Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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viernes, 21 de octubre de 2011
DE LA MANO DE TERESA
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
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4 comentarios:
Tu Teresa, Manuel,que "me enamoró desde que la conocí" como decías en algún blog, es una de las mujeres más admirables y seguibles de la historia de la humanidad.
Todo fuego, todo amor y todo Amor, enorme sufridora, amilanada ante nada en Aquel que la conforta. Incomprendida pero perseverante. Enseñadora para todos los que la hemos buscado en la intimidad de la lectura, de la oración. ¿Quién de nosotros, que tiene las Obras Completas de Teresa, no tiene el libro manoseado y casi desarticulado?. Y esas adorables murallas de Avila parecen encerrar todavía sus suspiros, sus anhelos, su entrega.
En la Eucaristía que celebraste en su día en lo más profundo de tu intimidad, ojalá que hayamos estado presentes tus lectores, en tu oración.
Y donde quiera que pongas la tienda, cuando quiera que la pongas, ella estará contigo susurrándote al oído:
Nada te turbe, nada te espante,
todo se pasa, Dios no se muda....
Gracias por esta entrada.
Un abrazo
Sol
Querido Manuel:
Hago mías tus palabras sobre TERESA de JESÚS. También para mi vida, la lectura de sus obras hace más de 30 años, significó un "antes y un después". En mi camino de seguimiento de Cristo esta mujer significó un punto altamente relevante. En sus palabras y en su vida pude vislumbrar una experiencia tan profunda del amor de Dios, un conocimiento intuitivo tan enorme de la Persona de Cristo, que significó para mí un verdadero descubrimiento espiritual de realidades totalmente desconocidas para mí, o más bien, sólo conocidas de modo "intelectual" y fragmentario.
Teresa me sumergió en el mundo de la experiencia de Dios. Y hoy veo que este camino de vuelta a la mística es el único posible para vivir una fe auténtica, una religiosidad que no sea alienante.
Un abrazo,
Graciela Moranchel
Bella reflexión, Manuel. No cabe duda. Lo verdaderamente grande, como en este caso es Teresa, trasciende cualquier tipo de barrera, la que sea. Ella está con los que la admiramos y amamos, más allá de hábitos, órdenes, fronteras y siglos… Estará viva en cualquier mirada que desee verla. El posicionamiento, o lugar desde el que dirijamos esa mirada, es secundario.
Hola manuel, es bello lo que escribes de nuestra amada Teresa.
Para mí, leer a teresa es ver a Cristo a traves de sus ojos y poder encontrar la mirada Amorosa de Jesus, mirada que invade totalmente mi ser.
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