Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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martes, 15 de septiembre de 2009
Vida contemplativa y libertad.
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
3 comentarios:
"Nuestro encuentro con Dios debería ser, al mismo tiempo, el descubrimiento de nuestra libertad más profunda".
Es como que Merton ha dicho en este párrafo que la vocación monástica está dada para ser libres para amar a Dios, servirlo, alabarlo y amar al prójimo como a uno mismo, siendo amables, hospitalarios, y que todo lo demás no tiene por qué molestar para el encuentro con Dios.
TM afirma que aunque son importantes la regla, el rito y la ley, conviene vivir alertas y discernir para no dejar que tapen la luz del Evangelio que es la fuente del encuentro con Cristo.
Hermana Inés
Pienso que nos encontrarnos a nosotros mismos cuando descubrimos a Dios en la plenitud de nuestra libertad y sentimos que Dios ha querido ser persona en nosotros, en mi.
Encontrar al Cristo que nos libera para amar, experimentarlo en nuestro amor a los demás y en una nueva visión de todas las realidades que nos rodean, que quedan también liberadas del empobrecimiento al que, muchas veces, las sometemos con ritos, cultos y liturgias rutinarias. No se puede dar ese Encuentro si hay una desconexión entre el mundo vital y el mundo ritual.
La búsqueda de Dios es un deseo profundo de experimentar la libertad definitiva en el Amor. Creo que el cristianismo necesita una nueva espiritualidad que rescate el Evangelio como la Buena Noticia de liberación de los excluidos. Una espiritualidad que surja como experiencia interior del “yo”, pero vivida en comunidad. Con Cristo, nuestro “yo” es siempre como hermano.
Tremenda esa integridad que reconoce el vacío de muchos patrones y ceremonias...obligaciones dentro de el propio Monasterio. Agradezco esa sinceridad crítica y esa valentia profunda de un HOMBRE que AMA con tal generosidad a DIOS... a pesar de toda forma humana, costumbre, patron y doctrina...
Aprecio su esencia del DIOS UNIVERSAL...amado más allá de toda religion... y vivido y manifestado en todo ser.
Por cierto, he empezado Nuevas semillas de Contermplación... sobran las palabras.
UN ABRAZO, MANUEL.
Carmen
concienciaprimordial.blogspot.com
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