Seguidores

martes, 17 de enero de 2012

VIVIR LA PROPIA VIDA

“Ciertos dictados están implícitos en la sociedad. Tienes que hacer esto o tienes que hacer aquello. Si haces estas cosas eres feliz. Si no las haces, eres desdichado, eres un fracasado, eres malo, eres rechazado. Nunca antes de ahora ha estado esto tan sistematizado. Los vagabundos dicen: Si haces esto, haces aquello, no eres feliz. Sólo dices que lo eres. Yo voy a hacer otras cosas que nada tienen que ver con estas Y voy a ser feliz. Eso es lo que estamos haciendo nosotros Hay un algo en nosotros que, si no es eso lo que estamos haciendo, nunca nos da la paz. Pero viene entonces la estructura de la Iglesia y nos dice: Si haces esto, serás feliz, estarás complaciendo a Dios, serás un buen religioso, serás un santo. Y ese algo en nosotros dice: Eso no es verdad. Para ser feliz y para ser n santo tengo que seguir mi conciencia, Tengo que seguir al Espíritu Santo. Esta es la raíz de nuestra vocación profética. Tenemos que verla bajo esa luz. Nadie excepto Dios va a decirnos lo que tenemos que hacer, Dios y nuestra conciencia y nuestros hermanos y hermanas. Nadie va a determinar nuestras vidas.
La protesta simbólica no es suficiente. Tenemos que vivir, realmente vivir. Y esto puede ser mucho menos espectacular que protestar. Es posible que nadie tome en cuenta nuestras vidas. Pero nosotros sabemos lo que estamos haciendo. Cada uno de nosotros debe responder a su vocación, debemos ser nosotros mismos. Podemos no tener que responder al programa de uno u otro monasterio, una u otra orden, pero sí tenemos que vivir nuestra propia vida. Si no lo hacemos, no seremos útiles a nadie”.
(TM, Los manantiales de la contemplación, 136-137)


“Oh Señor, concédenos tu luz y la fortaleza del Espíritu Santo para seguir nuestra vocación como tú desearías que lo hiciéramos, y concédenos la gracia para comprender los problemas de esa vocación a la luz de tu voluntad para nuestro tiempo. A través de Cristo nuestro Señor. Amén” ™

3 comentarios:

San dijo...

Sigue Merton desgranando magistralmente realidades sociales y religiosas muy comunes, y muy actuales también.
Sin duda, me sumo a su pensamiento: la vocación más auténtica y más útil, para uno mismo y para los demás, es vivir la propia vida. Y vivirla en un mundo real. La llamada de Dios es siempre a la felicidad, y sin ser feliz uno mismo es imposible hacer feliz a nadie. No se puede compartir y regalar aquello de lo que se carece.

Anónimo dijo...

Cuántas veces dudamos en la Fe? son bastantes las que nos hacen dudar si esto es cierto o esto no puede ser realidad. Si basamos la Felicidad en la propia existencia del Amor , siempre seremos felices y gozaremos plenamente cada día, me traiciona mi ego , mis complejos , mi corazón .A veces no soy lo que quisiera pero mi Ser se debilita , me consume sin darme cuenta, me despecha y me traiciona ¿cómo puedo domar mi ego ?
Saludos de un seguidor .

antonigl dijo...

La vocacion ha de ser suave. Como una brisa que sentimos en el rostro paseando con el Senor cuando atardece.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.