Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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viernes, 9 de marzo de 2012
FE, OSCURA Y LUMINOSA
1. En este relato es importante distinguir entre el hecho en sí y su significación. Para el autor sagrado lo principal es lo segundo, el hecho en sí es secundario y cobra sentido como vehículo al servicio del mensaje. En tiempos remotos cierta comprensión de lo religioso incluía los sacrificios humanos, lo cual hablaba de los seres humanos y no de Dios.
2. Abraham, llamado padre de la fe, tuvo que pasar por varias pruebas, la primera abandonar su familia, tierra y cultura, sus orígenes, para empezar un camino nuevo. Cuando finalmente Abraham tiene a Isaac, el hijo de la promesa, Dios lo reclama y se lo manda sacrificar. Isaac era para Abraham el hijo de la promesa, además de su hijo muy amado, el hijo nacido de la fe y a través del cual recibió la bendición plena de Dios para cumplir su vocación.
3. Así, Dios, que había pedido a Abraham renunciar a su pasado para cumplir su vocación, le pide ahora renunciar también a su futuro. Así discurren los misteriosos caminos de la vida y de la fe. Dios será padre de naciones cuando sea capaz de renunciar a su paternidad, como luego María de Nazaret se convertirá en madre de la Iglesia perdiendo en la cruz a su propio hijo.
4. El Salmo 115 expresa: “Tenía fe, aun cuando dije: Qué desgraciado soy”. La fe de Abraham y la confianza de Jesús en la cruz son modelos y alicientes en nuestra propia búsqueda de verdad y amor. Los caminos de Dios son a veces complicados y difíciles de entender, pero siempre como dice Pablo: “Si Dios está con nosotros, ¿Quién estará contra nosotros?”. Eso es la fe, oscura y luminosa al mismo tiempo.
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
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