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viernes, 2 de octubre de 2009

Muere CINTIO VITIER.

El poeta católico cubano, que mantuviea correspondencia con Thomas Merton, y a quien hemos citado en alguna ocasión en este blog al hablar del vínculo de TM con Cuba, ha fallecido, según recoge desde La Habana un cable de EFE, que reproducimos:


LA HABANA.
El escritor Cintio Vitier, una de las más destacadas figuras de la intelectualidad cubana contemporánea, falleció el jueves en La Habana a los 88 años de edad, informaron medios oficiales.
Poeta, narrador, crítico, investigador literario y profesor universitario, Cintio Vitier, fue uno de los fundadores de la revista 'Orígenes', una de las más importantes publicaciones de su tipo en América Latina, que dirigió el desaparecido escritor José Lezama Lima.
Vitier nació el 25 de septiembre de 1921 en Cayo Hueso, Florida, pero tenía la nacionalidad cubana.
Publicó su primer libro de poesía, 'Poemas', en 1938 con sólo 17 años, prologado por Juan Ramón Jiménez, quien también había escogido los poemas.
En su larga trayectoria intelectual obtuvo numerosas distinciones como el Premio Nacional de Literatura 1988, la Orden José Martí otorgada por el Consejo de Estado de la isla, el galardón Juan Rulfo 2002, el título de Oficial de Artes y Letras de Francia y la medalla de la Academia de Ciencias de Cuba.
También recibió los doctorados honoris causa de las universidades de La Habana, Las Villas y de Soka, en Japón.
Su última aparición pública ocurrió la semana pasada, junto a su esposa, Fina García Marruz, cuando recibió un homenaje por su labor de investigación y estudio de la obra de José Martí, en el Centro de Estudios Martianos, institución cultural que dirigió por largos años.
Entre sus obras figuran los libros de poemas: 'Testimonios' (1968), que recopila su obra de 1953 a 1968; La fecha al pie (1981), con su producción de 1969 a 1975; 'Antología poética' (1981); 'Hojas perdidizas' (1988) y 'Poemas de mayo a junio' (1990).
De su amplia labor como investigador y crítico literario, destacan 'Cincuenta años de poesía cubana' (1952), 'Lo cubano en la poesía' (1958), 'Poética' (1961), 'Temas martianos' (1969), escrito en colaboración con su esposa, la poetisa Fina García Marruz, y Crítica sucesiva (1971).
Para celebrar su último cumpleaños también fue inaugurada el pasado lunes una exposición bibliográfica y de fotos de Vitier donadas por su familia a la Biblioteca Nacional, en La Habana.

1 comentario:

Ludmila Hribar dijo...

Deja aqui en esta tierra a su esposa, pero que alegria habra sentido al encontrarse con su amigo Merton alla donde todo es Amor y el tiempo no cuenta. Gracias por compartir. Precioso blog!

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.