El místico es amable, pero no deja de ser enérgico y duro cuando hace falta, y sabe responder, precisamente porque es libre de prejuicios, de miedos, de poderes y de honores y por ello es capaz, en todo momento, de ser fiel a la verdad. Por eso no se amarga nunca ni se altera.
Los místicos son los que han se han abierto confiadamente a la realidad, sin preocuparse por el resultado, pues saben que sólo en la realidad habita la verdad.
El místico vomita antes el fruto del bien y del mal para poder entrar de nuevo en el Paraíso. No enjuicia nada, sino comprende el por qué y el lugar de las cosas.
Anthony de Mello.
1 comentario:
EL MÍSTICO NO LO ES POR LO QUE ÉL HACE, SINO POR LO QUE DEJA QUE DIOS HAGA EN ÉL,JUEGA CON FUEGO PARA QUEMARSE , SE PONE HA TIRO PARA QUE DIOS LE INVADA.
Publicar un comentario