"Ha de haber teología, y la teología ha de ser abstracta, al menos hasta cierto punto. Lo que importa es que el propio teólogo no trate con una fría "desencarnación", un Cristo mental que ya no le sea visible cuando encuentra a su prójimo. El pecado de la mala teología ha sido ese precisamente: poner a Cristo contra el hombre, y considerar a todos los hombres de carne y hueso como "no-Cristo": dividir a los hombres arbitrariamente según su conformidad con nuestro propio Cristo limitado, mental y desencarnado, y decidir sobre esa base que la mayor parte de los hombres son "anti-Cristo". Eso deja al descubierto a nuestra teología. En tal momento, no tenemos que poner en discusión a la humanidad, sino a nuestra teología. Una teología que acaba en desamor no puede ser cristiana".
"Lo que necesitamos es una comprensión más profunda de Cristo y del misterio de su presencia en el mundo, en el hombre".
Thomas Merton
4 comentarios:
Como tantas otras veces Merton nos impulsa a la interioridad, a la teología que contempla el hoy.
"Una teología que acaba en desamor no puede ser cristiana".
"Lo que necesitamos es una comprensión más profunda de Cristo y del misterio de su presencia en el mundo, en el hombre".
Siguiendo la reflexión copio un pequeño fragmento de "La noche de los pobres está en vela:Casaldáliga y Vigil.(19.7.09)
"Nuestra «esperanza contra toda esperanza» es una esperanza contra toda apariencia, la fe contra toda evidencia, el amor contra toda imposibilidad. O sea: la opción por los pobres y la solidaridad con ellos ha de ser hoy más teologal que nunca".
Que tengan buen día,
inés
Muy interesante la lectura que hace Merton sobre los “pecados” de la teología y los teólogos.
Es posible que, en determinados contextos y momentos, del seguimiento de Jesús hayamos hecho una maraña de fórmulas abstractas, elucubraciones ininteligibles, leyes amenazantes, ritos vacíos o suntuosos, guiños al poder y al dinero, complejas estructuras jurídicas y organizativas… En tales casos, mereceríamos aquel aviso contra la levadura desvirtuada o la sal que no sala…
Dios se entregó por amor todo entero en el Don de la creación. La teología debe ser expresión de la fe en ese Amor, de ese Cristo vivo en cada persona. Debe posibilitar su descubrimiento y ser un cauce de navegación para ese Amor.
Creo que, no sólo la teología, nada que acabe en desamor puede ser cristiano.
Se necesita una teología que no viva sólo en los despachos. Que no se ponga de rodillas con la autoridad y la jerarquía.
Toda la teologia y lo que vive a su alrededor está montado para que unos cuantos dominen al resto. Y otros cuantos, pusilánimes y con problemáticas psicológicas y baja autoestima encuentren donde esconder sus fantasmas interiores. Huir de la vida, escapar de lo real.Montarse sus cuentos chinos. Y lo peor:creerselos.
Mateo
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