Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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domingo, 25 de julio de 2010
HUMANISMO CRISTIANO Y PERSONALISTA
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
3 comentarios:
.."ser plenamente humanos y permitir que la juventud de nuestros días se encuentre y crezca en su condición de hombres e hijos de Dios".
La contemplación que nos ayuda a crecer como personas tiene que ver con esto:
"Por las puertas de los sentidos salimos de nosotros mismos hacia el Mundo, a la vez que el Mundo entra en nosotros. Atender al modo como transitamos estas aberturas es esencial para crecer en un modo transparente de existir. Porque hay un modo de entrar y salir por ellas que puede hacerse de manera autocentrada y depredadora o de manera agradecida y generadora de comunión . Tal es la diferencia entre sensualidad y sensitividad, una distinción con fecuencia poco reflexionada: la sensualidad implica una avidez y una dependencia del placer que provocan los sentidos, mientras que la sensitividad es la receptividad de la realidad a través de los órganos de la percepción, afinados en sus múltiples registiros. Como dice un proverbio oriental, para una persona sin control de sí mismo los sentidos son sus peores enemigos; pero para una persona que se ejercite en el autodominio se convierten en sus mejores amigos. Vivimos, sin embargo en una cultura que los exacerba, que los satura, en lugar de desarrollarlos".(Cuadernos de Espiritualidad. Nª135, 2002. Artículo de X.Melloni, sj.
Pienso que la verdadera contemplación hace más plena a la persona, sea en un monasterio o en una casa de familia, en una parroquia, donde sea.
Pues hay que seguir diciendo “Amén” al leer este nuevo fragmento. Otro equivocación nefasta ha sido y, en determinados planteamientos espirituales sigue siendo, establecer dualismos (peor aún si se ponen en contradicción) entre humanidad y divinidad, Dios y mundo, religiosidad y disfrute sensorial.
Si el hombre no puede encontrar en Dios la felicidad, de nada sirve la religión que predica a ese Dios. Y si los que nos denominamos cristianos no encontramos en Cristo motivo para disfrutar de la creación entera, gozar de la vida con sentido pleno y último, de nada sirve que usemos su Nombre.
Decía Rilke, en un poema, que no se puede atar a Dios en un gesto y en una imagen, que hay que comprenderlo madurando, como lo comprende la tierra…
La intolerancia de cualquier tipo y el desprecio por lo que no se acepta, es uno de los mayores males que padecemos todos como miembros del mundo.
Sabias palabras son las tuyas, querido amigo.
Cuando quieras visita http://mi-refugio-y-el-de-mis-amigos.blogspot.com/, donde te fue otorgado el premio Dardos II,en reconocmiento por tu valioso aporte a nuestra maduración espiritual.
Un abrazo.
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