Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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martes, 6 de diciembre de 2011
DIARIOS DE TM
10 de diciembre de 1960
“Perspectivas totalmente nuevas en el tema de la soledad. Tarde en Santa María del Carmelo. Es verdad que los lugares y las situaciones no deberían ser importantes. Éste es muy diferente. Silencio real. Soledad real. Paz. Me estoy aclimatando al entorno. Delante de nosotros, el valle. Al oeste, los pinos altos y ralos; al noreste, el bosque más denso de pinos abundantes y muy juntos; al este, extensión de pastos y la línea de robles pelados; entre el este y el sur, varios bosquecillos de pinos y de chopos; l suroeste, cielo abierto a través de troncos desnudos de fresnos, olmos y robles; en esta misma dirección se encuentra el monasterio, que queda oculto tras una colina. Sobre nuestras cabezas, una gran danza del cielo. En el hogar chisporrotea el fuego. La habitación huele ligeramente humo de pino. Silencio”.
11 de diciembre de 1961
“Ayer, día de retiro, comprendí una vez más y por encima de todo mi necesidad de una humildad profunda y total, especialmente en relación con las acciones que yo pueda emprender a favor de la paz. La humildad es más importante que el celo. Anonadamiento y dependencia de Dios. De lo contrario, no hago otra cosa que combatir al mundo con sus propias armas, y en ese terreno el mundo es invencible. A decir verdad, el mundo ni siquiera tendrá que contraatacar: yo me agotaré a mí mismo y ése será el final de mis estúpidos esfuerzos. Buscar fuerza en Dios, especialmente en la pasión de Cristo”.
9 de diciembre de 1962
“¡Mañana se cumplirán veintiún años de mi llegada a este lugar! Me siento más cercano a mis comienzos que nunca, cuando en realidad tal vez me estoy aproximando a mi fin. Los himnos de Adviento resuenan como lo hicieron la primera vez, como si fueran las cosas más próximas que yo haya sentido nunca, como si esos textos hayan sido decisivos en la formación de mi corazón y de mi vida, como si yo haya recibido su forma, como si no pudiera haber nunca otras melodías tan profundamente connaturales para mí. Ellos son yo mismo, palabras y melodías y todo”.
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
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1 comentario:
Siempre resulta interesante, enriquecedor y estimulante volver a leer pasajes de los Diarios de Merton. En este caso, es curioso cómo una determinada fecha, con toda una serie de simbologías, queda reflejada en la vida de una persona. Todo un ejemplo de mística, en su más profunda acepción de misterio.
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