Seguidores

viernes, 22 de mayo de 2009

María: ¿Una mujer difícil de comprender?


M. Basil Pennington es el autor de un libro publicado en español por "Estaciones Editorial", con el título "Un retiro espiritual con Thomas Merton". Él es también un monje, y fue a Getsemaní, a la ermita de Merton, para hacer un retiro, en quien estaba trabajando. Este libro es de 1988, y fue publicado en español años después. Hoy quiero compartirles algo de ese libro que me resultó interesante:


"Esta tarde tomé un tiempo para orar las quince décadas del rosario. Es una buena oración. Ciertamente condujo a mi madre a su abnegada santidad. Tom, en los horarios que se preparó a sí mismo mientras vivía aquí en la ermita, siempre se tomaba un tiempo para el rosario. Yo no lo había usado mucho en los últimos años; quizás sólo para llenar espacios vacíos; no le dediqué un tiempo especial. Las cuentas están siempre en mi bolsillo o sobre mi cama. Mi amiga Rose Marie me trajo un rosario nuevo de Medjugorie la semana pasada. Me emociona la insistencia de María allí, no sólo la persistencia en sus visitas cada noche durante casi cuatro años, sino su enseñanza tradicional. Pienso en esos adolescentes, especialmente en Iván, con todas las luchas de su edad y el desafío agregado de una visita a la Madre de Dios y la incesante atención que el peregrinaje requiere. Estoy seguro de que María cuida a sus niños, pero lo hace a su manera. ¡Se parece tanto a su Hijo! Vicka tiene ahora un tumor cerebral e Iván fracasó en el seminario; no pudo progresar con el latín. ¡Uno se siente inclinado a pensar que María hubiera podido hacer algo mejor por él!

Madre, eres una mujer difícil de comprender (pero en fin, creo que todas las mujeres lo son. ¿Y no es lo mismo con todos nosotros, imágenes, expresiones del Dios infinito?) pero te amo de todos modos. Estoy feliz de ser tu monje". (Páginas 46 y 47).



Sería interesante usar este texto para un diálogo en torno a la manera que tenemos los católicos de vivir nuestra devoción mariana. Merton tuvo mucha amor a la Madre de Jesús, fue una presencia constante en su vida contemplativa. Alguna vez comenté en este mismo blog que en algún momento sus palabras sobre María me resultaban chocantes. Por eso ha sido un desafío espiritual para mí chocar con el Merton mariano. Los maestros son así, nos desafían, nos obligan a crecer, a buscar, a trabajar interiormente. Aquí, en el texto anterior, vemos a Basil Pennigton confrontar también la devoción mariana en unas realidades concretas: Rosario, apariciones, misterio de María en nuestra vida. Por eso lo traje acá, me hizo pensar.
(El icono que aparece en la fotografía es el que está en la ermita de Thomas Merton, en Getsemaní).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Durante muchos años ignoré a María, pero hace unos 20 y pico, Ella me conquistó absolutamente. Me enseñó todo lo que soy ahora. Me regaló al Padre, me regaló a su Hijo, me hizo conocer al Espiritu Santo. Me enseñó a orar con las manos abiertas de manera tal que mi Padre pueda poner y tomar de allí lo que quiera. Ella sabe que puede pedirme lo que quiera. Lo primero que hago al levantarme es tomar mi rosario y rezarlo exclusivamente por sus intenciones y me sirve para hacer un muy buen exàmen de conciencia. Cada misterio me sugiere "algo que està mal en mi", "algo que aún me falta conquistar".... Hace 22 años que me consagré y transito mi vida junto a Ella. Entonces todo está bien, aunque humanamente no se vea así. Todo es Gracia, especialmente el dolor que se ofrece. En esta semana me ha hecho comprender que no debo ausentarme del presente porque me estaría ausentando de la vida. gracias por esta página, beatriz

Carmen dijo...

Para mi María es una Madre especialísima, me acompaña desde niña.Sería muy corto el espacio para dar mi testimonio mariano.María estuvo conmigo durante la enfermedad de mi madre y después de su muerte.Mi esposo es mariano.Ella me enseña el amor a Dios.Este tiempo que estoy viviendo es una verdadera prueba de fe. Confío en ella.Como dice Merton las mujeres somos un poco complicadas.Tenemos un corazón extraño.Bendiciones.

Anónimo dijo...

Yo soy un cristiano de la Iglesia Presbiteriana, y quiero decir una palabra en este foro: También nosotros amamos a María, la reconocemos como Madre de Jesús, pero nos choca un culto desproporcionado que en no pocas ocasiones ensombrece el que le debemos a Jesús, a Dios. Soy también lector de TM, y conozco su pensamiento mariano, que me ha servido para conocer más a María, pero también a veces creo que algunas expresiones superan lo que mi fe puede admitir.

SAN dijo...

“Todo lo que se ha escrito sobre la Virgen, Madre de Dios, me demuestra que su santidad es la más escondida de todas. A veces, lo que se afirma sobre ella nos revela más sobre quien lo dice que sobre Nuestra Señora. Pues, como Dios nos reveló muy poco acerca de ella, los seres humanos, que apenas saben quién y qué fue la Virgen, tienden a revelarse a sí mismos cuando tratan de añadir algo a lo que Dios dijo sobre ella.”
“Es bienaventurada, no en virtud de alguna mítica prerrogativa pseudodivina, sino en todas sus limitaciones humanas y femeninas, como la que ha creído.”
Thomas Merton, Semillas de Contemplación.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.