Seguidores

martes, 23 de septiembre de 2008

Toda realidad es santa, sagrada, espiritual.


Les sigo compartiendo algo sobre la etapa de TM como maestro de novicios, según lo cuenta la última biografía publicada en español, escrita por Ramón Cao Martínez. Él comenta sobre los criterios de Ernesto Cardenal, quien fuera novicio bajo el acompañamiento de Merton, y de quien hemos compartido varias veces en este blog.

“Ernesto Cardenal, que permaneció dos años en Getsemaní (desde el 14 de mayo de 1957, hasta fines de julio de 1959), ha evocado en unas deliciosas páginas el clima fervoroso y alegre de aquella comunidad de novicios tutelada por Merton. Ha trazado también un sugestivo perfil del padre Louis a aquella altura de su vida y ha enumerado los aspectos de su magisterio espiritual que le produjeron un mayor impacto. Merton ejercía una enseñanza socrática, en la que las preguntas a los oyentes y las respuestas de estos constituían un ingrediente esencial. El maestro de novicios hacía gala de un talante juguetón y de un gran sentido del humor: sus charlas, empedradas de chispeantes ocurrencias, suscitaban frecuentes carcajadas de los oyentes, según se puede comprobar en las grabaciones conservadas. Los materiales que preparaba para sus exposiciones eran realmente interesantes y atractivos: Merton les hacía partícipes de muchas de sus lecturas teológicas, de espiritualidad y no en menos medida de las literarias, especialmente de las poéticas. Les presentaba, por ejemplo, la poesía de Rilke, haciéndoles ver la lectura como un encuentro en el que algo estalla y en el que nos convertimos en interlocutores de una conversación o en partícipes de una exploración: el poema nos permite descubrir o comprender algo que no se nos ha alcanzaba o tal vez nos permite articular algo que hasta entonces no éramos capaces de expresar con palabras. Les insistía en la importancia de explorar el silencio, de concebir la oración como una espera silenciosa de la palabra de Dios. Con frecuencia les invitaba a abrir los ojos, ver y dejarse penetrar por la realidad contemplada. Más allá de doctrinas prefabricadas sobre la oración intentaba que cada uno hallase aquel modo de abrirse a Dios que le resultase más sencillo y connatural. Les hacía ver que toda la realidad es santa, sagrada, espiritual. Que la experiencia religiosa no se restringe a una franja limitada de la vida. Consideraba que los tiempos específicos dedicados a la meditación eran un invento jesuítico introducido en el Cister no antes del siglo XIX. Por su parte, prefería remitirse a la tradición benedictina y más allá de ella a los Padres del Desierto: pasearse bajo los árboles y leer despacio un libro que a uno le hace pensar, lo que San Benito llamaba la Lectio Divina era una buena forma de meditar”. (Thomas Merton, de Ramón Cao Martínez, Colección SINERGIA)

En este pasaje que les he compartido del libro que ahora leo pueden encontrar muchas ideas interesantes para la propia búsqueda espiritual, que provienen del magisterio de Merton. Aun les compartiré un poco más en una entrada próxima, pero en la de hoy hay suficiente material para pensar y rumiar. Como siempre he resaltado las palabras o frases que considero esenciales, pero cada uno hará su propia lectura.

4 comentarios:

Pequeño Ayudante dijo...

Perdón por infiltrarme aquí con un tema que podría calificarse de off-topic, pero con permiso del padre Manuel, resulta que hace tiempo descubrí este vídeo en YouTube:

http://es.youtube.com/watch?v=2DME6G1dWoE

Es una oración de Thomas Merton muy bien recitada y con muy buenas fotos que se supone son del propio Merton, pero no está confirmado.

El problema que tengo es que está en portugués, y aunque entiendo algo lo que dice, no lo entiendo del todo.

Esta es la oración:


Tu não és como o tenho imaginado


Senhor, é quase meia-noite e estou Te esperando na escuridão e no grande silêncio.

Lamento todos os meus pecados.

Não me deixe pedir mais do que ficar sentado na escuridão, sem acender alguma luz por conta própria, nem me abarrotar com os próprios pensamentos para preencher o vazio da noite na qual espero por Ti.

Deixa-me virar nada para a luz pálida e fraca dos sentidos, a fim de permanecer na doce escuridão da Fé pura.

Quanto ao mundo, deixa-me tornar-me para ele totalmente obscuro para sempre.

Que eu possa, deste modo, por esta escuridão, chegar enfim à Tua claridade.

Que eu possa, depois de ter me tornado insignificante para o mundo, estender-me em direção aos sentidos infinitos, contidos em Tua paz e Tua glória.

Tua claridade é minha escuridão. Eu não conheço nada de Ti e por mim mesmo nem posso imaginar como fazer para Te conhecer.

Se eu te imaginar, estarei errado.

Se Te compreender, estarei enganado.

Se ficar consciente e certo que Te conheço, serei louco.

A escuridão me basta.



He buscado por todo Internet pero solo la he encontrado en portugués. Si alguien sabe traducirla me daría una alegría enviándomela por email.

Gracias.

Manuel dijo...

Estimado amigo: Me has puesto una precisa, pues ahora mismo estoy tratando de recordar el origen de ese texto que citas y que conozco perfectamente. Juraría que está en los DIARIOS, tal vez en EL SIGNO DE JONÁS, pero no acabo de encontrarlo. Ya ves, me has dado una tarea. Puedes siempre preguntar y opinar lo que quieras, esta es la casa espiritual de los amigos de Merton.

Pequeño Ayudante dijo...

En cuanto he leído su contestación me he sentido culpable por darle trabajo y robarle su tiempo.

Me he dejado las cejas en internet buscando algo. Ya lo hice al principio cuando encontré el vídeo sin ningún resultado. Pero hoy creo que he encontrado algo.

En el link del vídeo ( http://es.youtube.com/watch?v=2DME6G1dWoE ), abajo en la sección de comentarios, un visitante pide, en inglés, si alguien tiene la traducción a dicho idioma.

Le contestan con la traducción y al final citan ésto:
("Meditations", December, 1941, p. 2)

Esto es un dato nuevo que espero que le ayude.

Bienvenido a España.

Un abrazo.

Manuel dijo...

Gracias por la bienvenida, no debe sentirse culpable para nada, la presión me viene de mí mismo. Gracias por el dato, pero no creo sea de esa fecha, muy temprana para el sentido de esa oración. Puede que en el libro DIALOGOS CON EL SILENCIO, que es una selección de oraciones de TM aparezca, pero como sabe, no estoy en casa, y no he podido traer todos mis libros conmigo. De cualquier modo yo seguiré buscando.
Un abrazo.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.