
Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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viernes, 22 de mayo de 2009
María: ¿Una mujer difícil de comprender?

Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
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4 comentarios:
Durante muchos años ignoré a María, pero hace unos 20 y pico, Ella me conquistó absolutamente. Me enseñó todo lo que soy ahora. Me regaló al Padre, me regaló a su Hijo, me hizo conocer al Espiritu Santo. Me enseñó a orar con las manos abiertas de manera tal que mi Padre pueda poner y tomar de allí lo que quiera. Ella sabe que puede pedirme lo que quiera. Lo primero que hago al levantarme es tomar mi rosario y rezarlo exclusivamente por sus intenciones y me sirve para hacer un muy buen exàmen de conciencia. Cada misterio me sugiere "algo que està mal en mi", "algo que aún me falta conquistar".... Hace 22 años que me consagré y transito mi vida junto a Ella. Entonces todo está bien, aunque humanamente no se vea así. Todo es Gracia, especialmente el dolor que se ofrece. En esta semana me ha hecho comprender que no debo ausentarme del presente porque me estaría ausentando de la vida. gracias por esta página, beatriz
Para mi María es una Madre especialísima, me acompaña desde niña.Sería muy corto el espacio para dar mi testimonio mariano.María estuvo conmigo durante la enfermedad de mi madre y después de su muerte.Mi esposo es mariano.Ella me enseña el amor a Dios.Este tiempo que estoy viviendo es una verdadera prueba de fe. Confío en ella.Como dice Merton las mujeres somos un poco complicadas.Tenemos un corazón extraño.Bendiciones.
Yo soy un cristiano de la Iglesia Presbiteriana, y quiero decir una palabra en este foro: También nosotros amamos a María, la reconocemos como Madre de Jesús, pero nos choca un culto desproporcionado que en no pocas ocasiones ensombrece el que le debemos a Jesús, a Dios. Soy también lector de TM, y conozco su pensamiento mariano, que me ha servido para conocer más a María, pero también a veces creo que algunas expresiones superan lo que mi fe puede admitir.
“Todo lo que se ha escrito sobre la Virgen, Madre de Dios, me demuestra que su santidad es la más escondida de todas. A veces, lo que se afirma sobre ella nos revela más sobre quien lo dice que sobre Nuestra Señora. Pues, como Dios nos reveló muy poco acerca de ella, los seres humanos, que apenas saben quién y qué fue la Virgen, tienden a revelarse a sí mismos cuando tratan de añadir algo a lo que Dios dijo sobre ella.”
“Es bienaventurada, no en virtud de alguna mítica prerrogativa pseudodivina, sino en todas sus limitaciones humanas y femeninas, como la que ha creído.”
Thomas Merton, Semillas de Contemplación.
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