“El carisma teresiano es netamente evangélico, pues está centrado en el amor a Dios (amistad, oración) y el amor al prójimo (comunidad orante, fraternidad).” (Yo)
Teresa llega al Carmelo, la Orden de María, y le imprime un impulso nuevo, un nuevo sentido, una nueva dirección; a partir de su vivencia religiosa durante 20 años ella descubre otra vez para la Iglesia el mandato de Jesús. En nuestra mirada habitual predominan siempre los elementos institucionales del carisma (continuidad entre el antiguo y el nuevo Carmelo) que los elementos carismáticos (novedad, ruptura, originalidad). Habitualmente una mirada devocional al carisma centra la atención en María, pero leí en algún sitio que María está en el núcleo del carisma, pero no es el núcleo; el núcleo es Cristo y su mandamiento de amor. Teresa entendió que una manera de vivir el mandato era conformar comunidades orantes, donde vivir el amor a Dios en la oración (trato de amistad) y el amor al prójimo en la fraternidad de orantes reunidos voluntariamente (“todas se han de amar”). Este es el eje del carisma, pero es aun más complejo en su sentido, pues en el amor a Dios se muestra el amor al prójimo, y en la comunidad orante estamos hablando al mundo de Dios y de su amor. (Yo).4 de agosto, 2006.
“Al encarnarse, Dios no solamente se revela como Dios, sino como mi Dios y tu Dios; esto es realmente un misterio”. (Yo)
“Estoy presente. Y tú me escribes cartas de amor.
Estoy presente, dice Dios, ¿Por qué me lees algo de tu libro de oraciones?
Estoy presente, ¿por qué te evades con tus pensamientos,
Peticiones e himnos de alabanza?”.
(Rumi)
“Quien imagina que recibe más de Dios en el ensimismamiento, la devoción, el dulce arrobamiento y en mercedes especiales que cuando se halla cerca de la lumbre o del establo, hace como si tomara a Dios, le envolviera la cabeza con una capa y lo empujara debajo de un banco. Pues quien busca a Dios mediante determinado modo, toma el modo y pierde a Dios, que está escondido en el modo”.
(Eckhart)
“Un camino espiritual que no conduzca a la vida cotidiana es un camino errado. Religión es vida cotidiana. Lo que llamamos tradicionalmente religión es tan sólo la celebración extraordinaria de la vida cotidiana”. (Willigis Jäger)
1 comentario:
Me parece muy interesante reflexionar sobre la importancia de la oración, como alimento para nuestra vida, encuentro de amistad y lugar de conquistas... más allá del modo y la forma.
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