal a Dios, a Cristo, no debe convertirse por eso en un ideal egoísta; mi santidad es parte de la santidad de mis semejantes, y no puedo buscar una “santidad” individual al margen de la Iglesia. No hay santidad cristiana sin vida eclesial. Cristo somos todos. Valiosa su distinción entre “andamiaje” y “verdadero edificio” eclesial, así como su comprensión de lo que se ha llamado “el Cristo Total”.

3. Vínculo necesario entre santidad y justicia social: Es un tercer aspecto a destacar en la obra de Merton, y en su propia vida; la búsqueda de la santidad incluye una progresiva preocupación por los sufrimientos e injusticias de los pobres y marginados de nuestro mundo, por las lacras sociales que nos afectan a todos, por los grandes problemas de la humanidad. No se puede ser santo de espaldas al dolor del mundo, ni tampoco sin participar de sus esperanzas y sus alegrías.

Estos tres elementos indudablemente que hoy son mucho más perceptibles por un mayor número de cristianos, pero TM es un precursor a la hora de hacerlos parte de su vida consagrada. Y sin embargo, creo yo, constituyen todavía grandes desafíos, pues muchos de nuestros hermanos y hermanas de fe no consigen vislunbrar en su experiencia cotidiana de creyentes la esencialidad de estos aspects del camino cristiano.

2 comentarios:

Joan Josep dijo...

Ciertamente fue un precursor. me parecen muy acertadas las tres ideas básicas que señalas. Un abrazo: Joan Josep

San dijo...

Creo, Manuel, que estos tres puntos sintetizan perfectamente el pensamiento y la experiencia interior de Merton, son claves de su testimonio. Y, sobre todo, suponen un estupendo referente y propuesta para estimular el recorrido de cualquier caminante hacia la plenitud en Cristo. Porque muestran que santidad y vida son inseparables. No podemos aspirar a un perfeccionamiento en nuestro seguimiento sin una participación completa en la vida, viviendo nuestra humanidad en comunión con otros que viven la misma fe, y vinculados responsablemente en la mejora de los problemas e injusticias que sufren los seres humanos.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.