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sábado, 5 de febrero de 2011

PERSIGUIENDO LA VERDAD

“Para mí esto es lo que significa ser un cristiano y un sacerdote: no dejarse congelar por las convenciones de la gente que piensa convenientemente”. (1963)

“En la raíz, uno busca a Dios de una sola manera, o sea, persiguiendo la verdad con toda la sinceridad de la propia conciencia”. (1963)

“Dios tiene sus santos a los cuales conoce bien y vivimos en un mundo de alegría y de santidad del cual no nos damos cuenta ¡y del que especialmente los sacerdotes no se dan cuenta!”. (1967)

“Soy un ermitaño, por deseo y de hecho. Es muy bueno. Hago mi trabajo. Rezo. Medito. Estudio zen. Escribo algunos artículos sobre budismo. Y estoy “presente” para mis amigos en todas partes del mundo”. (1967)

 
Todos los textos de esta entrada están tomado de las cartas de Thomas Merton a Victoria Ocampo.

Victoria Ocampo (1891-1979), escritora, compiladora, conferencista y editora argentina, de renombre internacional. Merton habla de ella en “Semillas de destrucción”. Escribió unos 30 libros. Fue fundadora y directora de SUR, revista literaria que nació en 1931, y que constituyó un puente entre pueblos y culturas; dicha revista y la editora adjunta publicaron parte de la obra de TM.

 
Las ilusiones y las descripciones por las cuales vivimos no merecen la lealtad que les concedemos” (TM, 1963)

2 comentarios:

San dijo...

Geniales estos fragmentos de Merton, Manuel. Encuentro especial conexión con esta frase, para mí magistral y de mucho “fondo”: “para mí esto supone ser cristiano…no dejarse congelar por las convenciones de la gente que piensa convenientemente”.
Creo que en este texto que transcribo hay también intuiciones muy válidas y en conexión con la visión de Merton:
El cristianismo, no sólo cambió el concepto de Dios, sino igualmente el modo de encontrar la Verdad, de encontrar a Dios. El modo de encontrar a Dios no va por el camino ascendente de la perfección y la divinización, sino por el camino descendente de la humanización. Es decir, encontramos a Dios en la medida, y sólo en la medida, en que (como lo hizo Dios mismo) nos fundimos con lo humano, precisamente para liberar a los seres humanos, y a la sociedad en que vivimos los seres humanos, de la deshumanización que a todos nos amenaza ya todos nos domina, causando tanta inhumanidad y tanto sufrimiento. Todo ser humano lleva en sí mismo dos exigencias: el "ser para" y el "estar con". En el fondo, es la exigencia de una ética: ser para los demás. Pero también de una mística: estar con el otro, con los demás, y, en definitiva, con el Otro. A Dios lo encontramos en la coherencia ética, que nos humaniza, y desde la experiencia mística, que nos libera de nuestra inhumanidad”. (J.M. Castillo)

Manuel dijo...

Muchas convenciones, prejuicios, tradiciones, acompañan siempre el camino de las religiones, frenando su necesario impulso, liberador y humanizador. Los verdaderos maestros nos invitan a caminar en libertad, y más aún, en alegría. Mala cosa es cuando los que tienen a cargo abrir caminos se empeñan en cerrarlos.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.