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lunes, 3 de agosto de 2009

Mantras cristianos.


Entre las prácticas de algunas religiones orientales y en la llamada "meditación trascendental”, está la repetición de los “mantras”. Consiste en colocarse en una postura que facilite la concentración y en repetir alguna palabra que provoca un estado de concentración y relajación. Se cree que así se produce una especial armonía con el universo. Los cristianos, al tener la riqueza del Evangelio, podemos tomar frases de este que tengan algo que ver con lo que estamos viviendo. Por ejemplo, si estoy en un estado de nerviosismo o de inquietud, sin saber por qué, puedo repetir la frase de Cristo “Yo te doy mi paz, yo te doy mi paz”, y descubrir cómo poco a poco la paz de Cristo va llenando mi interior. Si estoy inseguro y me siento débil, desprotegido, puedo repetir las palabras de Cristo: “Yo estoy contigo hasta el fin del mundo” o simplemente “Yo estoy contigo”. Cuando sienta la vida rutinaria y poco atractiva puedo evocar la frase: “Yo vine para que tengan vida”. Y para cualquier ocasión nos servirán estas: “Yo te amo con un amor eterno”, “Yo nunca te olvidaré”. Es importante advertir poco a poco que por medio de mi propia voz Dios me dice esas palabras a mi mismo.

“Un camino espiritual que no conduce a la vida cotidiana es un camino errado. Religión es vida cotidiana. Lo que llamamos tradicionalmente religión es tan solo la celebración extraordinaria de la vida cotidiana” (Willigis Jager)

“De cada lugar de la vida se eleva una escalera hacia el cielo”. (Anselm Grun)

10 comentarios:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Hola Manuel, soy Salvador y llego a ti por medio del blog de Ricardo.
Encantado de bucear por tu espacio y muy gratamente gozoso de poder hacerlo. Me parece muy profundo y bueno, cargado de sabiduría y de caminos para meditar y crecer.
Comparto contigo todo lo que expones en este post y me uno al pensamiento que conceptua la vida cristiana como un camino ascendente de crecimiento cuya expresión celebrativa es la liturgia.
Espero seguir bebiendo de esta estupenda fuente.
Un abrazo en XTO.JESÚS.

Anónimo dijo...

Un camino espiritual que se vive en lo cotidiano, que se celebra viviendo cada momento, cada circunstancia. No hace falta más liturgia.
Al señor Perez Alayon lo conozco por sus intervenciones en otros blog, especialmente en el llamado "para compartir". Por eso me extraña que esté tan de acuerdo con todo, porque hay diferencias.
Pablo Cortés Serrano

Salvador Pérez Alayón dijo...

Hola Pablo, no entiendo muy bien a que te refieres. Tampoco sé si me he explicado bien, o al menos lo que quiero decir. Lo que creo y defiendo es que un cristiano tiene que ser coherente y la expresión de su celebración, es decir, la liturgia, las manifestaciones religiosas tienen que ser consecuencia de su vivir cotidiano en la vida.
La vida nuestra de cada día, nuestros problemas, nuestra realidad no es algo diferente a nuestro sentido religioso, porque lo uno está relacionado e integrado en lo otro. Eso es lo que he pretendido explicar cuando digo que la vida cristiana es un camino ascendente de crecimiento que se manifiesta en la religiosidad, es decir, en la liturgia.
No sé si me habré hecho entender, pero es lo que quiero significar: no puedo tener dos vidas, una religiosa y otra diferente que no tiene que ver nada con la expresión religiosa, que es la vida propia. Eso es lo que recojo, según mi humilde entender, de la reflexión de Manuel cuando termina diciendo: un camino espiritual que no conduce a la vida cotidiana es un camino errado. Lo que llamamos tradicionalmente religión es tan solo la celebración extraordinaria de la vida cotidiana.
Y entiendo que es así. Es lo que hizo JESÚS, celebrar la vida cotidiana. Pensemos que los sacramentos son signos que celebran la vida: Bautismo - Confirmación - Matrimonio - Orden - Penitencia - Unción de enfermos - Eucaristía. Cada momento de nuestra vida está marcado por un signo sacramental donde el ESPÍRITU se hace presente. Cuando nacemos; cuando crecemos en la fe y nos afirmamos; cuando nos casamos invitamos a JESÚS entre nosotros; cuando elegimos seguirle; cuando nos arrepentimos y pedimos perdón; cuando estamos en peligro y el alimento imprescindible para sostenernos.
Espero haberme explicado mejor y si no es así pido disculpa, pero, sobre todo para mi amigo Pablo, que sepa que mi fe me lleva a vivir una sola vida, dónde la liturgia es expresión de la vida. Lo digo para aclarar mi pensamiento y que no haya dudas. Y nada de señor, simplemente Salvador.
Un fuerte abrazo, especialmente para Pablo.

SAN dijo...

