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domingo, 8 de agosto de 2010

EL VERDADERO PROPÓSITO


“La verdadera vida cristiana se anquilosa y frustra si se conforma con los puros actos externos del culto, con decir oraciones e ir a la iglesia, con realizar nuestras obligaciones externas y ser simplemente respetables. El verdadero propósito de la oración (en el sentido más personal, así como en la asamblea cristiana) es profundizar la realización personal en el amor, la conciencia de Dios (incluso si a veces esta conciencia se reduzca a un factor negativo, a una ausencia aparente). El verdadero propósito de la meditación (o al menos su aspecto más recomendable para el hombre moderno) es la exploración y el descubrimiento de nuevas dimensiones de libertad, de iluminación y amor, al profundizar nuestra conciencia de nuestra vida en Cristo”.

Thomas Merton

5 comentarios:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Orar y rezar, ambas cosas se integran pero son diferentes, implica, a mi manera de ver, camino y crecimiento.

Camino de avanzar cada día en el cultivo personal con Alguien que me quiere y me ama, hasta el punto de prometerme la felicidad plena y eterna.

Y crecimiento, porque eso es precisamente lo que busco, es decir, a ÉL, dónde se encuentra toda fuente de eterna felicidad, como le comentó a la Samaritana.

Luego, si no progreso, si no actúo en intimar,en injertarme en ÉL plenamente, estoy quedándome a medias, perdido, vacío...

Él es el camino, la Verdad y la Vida, y sólo cuando descanse, en palabras Agustinianas, en ÉL estaré satisfecho y habré alcanzado la plenitud eterna.

Y ese Camino debe de hacerse en la Oración constante, perseverante, con sentido, bajando a mi llanura, a mi falda, a mi meseta, donde me muevo, donde estoy en este momento.

No hay tiempo que perder porque mi Pascua puede llegar en cualquier momento. Cada instante la vivo, la sufro, la estoy pasando, y ÉL está a mi lado, transfigurado, cercano y aligerando mi Calvario.

Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.

Inés García, aci dijo...

«Sí, mi Señor, parece ser que tú tampoco puedes cambiar mucho las circunstancias; al fin y al cabo, pertenecen a esta vida… Y con cada latido del corazón tengo más claro que tú no nos puedes ayudar, sino que debemos ayudarte nosotros a ti, y que tenemos que defender hasta el final el lugar que ocupas en nuestro interior» (Diario, 12-7-1942)de Etty Hillesum.
"Profundizar nuestra conciencia de nuestra vida en Dios" que es el objetivo que propone TM en este texto, sean las circunstancias que sean, hacen de nosotros cristianos que edifican su casa sobre la roca, como esta mujer judía creyente a más no poder en la presencia de Dios en su interior.

Ángel Alberto dijo...

un abrazo hermano..cuanto tiempo sin noticias

Manuel dijo...

Adentrarnos cada vez más adentro en la espesura, diría Juan de la Cruz; ahondar en la experiencia interior, para ser cada vez más humnos y más divinos. Ponía yo ayer este ejemplo al comentar la Palabra de Dios: imaginemos quie somoa invitados a un espléndido banquete, con los manjares más exquisitos, y nos quedamos en el patio comiendo comida chatarra, cosas de picar. Así sucede con la mayoría de ls personas que acceden a la experiencia cristiana. Permanecen al borde del camino, se asoman a la ventana, pero no van al ENCUENTRO verdadero con el Otro liberador y Redentor.

San dijo...

El verdadero propósito tal vez sea sumergirnos en el mar de Dios, mar de encuentro, mar de amor. Mar de vida, de fuego, de fiesta y sueños. El verdadero propósito tal vez sea escuchar al amor, la mejor música en la partitura de la vida. Sin amor estamos fuera del inmenso coro que es nuestra auténtica humanidad.
Y muy gráfica y acertada tu comparación, Manuel.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.