Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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lunes, 16 de agosto de 2010
El contemplativo que abraza al mundo.
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
2 comentarios:
No he tenido la "suerte" de leer algún libro de TM; espero tener ese privilegio pronto. Saludos!
También para mí lo más atrayente de TM es su apasionado abrazo al hombre, a la vida, al mundo de su momento. Además, un abrazo con voz profética y comprometida con la causa de la paz y la justicia.
Impresionante también su bagaje cultural y su peso intelectual. Como muestra, los “botones” que has elegido para esta entrada, Manuel.
¡¡Y cómo no gozar con el héroe de Rolland, Jean Christhophe!! Un maravilloso paseo, en diez etapas, por una época histórica, y por las geografías exteriores e íntimas de este gran personaje: enamorado de la música, soñador de paz y de esperanza en la reconciliación de la humanidad, buscador de la armonía, romántico, libre. Una obra descomunal, que se disfruta en los ratos de lectura y también en los momentos en que dejamos “reposar” las páginas. Con esta historia, Rolland me despertó reflexiones, preguntas y emociones, y sembró el deseo de disfrutar con reencuentros: Gandhi, Tolstoi, Dante, Werther, Beethoven... y toda la filosofía que hay en ellos.
Ahora recuerdo algo que dijo Eduardo Mendoza en una entrevista: “Si tuviera que llevarme un solo libro a una isla desierta, preferiría ahogarme en el naufragio”. Creo que esto lo pensamos los que vivimos los libros, porque además de leerlos, con los buenos libros, nos leemos.¿O no?
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