Creo que todos, si hiciésemos una crónica de nuestro viaje por la vida, relataríamos momentos, ocasiones, horas o minutos, en los que hemos buscado el apoyo de Cristo (o de la divinidad en que cada uno crea) a través de palabras o frases con las que sentirnos en un comunión más estrecha con Él. Palabras, frases, que por repetidas, no dejan nunca de ser camino para hallar esa fuerza que nos socorre, consuela, serena y sana.
El viaje cada uno lo planificamos de una manera y, lo realizamos, a través de distintas rutas y con distintos medios. Ninguno mejor que otro, simplemente distinto. Cada uno vamos con equipajes e historias diferentes, lo importante es saber por Quién estamos en la ruta y a Quién nos conduce, o para qué este viaje.
El Evangelio, como muy bien dice Manuel, es rico en frases y palabras a las que acudir como pilares que sostengan nuestra “cubierta” cuando soplan vientos y tempestades, y también para celebrar la fiesta feliz de los días claros. También existen oraciones tradicionales que son oportunas y válidas para otros. O estrofas de canciones, versos de poemas, frases o citas literarias… Yo utilizo mucho tres palabras, tres verbos, en momentos de “mar revuelta”: “Creo. Confío. Te quiero”. Así de simple.
Y, por supuesto, un poema bellísimo de Teresa de Jesús que, inscrito en una sencilla tablilla de madera, preside mi cabecera. Es muy conocido, pero lo copio aquí en honor a Manuel, un enamorado de Teresa.
“Nada te turbe
Nada te espante
Todo se pasa
Dios no se muda
La paciencia todo lo alcanza
Quien a Dios tiene
Nada le falta
Sólo Dios basta”

Fernando dijo...

Hola a Todos:
Respecto del tema de los "mantras" cristianos recomiendo fervorosamente un libro del padre Hugo Mugica llamado "Kyrie Eleyson", por lo menos aquí en Argentina hubo una reedición el año pasado de la editorial Guadalquivir.
Personalmente, a partir de este libro se resignificó para mí el "relato de un peregrino ruso".
Un detalle: Físicamente el padre Mugica es muy similar a Merton y puedo asegurarles que ese sólo es el principio de las semejanzas.

Gabriel Mércuri dijo...

"...El trabajo principal del mantra es llevar la mente a la quietud, hace que paremos de
pensar en nosotros mismos. Ese es el sencillo trabajo de toda práctica ascética –
llevarnos más allá de nuestra conciencia de nosotros mismos, de nuestra auto
fijación. Pero lo hace con tal suavidad que no hay fuerza ni violencia. Si usamos la
fuerza o la violencia, estaremos usando una técnica. Una técnica tiene el control del
ego. Y ¿cómo puede el ego trascender al ego? Por lo tanto el modo de rezar que
utilizamos para trascender al ego debe ser un modo sin cabida para el ego, un modo
suave, un modo por el cual abandonamos el control pero al mismo tiempo nos
comprometemos a una disciplina. Hacerlo diariamente es seguir un camino espiritual.
Y creo que pronto comienza a enseñarnos algunas de las características del espíritu
de un modo nuevo y fresco...

...Casiano habla del mantra como un punto fijo en el que la mente puede concentrarse
para aquietarse. La Nube del No Saber habla del mantra como un dardo con el que
podemos vencer la nube del no saber. En la tradición hindú se encuentra descrito en
algún lugar como el arco que dispara la flecha del yo hacia el interior del corazón de
Dios. John Main (OSB) describió al mantra como el sonido del radar que trae al avión hacia
tierra a través de la espesa niebla. Aún cuando no sepas adónde te estás dirigiendo,
si puedes mantenerte sintonizado con la señal del radar, sabes que te llevará a tierra
firme..."

El Poder del Mantra
Laurence Freeman OSB
a los Monjes de la Abadía GETHSEMANI , 1992

Anónimo dijo...

Hugo Mujica fue monje trapense durante unos años de su vida. Otra semejanza más con Merton. Y como Merton,escritor y poeta. Como Ernesto Cardenal dejó la vida trapense. Continuó escribiendo. Es un poeta de una gran profundidad mística. Ed TRotta y Pre-Textos han editado su obra. Una muestra:

Transparencia


...sin un antes
ni un despues
en su punto ahora
cae la lluvia
cae sobre el mundo
y algo
algo otro que la duda o la certeza
se transparenta
sobre sus aguas

contemplando

Anónimo dijo...

Agradecida a todos, soy Carmen de Conciencia Primordial. Gracias FERNANDO, GABRIEL MERCURI y al ANONIMO por vuestra información sobre los libros.
Referente a los MANTRAS, puedo verificar su BENEFICIO. He practicado durante 15 años y realmente doy fe de su huella en la Mente y en el corazón para ir desprogramando ese EGO y ABRIRNOS a SU SILENCIO -de DIOS- a SU PRESENCIA...A NUESTRA GENUINA NATURALEZA...a SU CONCIENCIA PRIMORDIAL.

Buscaré en Barcelona a ver si localizo alguno de ellos.

MI ABRAZO PARA TODOS...DESDE ÉL.

Carmen
concienciaprimordial.blogspot.com

Carmen dijo...

Padre Manuel recibe mi saludo cariñoso,gracias por los mantras,

Carmen

Anónimo dijo...

Hola Manuel!

Gracias por este post tan bello. Quizás los mantras sean la síntesis poética de signos cargados semánticamente,a través de los siglos, cuya vibración resuena en la caja de resonancia de nuestro cuerpo'mente, para acceder a una dimensión trascendental.
El mantra cristiano ¨maranatha¨(ven señor)nos conduce a centrar la mente en la conciencia de unidad que se produce en el corazón del silencio.Llevo años enseñando meditación a niños y a adultos y el poder de concentración del mantra es inmenso.

Un abrazo de luz
Adriana

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.