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jueves, 14 de febrero de 2013

DOROTHY DAY

Dorothy Day fue una gran mujer, de esas que dejan su huella en la historia pequeña, la de los hombres y mujeres de la calle; una mujer que vivió intensamente además, que renunció voluntariamente a una vida más cómoda y que tal vez hoy mucha gente no sepa nada de su vida. Vivió entre 1897 y 1980, y aparece en un libro reciente como "pacifista norteamericana, que se involucró activamente en los grandes temas del siglo XX, desde los derechos de la mujer hasta la guerra de Vietnam". Según cuenta Robert Ellberg, en "TODOS LOS SANTOS", cuando Dorothy murió, a los 83 años de edad, se dijo de ella que era la personalidad más influyente, interesante y significativa en la historia del catolicismo norteamericano.Sin embargo, siempre fue una persona poco aceptada y poco comprendida, incluso en el seno de la Iglesia.

Una de sus obras más importantes fue la fundación de CATHOLIC WORKER, movimiento laical fundado y dirigido por ella durante 50 años, cuyo objetivo fue demostrar que el amor evangélico podía ser vivido; quiso demostrar que el amor era no sólo un desafío personal, sino que también tenía un componente político. Representó un nuevo tipo de santidad política, una manera de servir a Cristo, no sólo a través de la oración y el sacrificio, sino también en la solidaridad con los pobres y la lucha por la paz y la justicia. A causa de esto le llamaron "comunista", le dispararon, encarcelaron, e investigaron varias veces.

Dorothy había nacido en Brooklyn, bautizada en la Iglesia Episcopal, pero no tuvo relación con esa religión. En la universidad se implicó en causas radicales, rechazando el cristianismo; trabajó como periodista, y tomó parte en las luchas sociales de su época. Sus amigos eran comunistas, anarquistas, artistas e intelectuales, de esos que opinan que la religión es opio para el pueblo.

En 1926, viviendo en Staten Island, con un hombre al que amaba profundamente, quedó embarazada, y fue ese acontecimiento el que encendió la chispa de su conversión. Fue algo que ella denominó "felicidad natural" lo que le hizo volver su corazón a Dios; entró en la Iglesia Católica en 1927. El impacto de este acontecimiento también trajo penas: el hombre que amaba la abandonó pues no aceptó el matrimonio, y muchos la acusaron de traicionar la causa de los pobres. Fueron varios años los que vivió en medio de una búsqueda interior y mucha oración.

En 1932 llegó la respuesta: se encontró con Peter Maurin, agitador y filósofo itinerante, quien le animó a comenzar un periódico que ofreciera solidaridad a los pobres y críticara el istema social desde la radical perspectiva evangélica. El CATHOLIC WORKER fue lanzado el 1 de mayo de 1933; Dorothy hizo de la redacción del periódico una casa de hospitalidad donde se ofrecia comida a los hambrientos y techo a los vagabundos y desarraigados.

Dorothy Day murió un 29 de noviembre de 1980.
 En la imagen que acompaña a la entrada aparece Peter Maurin, y detrás, Dorothy Day.

2 comentarios:

Sol dijo...

Buena entrada para el "día del amor".
Dorothy Day testimonia con su vida el sentido del amor evangélico, justicia y verdaad, que va a través del amor y el servicio a los demás, a cualquier precio.

Jordi Morrós Ribera dijo...

El teólogo Xabeir Pikaza ha colgado un comentario en su blog donde se referencia la homilia del míercoles de ceniza de Benedicto XVI, y en la que cita a Dorothy Day junto con Etty Hillesum y el ortodoxo Pavel Florenskij.

Aquí lo podéis leer:

http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2013/02/14/dom-17-02-13-florenski-hillesum-y-d-day-

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.